Trunks del futuro regresa a Dragonball Super
La longeva Dragonball se ha caracterizado por acumular personajes secundarios que la mayoría de las veces terminan cumpliendo la función de escenografía. Pocos son los personajes (buenos) muertos o desaparecidos: Son Gohan abuelo, Bardock, Patriarca, Kami Sama, N° 16, Lunch, el amigo de Dende, etc. De esta lista, uno que merece ser mencionado es Trunks del futuro, que regresó a su tiempo para ser reemplazado por su contraparte infantil, un personaje más luminoso que no arrastra los traumas de una época distópica. Todos creímos que no volveríamos a verlo, pero se anunció oficialmente que retornará, y que su poder ser verá aumentado para estar acorde a los estándares actuales de la serie.
Y no solo eso, traerá consigo un enemigo cuyo nombre deja abierto todo tipo de especulaciones: Black Goku. Como el Goku de la época de Trunks murió, obviamente no puede ser Goku que se volvió malvado ¿Resucitaron su cadáver como zombie?
Lo que sí se sabe es que este nuevo enemigo iniciará una crisis que no solo amenaza a los 12 universos, sino al tejido mismo del espacio tiempo (Qué lenguaje más ñoño). Por eso, los dioses de la destrucción, los Kaioh Shin, y hasta el prescindible y poco carismático Omni-King o Zeno estarán involucrados (¿Por qué a Toriyama le dio con ese diseño de personajes tipo esposa de Table, nativos de Plant del “Episodio de Bardock” o Monaka? ¡Que alguien le diga que los nuevos diseños son espantosos!).
En fin, la verdad espero que no se trate de otro truco publicitario desesperado como la resurrección de Freezer y que no existan explicaciones del tipo “Entrené cuatro meses y me actualicé a los estándares de la serie para no dañar la coherencia argumental pero igual lo hice”.
Aunque la verdadera pregunta que deberíamos estarnos haciendo es ¿Podrán verse Trunks del futuro y del presente sin desencadenar una paradoja que borre la existencia y el continuo espacio tiempo, así como decía el Doc en “Volver al Futuro”? De hecho, en un especial el mismo Trunks le dice a Goku que no se encuentre consigo mismo en su infancia (A lo que el saiyajin no hace caso, por supuesto)
