Crítica de cine: “Sully”
La hazaña en el Hudson y El principito.
Cuando me preguntaron si podía ver “Sully” y escribir sobre ella, no tenía idea de qué estaban hablando, pero gigante fue la sorpresa al enterarme que el director era Clint Eastwood y su protagonista, Tom Hanks. Además, que esta es una historia hiper real, más o menos copiada literalmente de la (casi) tragedia original que la inspira.
Sully (evaluada en 7,7 sobre 10 estrellas en IMDB), cuenta la historia del piloto comercial Chesley “Sully” Sullenberger (Tom Hanks), que el 15 de enero del año 2009, amerizó el avión que piloteaba sobre el agua del río Hudson, en Nueva York.
Si leemos esa descripción del film, pensaríamos que, al igual que la mayoría de las películas gringas sobre accidentes/múltiples muertes/fin del mundo etc., el enfoque estaría en las víctimas, es decir, en los pasajeros del avión y todo lo que sufrieron.
Pero no.
Eastwood nos deja claro el porqué de su fama como director: su mirada va hacia dentro, hacia la emocionalidad de los protagonistas (piloto y primer oficial), además de todo lo que pasa “por detrás” en esta historia. Nos muestra el “backstage” (o “detrás del escenario”), es decir, todo lo que sucede cuando una tragedia como chocar con aves y romper los dos motores del avión, provoca en cada uno de los organismos de gobierno y los civiles que decidieron ayudar. Por primera vez, se ve todo lo que provoca un accidente aéreo; las investigaciones, los cuestionamientos de expertos aeronáuticos, el acoso de los medios, es estrés post traumático de los pilotos, etc.
Al final, pareciera que el accidente en sí no es el estrés mayor, sino que la presión de los expertos quienes cuestionaron el actuar de Sully y lo sometieron a un cruel estrés, donde mediante simulaciones demostraban que su actuar había estado errado.
Sin embargo, Eastwood nos recuerda lo esencial de la vida; la experiencia de la gente mayor es puesta en jaque frente a jóvenes déspotas, que criticaban la edad y las habilidades de un veterano piloto. Así, finalmente, nos damos cuenta que la frase “sólo hacía mi trabajo”, es más importante que cualquier otro aspecto, que un hombre que es llamado “héroe” por los medios y que está sumido en sus pensamientos, nos demuestra que la edad es sólo un número sin importancia. Para representar esto, Hanks hace un papel escalofriadamente sincero, certero. Incluso sus miradas nos muestras el calvario que Sully debió enfrentar, la presión constante y las dudas (incluso las dudas de sí mismo).
Quizás sería interesante que los jóvenes, nosotros que estamos en las redes sociales y que tenemos el “poder” de juzgar o apuntar con el dedo a cualquier persona, podamos ver qué es lo que se encuentra detrás, lo que los medios no muestran, lo que es esencial… que como decía el principito, es invisible a los ojos.
He dicho, palabra de Gringa.
3 Comments
Buena critica !
Gracias!
Fui a ver Sully y me gusto por lo mismo que dices tú sobre el enfoque que se le dio a la película 🙂