Sam Peckinpah y “Perros de Paja”
El cine de Sam Peckinpah está asociado fundamentalmente al género western, al llamado western crepuscular que inició con su segundo largometraje “Ride The High Country” (Duelo en alta sierra, 1962) película que fue definiendo un estilo y que ya evidenciaba varios de los temas que recorrerían parte de su filmografía como lo son la amistad, el amor, la venganza, la soledad y la ambición.
Jesús Palacios ha definido las películas de Peckinpah como “accidentados viajes hacia la muerte” sólo debemos recordar la ya citada “Ride The High Country”, así como “The Wild Bunch”, “Pat Garret & Billy The Kid” o “Tráiganme La cabeza de Alfredo García” por nombrar sólo algunas. Peckinpah fue descrito como un machista y fascista, director hábil y eficiente pero exagerado en los niveles de violencia que emergen desde sus películas. Sam Peckinpah se defendía diciendo: “¿Crees que la gente ve la Super Bowl porque el fútbol les parece un deporte bonito? ¡Tonteras! Están siendo violentos indirectamente. (…) ¿Acaso hay algo más violento que las obras de Shakespeare?, ¿Algo tan sangriento como las grandes óperas románticas o los cuentos de los hermanos Grimm?”[1]
Su obra como director comprende catorce largometrajes, que se destacan por un ácido y crítico punto de vista, una temática y estética reconocible, logrando una obra contundente y coherente. Aunque sus películas muchas veces fueron hechas por encargo, supo dotarlas con sus obsesiones personales y por su particular estilo.
Peckinpah fue un provocador y sus películas así lo corroboran, mantuvo intensas peleas con productores para mantener la integridad de su obra, luchó por que no se cortara ni un solo fotograma de sus filmes, por otra parte el público no supo entender su trabajo y rápidamente veían en él un cineasta violento y gratuito, juicio que nubló la carga poética de cada uno de sus filmes. Ese punto de vista políticamente incorrecto, hizo que fuera desplazado por una parte de la crítica y sobre todo por los productores que no comprendían la estética de su cine o el devenir de sus personajes. Uno de los mayores problemas que enfrentó fue el rodaje de “Major Dundee” (1965) en donde Jerry Bresler, productor de la película, terminó por destrozarla en el montaje.
Perros de paja (1971)
Sexta película de Peckinpah, realizada en Inglaterra luego de su autoexilio. Sam Adaptó la novela “The Siege At Trenche´r Farm” del escritor escocés Gordon M. Williams, la historía sufrió varios cambios en relación a la novela, uno de ellos fue rejuvenecer a la pareja protagónica y eliminar al personaje de la hija. Finalmente se decidió cambiar el nombre del guión ya que “El asedio a la granja Trencher” – The Siege At Trenche´r Farm – sonaba demasiado a película western. El título que escogió Peckinpah lo sacó de un pasaje de “El Libro de los 5.000 caracteres” del filosofo chino Lao Tzu.
La película se filmó en Inglaterra, en St. Buryan, península de Cornwall. Para los roles protagónicos se eligió a Dustin Hoffman como el matemático David Summer, su esposa Amy fue interpretada por la poco conocida Susan George, actriz que se había desempeñado en papeles televisivos y en algunas películas inglesas. Uno de los actores fetiches de Sam Peckinpah, David Warner, tuvo el rol de Henry Niles, el retrasado mental del pueblo y el encargado de provocar el plot final.
La película contiene elementos del Peckinpah más iluminado e inspirado. En el inicio de la película tenemos a un grupo de niños jugando a la ronda sobre unas tumbas, como ya se ha visto en la filmografía anterior del director, los niños siempre tienen un rol observador, observadores de la violencia más descarnada. En “Perros de Paja” serán ellos los que verán la primera aparición de Amy en pantalla, completamente provocadora ya que no lleva ropa interior, provocando la atención y el morbo de los lugareños. Recordemos que nos encontramos en la campiña inglesa, sitio más bien tradicional en ese tipo de conductas.
“Perros de Paja” trabaja de forma excepcional las tensiones, Peckinpah expone un amplio abanico de situaciones en que desarrolla distintos niveles de estas. Están las que se genera en el matrimonio de David y Amy, así mismo está la tensión entre Amy y su ex novio Charlie que trabaja bajo las órdenes de David. La tensión entre David y los trabajadores. La tensión que genera constantemente el personaje de Tom con el hermano de Henry Niles. Peckinpah se luce a la hora de unir todas estas situaciones y convertirlas en el gran final de la película.
Hay dos instancias claves en “Perros de Paja”, o dos partes muy bien diferenciadas: en primer lugar todo el preámbulo en que se manejan las tensiones y pulsiones de los personajes que culminará con la brutal escena en que Amy hace el amor con Charlie para luego ser violada por uno de los trabajadores. La segunda parte tiene lugar con el asedio que sufre la casa por parte de los enfurecidos pueblerinos. Momento en que se explotará toda la violencia contenida en la primera parte de la película.
La violación
Con respecto a la primera parte, la secuencia de la violación, da la impresión de que existe aprobación por parte de Amy de hacer el amor con Charlie. Existen los siguientes factores: el supuesto agresor es Charlie, el ex novio de Amy, ésta lo hace pasar y le ofrece un trago, luego cuando las cosas se van poniendo tensas y Charlie la empuja sobre el sofá, Amy pone sólo una leve resistencia, finalmente ella lo besa y le susurra que lo haga suavemente. Podemos percatarnos que ante esta frase Amy está aceptado hacer el amor con Charlie, compresible, si pensamos en el marido que tiene. David es un tipo insípido y cobarde. En el inicio de la película, cuando todo parece ir de maravilla, Amy le grita en tono de broma: “cobarde, cobarde” de cierta forma presagiando lo que vendrá más adelante. Amy encontrará en su marido a un ser que la trata como estúpida y que ve en ella a una niña chica –él mismo se lo dirá- un hombre que no la acompaña y que la trata con la mayor indiferencia. Volvamos a la escena de la violación, una vez que Amy y Charlie han hecho el amor llega uno de los compañeros de éste último y lo apunta con un rifle, Charlie con señas le dice que no, pero ante el arma de fuego sede. Charly toma a Amy de la cabeza mientras el otro la viola. De aquí en adelante el cambio estético que sufre la película es notorio. Si Peckinpah había optado por una puesta en escena “naturalista” desde ahora aparecerán muchos contrapicados, que distorcionarán el espacio.
La escena de la violación fue muy criticada en su momento por grupos feministas, ya que la encontraron sumamente gratuita y de una violencia inusitada en contra de la mujer, nuevamente Sam fue tildado de misógino. En algunos países como en España la segunda parte de la violación fue sacada de la película, hecho que provocó la ira del realizador.
Una de las constantes de Peckinpah se da con mucha fuerza en esta escena y tienen que ver con el tipo de montaje. Mientras Amy está siendo violada se aplican pequeños insertos de David cazando en el campo. El corte es directo y brusco, lo que provoca un efecto shock en el espectador, aumentando el grado de violencia de la escena. Es interesante la analogía que hace Peckinpah, David logra matar un ave justo en el momento en que su mujer está siendo violada. David ha logrado hacer algo bien, lejos de casa y lejos de su esposa. Al matar al ave parece sentirse culpable dejándola en el lugar en donde la encontró no sin antes mancharse las manos con sangre –como ocurrirá en el desenlace- Peckinpah se preocupa de mostrar al personaje de David como un completo inepto, con lo ridículo que luce con su ropa de caza y por la manera en que se mueve, un andar que denota torpeza. David no sabe tomar el rifle y lanza balas con las manos, al final, camina serenamente por un paraje campestre, interesante contrapunto con la horrible situación que está viviendo su esposa.
Luego de este acontecimiento pasamos a la segunda parte de la película que tiene que ver con el asedio a la casa y que fácilmente se puede emparentar con más de algún western. Un ejemplo podría ser “Río Bravo” de Hawks.
La actitud pasiva de David desaparecerá durante la segunda parte de la película. En el final, David enfrentará a los pueblerinos enajenados (por el hecho de que Niles salió con la hija de Tom) toda esa secuencia está repleta de imágenes violentas, una contienda cruenta y vertiginosa se desarrolla en el ataque a la casa.
Al final David exclamará: “Dios mío, he podido con todos” su cara parece feliz luego de haber exterminado a cada uno de los lugareños de la forma más violenta que podamos imaginar (golpes con una barra de fierro, cabeza puesta en una trampa, rostros quemados con aceite hirviendo, pies reventados por un escopetazo etc.) David se ve feliz y sereno, toda la represión que guardó se ha disipado de la forma menos esperada en un hombre que era incapaz de afrontar cual tipo de situación.
Peckinpah siempre con esa mirada pesimista logra aunar todos los elementos formales que distinguen su cine en esta película. La complejidad de los personajes, la tragedia, la mujer como protagonista de la tragedia, culpable de lo que sucede. De hecho, es posible conectar “Duelo en alta sierra” con “Perros de paja” ya que en ambas películas la mujer provoca el trágico plot que conlleva la caída de los héroes. En “Duelo en alta sierra” se produce por la insistencia de Elsa por abandonar su casa y casarse con el minero. El grupo que conforma esta comunidad se asemeja con los habitantes del pueblo de “Perros de Paja”, ambos grupos son dados al alcohol y a la violencia. El personaje de Elsa en su obstinación será la que provoca el título fatal del filme; su pariente lejano, Amy, al no parar ese jugueteó de seducción terminará provocando la visita de Charlie con la posterior violación.
Al final de ‘Perros de paja’ David por primera vez se comporta decididamente de forma segura y funcional. El hombre que no era capáz de arreglar una tostadora ha matado y defendido su hogar de cinco peligrosos hombres. El final es del todo esclarecedor Niles dice. “No sé volver a casa”. A lo que David responde “No importa. Yo tampoco”.
David ha entrado a un camino sin retorno. Ese auto que en un inicio manejaba su esposa, ahora es conducido por él, es el triunfador. El plano final es con el auto transitando por un camino en plena noche, una oscuridad que puede presagiar el destino de David y de los suyos.
[1] Sam Peckinpah en “Sam Peckinpah hermano perro” Editorial Midons página 26.
3 Comments
Interesante comentario, hace un tiempo ya tenía ganas de empezar con algo de Sam P., y esta es una buena manera de partir.
Ojalá sigan con comentarios de este tipo sobre directores o géneros.
Saludos!
Es increible que se tilde a S. Peckinpah como un director violento, cuando lo que hace es retratar la vida cotidiana en muchos aspectos, y que realmente muestran lo peor del ser huma- no con quien convivimos dia a dia. Solo basta leer los diarios y veremos violencia. Sam. un cineasta excelente
[…] By cinetvymas on mayo 23, 2013 Tweet Pin It Tweet Pin It Este viernes 24 de mayo en el Cine Club Usach comienza un ciclo dedicado al cineasta estadounidense Sam Peckinpah (1925-1984), multifacético director que se inscribió con letras de oro en el western, pero además incursionó en el género de acción y bélico, ente otros. La muestra parte con “Ride the high country” (1962), segundo largometraje del norteamericano, sindicada como su primera obra maestra y pieza inaugural del “western crepuscular”, denominación que recibió el particular tratamiento de Peckinpah a sus personajes: antiguos héroes del oeste, ahora acabados, sombríos y violentos. Sinópsis: Dos antiguos pistoleros se asocian para escoltar un cargamento de oro. Uno intenta hacer un buen trabajo y volver a su casa. Pero la única intención del otro es robar la valiosa carga… La cita es mañana viernes 24 de mayo a las 18:00 hrs. en la Sala de Cine Gladys Pinto, ubicada en el subterráneo del Edificio del Departamento de Desarrollo de Talentos Artísticos (Ecuador 3555, Estación Central). La entrada es liberada. Además te invitamos a leer la columna de José Miguel Ortega sobre “Perros de paja”, del mismo director en este link. […]