“Cinco minutos en el cielo”: comentario de cine.

Coincidiendo con la condena del general Videla en Argentina, esta película toca el tema de la violencia política de un pasado reciente, y de cómo pueden vivir una víctima de esta violencia y un victimario, años después de acontecidos los hechos.

La historia parte en Lurgan (Irlanda del Norte) en octubre de 1975. Cuatro jóvenes asesinan a otro,  ansiosos de hacerse una reputación como miembros del UVF (Fuerza de Voluntarios de Ulster), El ejecutor del disparo es un muchacho llamado Alistair, y lo hace frente a los ojos del hermano pequeño de la víctima. El niño, llamado Joe, quedará fuertemente traumatizado, no solo a causa de que el hecho ocurrió frente suyo, sino también porque será el blanco de las iras de su madre (el resto de su vida) por no haberlo impedido.

Después, la película nos traslada a finales de los 90, donde vemos al asesino (Liam Neeson) y al hermano del asesinado, (James Nesbitt), ambos ahora adultos, dirigiéndose por separado a la grabación de un programa de televisión  que los ha reunido, y nos enteramos a través de las conversaciones con sus respectivos choferes durante el trayecto, sobre que sienten y piensan respecto de este encuentro.

La película es bastante minimalista y tiene un lenguaje casi teatral, con planos largos y textos extensos, pero intensos a la vez, lo que le da un fuerte realismo a las escenas y a las actuaciones. A ratos incluso da la sensación de que lo que uno está viendo es un documental sobre dos hombres que protagonizaron un hecho de violencia en su juventud. Bueno, eso funciona mientras uno se olvida que está viendo a un actor tan conocido como Liam Neeson.   

También es interesante el contexto en que se da este encuentro; un programa de televisión con tintes de reality show. Parece que hoy en día todo debe convertirse en show, incluyendo los dramas humanos más profundos. Es aquí donde los personajes secundarios toman mayor relevancia, en particular una asistente de producción del programa que intenta aconsejar a Joe, y paralelamente comprender lo que significa realmente para este hombre, haber vivido tantos años con este conflicto en su interior. Da la sensación de que el director del filme, Oliver Hirschbiegel, puso a este personaje como una representación del público que ve la película, en especial de aquellos que son más jóvenes y que no han vivido de cerca una experiencia como la de los protagonistas. Curiosamente es esta asistente quien más logra llegar al corazón de Joe y entenderlo.   

“Cinco minutos en el cielo” es un filme acerca de los traumas humanos, de aquellos que nos marcan para toda la vida, y por tanto nos convierten en lo que somos. De alguna forma todos tenemos alguna experiencia que nos ha marcado en la infancia y que, dependiendo de cómo la hayamos enfrentado, nos ha hecho más fuertes o más débiles, más felices o desgraciados, y de las cosas que estamos dispuestos a hacer por acabar de una vez por todas con los fantasmas del pasado. 

Una película excelente.  

Por Juan Carlos Berner.

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