Crítica de cine: “Hitman: Agente 47”

 Crítica de cine: “Hitman: Agente 47”

Debido al éxito que tienen los videojuegos, que muchos hayan sido llevados al cine no es ninguna novedad. Sin embargo la mayoría de estas adaptaciones (por no decir todas) han sido rotundos fracasos, con escasas excepciones como la saga “Resident evil”, la cual tampoco destaca por su calidad cinematográfica aunque le haya ido bien en términos de taquilla.

“Hitman, agente 47” sigue la misma línea de otras películas inspiradas en videojuegos, y se nos presenta como una cinta bastante insulsa, llena de vacíos argumentales y donde ni siquiera las secuencias de acción son suficientes para levantarla.

La historia es bastante simple. El Agente 47 (Rupert Friend) fue modificado genéticamente antes de nacer para ser un perfecto asesino, con capacidades físicas e intelectuales superiores al de un ser humano normal. Además fue educado desde niño para este trabajo, por lo cual tiene nervios de acero y no siente remordimientos por lo que hace. 47 fue parte de un experimento liderado por el profesor Litvenko, quien al darse cuenta de lo peligroso que sería para el mundo seguir con el programa, decidió desaparecer de la faz de la Tierra. Ahora, su hija Katia es buscada incansablemente pues al parecer es la clave para encontrar el profesor y reiniciar el programa de creación de asesinos perfectos.

La película es irregular de principio a fin. Tiene algunas buenas ideas y momentos de acción relativamente bien logrados, sin embargo son tantos los baches en el guión y en las actuaciones, que el público se sentirá desorientado constantemente. Una cosa que llama particularmente la atención es que el Agente 47, presuntamente con los sentimientos de un robot, aprieta constantemente los dientes como si estuviera nervioso, por lo cual no calza el discurso con su expresión facial. Además el personaje es realmente poco empático. Ya el cine nos ha dado ejemplos de cómo se pueden desarrollar personajes sin emociones, pero que a través de pequeños detalles logran la empatía con el público. 47 no es el caso, no cae bien y ni siquiera sus hazañas son emocionantes. Es realmente ver un personaje de videojuego matando personas en la pantalla, y el no cine funciona bajo los mismos códigos, necesita de otras cosas para emocionar al espectador.

De los demás roles el que más destaca es John Smith, interpretado por Zachary Quinto (Spock en “Star Trek”) quien es el opuesto al Agente 47. Un personaje que sin embargo se pudo haber aprovechado más pues al inicio promete bastante, para luego convertirse en una especie de agente inmaduro, que solo destaca por sus capacidades físicas.

Raya para la suma, “Hitman, Agente 47” no hace más que confirmar el prejuicio (justificado a estas alturas) de que videojuegos y cine no son una buena combinación.

Por Juan Carlos Berner

En Twitter: @jcbernerl

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