Crítica de cine: “Monsters University”: teoría vs. práctica
Resulta difícil hacer una pre-cuela de una película y que esta sea realmente buena. Como la mayoría de estas producciones son básicamente una explotación de una franquicia y el final está obligado a ser predecible, ciertamente el factor sorpresa no es una opción. Todos sabemos que Anakeen terminará volviéndose malo. Todos sabemos que Magneto y el profesor Xavier terminarán siendo enemigos. Y también sabemos que Mike y Jimmy terminarán trabajando en “Monsters Incorporated”. Se tienen demasiados antecedentes del final. “Monsters University” lidia eficazmente con esos elementos en contra y termina siendo una buena película, a la altura de la original. Bueno, quizás no tanto, pero casi.
Si “Monsters Inc.” era una ingeniosa alegoría a las corporaciones inhumanas y sin escrúpulos, “Monsters University” es un retrato de la universidad gringa, y claro, en la historia hay más de un cliché al respecto, salvo quizá por las drogas, el sexo y el alcohol, pues al final de cuentas, estamos ante un producto dirigido esencialmente para niños.
Una de las mejores cosas de esta cinta es que no necesita de muchos guiños a la película original para pararse, y se las arregla solita. De hecho, no aparecen muchos personajes de la película anterior, solo la pareja protagonista y Randall, y sería. Esto por si quiere llevar a un niño que no vio “Monsters Inc.” (¿Cómo se dice en estos casos? ¿La anterior? ¿La posterior?) a verla.
Mike Wazowsky y Jimmy Sullivan están ansiosos por convertirse en monstruos asustadores. Sin embargo, solo Jimmy tiene las capacidades innatas para hacerlo. Mike, en cambio, debe esforzarse, y suplir sus carencias con estudio, esfuerzo y trabajo. La película analiza profundamente lo que pasa actualmente en el sistema educativo, en el que la meritoracia está jugando un rol secundario, si es que no terciario. El talento natural es importante, sin embargo, es solo uno de los caminos posibles. La preparación y el sacrificio pueden ganarle al talento natural. Mike se destaca en la teoría, participa en clases, lee todos los libros, y Jimmy, al contar con un apellido famoso y un don innato, no cree necesario esforzarse. El resultado es una versión moderna y monstruífica de la liebre y la tortuga.
En el sistema educativo el esfuerzo no es lo único: en “Monsters University”, importa también de quién eres hijo, qué tan popular eres, amigo de quién eres, y por supuesto, qué pinta tienes. Los dos protagonistas se ven obligados a unirse a la fraternidad de los nerds (Sí, fraternidad y nerds, dos clichés de las películas gringas de universitarios en una misma frase) para no ser expulsados de la facultad por sus metidas de pata. Y claro, como en toda película, sus enemigos se enfrentarán a la fraternidad más cool y prestigiosa, en una disputa en la que nadie dará un peso por ellos.
No voy a dar ningún dato acerca de cómo termina la película, pero sí puedo decir que es muy recomendable, con personajes bien construidos, con mensajes trascendentales acerca del esfuerzo y el fracaso, y con una narrativa que le da mucho peso, a diferencia de muchas de las películas animadas actuales, que son en el fondo varios gags pegados a la fuerza.
©Por Felipe Tapia
