Crítica de cine: “El Clan”
Al igual que Chile y otros países de Latinoamérica, Argentina sufrió durante varios años de una terrible dictadura militar durante parte de los años 70 y 80. Al igual que acá, había organismos represores y personas que se dedicaban a hacer desaparecer a otras. Arquímides Puccio es un hombre que trabajaba para el Gobierno militar haciendo este tipo de encargos, y cuando la dictadura se acabó no encontró nada mejor que dedicarse a secuestrar personas por dinero. Lo llamativo del caso es que en este “negocio” involucraba a su familia completa, incluyendo a sus hijos adolescentes. Para contextualizar históricamente, el accionar de este clan familiar fue entre los últimos años de la dictadura militar y los primeros del gobierno de Raúl Alfonsín.
El principal aliado de Arquímides en esta macabra familia es Alejandro, su hijo mayor, quien además es parte de la famosa selección de rugby argentina. El joven sin embargo está más preocupado de su actividad deportiva y de formar su propia familia. A diferencia del padre, a Alejandro aún le queda algo de conciencia.
Debido a esto, el conflicto de la película no está, como generalmente nos muestra el cine, en la lucha entre héroes y villanos, pues aquí son todos de alguna forma culpables. Aquí es un padre absolutamente inescrupuloso que se ve descolocado por la actuación de su hijo, quién tiene otros objetivos en la vida, pero que tampoco es capaz de enfrentarse a su progenitor por más que quiera; es una lucha entre la maldad y la cobardía reflejada en un padre y un hijo. Y como es habitual en el cine, los conflictos padre hijo suelen ser muy potentes.
Haciendo de lado el hecho de que la cinta está inspirada en una increíble (y terrible) historia real, lo que vemos es una película con un guión redondo y con actuaciones sobresalientes. Lo que más destaca es la naturalidad con la que se desarrollan los diálogos y las escenas. El espectador realmente puede involucrarse emocionalmente con lo que sucede en pantalla, porque se ve aterradoramente natural.
Y si de emociones se trata, “El Clan” es de aquellas películas que son capaces de llevar al público por todas, porque Pablo Trapero (el director) le pone incluso algunas cuotas de humor negro. No es casual en este sentido que el personaje protagónico es interpretado por Guillermo Francella, un gran actor argentino que es reconocido más que nada por su trabajo en comedias para la TV. De esta forma, “El clan” es una muy lograda mezcla de sensaciones, donde pasamos desde la incredulidad a la impotencia, desde el horror a la risa contenida.
En “El Clan” encontramos una cinta con una profunda crítica social pero que a la vez tiene la capacidad de ser masiva y entretenida para el público. Una nueva joya del cine que nos llega desde el otro lado de la cordillera.
Por Juan Carlos Berner
En Twitter: @jcbernerl