“Better Call Saul”: Quinta temporada, Kim es la clave de la historia.

 “Better Call Saul”: Quinta temporada, Kim es la clave de la historia.

ATENCIÓN: si no has visto la quinta temporada no leas esta crítica. Estamos en cuarentena. Quédate en casa y mira los diez episodios que la componen.

Cuando vemos BCS es imposible no hacer comparaciones con “Breaking Bad”. Ambas historias tratan de un personaje y cómo se va degradando moralmente hasta meterse en el mundo de la ilegalidad. Sin embargo, la diferencia es que Jimmy, a diferencia de Walter, ya tenía vasta experiencia en ese mundillo.

Durante todas las temporadas anteriores Kim se erguía como el cable a tierra para Jimmy. Todos esperábamos que esta lo iba a dejar en algún momento, cuando el abogado cruzara alguna línea moral que ella no aprobara. Pero mientras aguardábamos el puñetazo en las costillas, los guionistas nos dieron en la mandíbula.

Kim, a diferencia de Skyler, está con Jimmy por voluntad propia y, pese a que tiene reservas con su comportamiento, no entra en conflicto con su pareja. Durante todas las temporadas imaginábamos el desenlace de la serie: Mike iba a terminar trabajando como lugarteniente de Gus, Saul acabaría como abogado de delincuentes de poca monta, y en algún momento Kim se iría de su lado. Y llegaríamos a los acontecimientos de “Breaking Bad”. Lo único que estaba en duda era, hasta el momento, qué pasaría con Saul en su nueva identidad en Nebraska.

Las anteriores temporadas vimos que Kim, pese a ser una bogada correcta y honesta tenía un lado más juguetón y que la personalidad de Jimmy en cierto sentido le atrae, como el chico malo que atrae a la chica buena. Aun así, percibíamos que existían ciertas líneas que ella no cruzaría. Esta temporada dio un giro inesperado, mostrándonos que Kim no es ni por asomo el ancla moral de Saul, sino que, por el contrario, su capacidad para distinguir el bien del mal está incluso más distorsionada que la de nuestro abogado favorito.

Ahora bien, con esto no quiero decir que la historia sea buena por un giro inesperado. La sorpresa no es siempre sinónimo de buen guion. En ocasiones, como “The Walking Dead” o “Game of Thrones”, el querer estar sorprendiéndonos todo el tiempo puede ir en detrimento de la calidad de la historia. Lo que hace que el cambio de Kim sea espectacular es que ella era, hasta hace poco, lo único que ataba a Jimmy al mundo legal. Partió de ser solo la pareja a convertirse en un personaje clave para la historia, con seguridad la que definirá al protagonista. Ciertamente, ella es el pilar de la trama.

Los giros argumentales funcionan solo si estos tienen sentido. Si solo se hacen para sorprender mejor omitirlos. En este caso, la transformación de Kim recuerda mucho a la crisis que sufrió Walter White, un profesor que siempre siguió las reglas y que de la noche a la mañana reveló el aspecto más sórdido de su personalidad. Todos creíamos que Kim dejaría a Saul, pero ahora surge una nueva posibilidad, que este la deja, no sabemos si para protegerla del peligroso mundo al que está entrando como abogado, o porque el comportamiento de su novia es inaceptable incluso para él.

“Better Call Saul” se mantiene con un alto nivel de calidad y esperamos con ansias la sexta y última temporada. ¿Por qué Kim no aparece en “Breaking Bad”? ¿Sobrevivió a los acontecimientos de la precuela? ¿Enderezó su camino y abandonó a Jimmy? ¿O su incursión en la ilegalidad tuvo un mal desenlace? Habrá que esperar un año para conocer la respuesta, así como lo que sucederá finalmente con Jimmy.

Por Felipe Tapia, el crítico que no se cambia de ropa desde que comenzó la cuarentena

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