Scott Pilgrim: El Estreno que no se estrenará

¿Te has imaginado cómo serían nuestras vidas si se aplicasen los mismos principios de los videojuegos? ¿Si por ejemplo, al tomar decisiones que te ayuden a madurar, como conseguir trabajo, se eleven tus puntos de experiencia, haciendo que tus ataques causen más daño? ¿O que puedas tener vidas extra, que te permitan volver a empezar desde cierto punto de tu vida, permitiéndote corregir ciertos errores? ¿O que cada vez que golpeas a un desagradable, este se transforme en monedas que te ayuden a pagar el pasaje de la micro? ¿O que en la pantalla aparezcan barras de energía que indiquen tu hambre, lo llena que está tu vejiga antes de orinar, etc.? ¿Nunca se lo han imaginado? Tas que son fomes. Bueno, esa es más o menos la premisa de la película Scott Pilgrim Vs. The World: Hechos de la vida cotidiana en un mundo regido por las leyes de los videojuegos antiguos.

En una época donde la convergencia de medios es grito y plata, la nostalgia o vintage es un negocio seguro, y la industria del cine se nutre sin tapujos de los éxitos de los géneros novelesco y del cómic, estos tres elementos han dado lugar a una película diferente de un género inclasificable: Uno no sabe si es humor, romance, drama, fantástica, superhéroes, acción, o si le están tomando el pelo. Lo que sí es seguro es que esta película es bastante fiel a los planteamientos e historia del cómic de Brian Lee O’ Maley. La historia también es muy parecida, y de hecho los primero tres cuartos son casi idénticos a la trama original, tanto por la trama, como los personajes, diálogos y hasta escenas, por lo que se puede decir que el director Edgar Wright se preocupó bastante de hacer una obra que no tergiversara la original, costumbre que parece un deporte olímpico en estos tiempos de arruinar buenas historias con fines comerciales.

La historia está basada en las andanzas de un veinteañero despistado e inmaduro cuya debilidad son las mujeres guapas. Residente en Toronto, Canadá, en la misma cama de su amigo gay, Scott y sus amigos buscan ganarse un lugar en el mundillo de las bandas juveniles, bajo en nombre de Sex-Bob-Omb (Que alude a la canción Sex Bomb de Tom jones, y un enemigo de Mario Bros., Bob-Omb, la bombita que explotaba).  Scott, quien sale desde hace poco con una alumna de colegio, se enamora de la chica de sus sueños (Literalmente, porque se le aparece mientras duerme): Ramona Flowers. Para tener derecho a ganar su corazón, Scott deberá derrotar a la Liga de los 7 Ex Novios Malvados (Y uno que se queja cuando tiene que invitar a una lola a comerse un sándwich). Entre sus rivales Scott deberá derrotar a los actores que encarnan a Superman y El capitán América. Durante el transcurso de la historia, Scott irá madurando y aprendiendo importante lecciones como el ser honesto con las personas, ser de una línea, respetar los sentimientos del otro, tomar las decisiones correctas, etc. Y por supuesto, abrirse paso con su banda de rock adolescente. La historia goza de una ingente cantidad de secundarios que, al mismo tiempo, para mí constituyen una debilidad tanto en el cómic como la película: Muchos de ellos están gritando toda la historia por más protagonismo: El amigo gay Wallace Wells, la amiga Kim Pine, la hermana de Scott, Knives Chau, el Joven Neil (Young Neil), el Otro Scott (Pareja de Wallace), y muchos más.

La historia está dirigida al público nostálgico, y está llena de referencias a la contracultura, que incluyen superhéroes, animé, videojuegos y música indie. La banda sonora no tiene desperdicio, e incluye a T-Rex, Beck, Frank Black, Rolling Stones, y las mismas bandas que aparecen a lo largo de la película, incluyendo la de Scott Pilgrim. La película parte con la música de A Link To The Past del juego The Legend Of Zelda de la nostálgica consola SNES de los 90.

El cómic, hay que decirlo, no es ninguna maravilla a mi juicio, pero tampoco puede ser considerado malo. La verdad es que se ha construido un éxito sin precedentes en un público norteamericano malacostumbrado a la hipertrofia muscular. Y claro, cualquier obra distinta gozará de bastante calidad y reconocimiento, pero dentro del género, no es sino una historia bien contada, nada más. Y la adaptación cinematográfica podría ser sometida a un juicio similar. Y quizás otro punto flaco es que el chiste de los videojuegos causa gracia al principio, pero termina agotándose.  Pero tiene muchas escenas memorables y bastante divertidas.

Para una película de este multigénero, se escogió bastante bien a uno de los actores juveniles más recurridos esta época: Michael Cera (Tierra de Zombies, Superbad, Juno). Sin embargo, el éxito de la película en Estados Unidos (Estrenada en agosto del 2010) fue opacado por sus titánicos competidores, entre los que se encuentran The Expendables (Acá la derrota es justificable, muy Cera será Cera pero contra Stallone o Li, poco y nada puede hacer) o Eat, Pray Love (Con Julia Roberts y promocionada hasta por Ophra, o sea…). Y de paso, al ser un género algo inusual y con referencias a una cultura un tanto pretérita, cuesta seguirle el hilo o los guiños que solo los viejotes comprenden.

Otra decisión que contribuyó a nublar el éxito, por lo menos en Chile, es que estaba destinada a estrenarse en enero del 2011, lo que es casi una invitación a bajarla por Internet, cuando ya han pasado varios meses de su estreno en Estados Unidos. Y finalmente, la película no se estrenará ni en enero ni nunca, pero la versión en DVD y Blu-Ray ya está disponible para comprarla en las tiendas especializadas de cine.

Se podría decir que esta película es de lo mejorcito que hay en adaptaciones de cómic. Pero claro, considerando lo baja que está la vara, tampoco es algo de lo que enorgullecerse. Solo para pasar un buen rato, sentirse ñoño reconociendo los guiños y alusiones, y ver divertidas escenas de acción.

Por Felipe Tapia

Les dejo el trailer:

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