Crítica de cine: “Mi Amigo Robot”

Hay veces en que las palabras sobran, especialmente cuando estamos disfrutando de la compañía de alguien especial. La verdad es que no se puede expresar todo lo que uno experimenta internamente: cosquilleos en la piel, el latir del corazón, mil y un pensamientos que jamás saldrán de tus labios. A veces, solo es necesario estar al lado del otro.

“Mi Amigo Robot” expresa esto de manera magistral. Como he mencionado en muchas ocasiones, la animación nos transporta a mundos increíbles y nos brinda experiencias únicas que realmente no funcionarían en acción real (por lo cual no entiendo por qué hay tantas adaptaciones en acción real de series animadas o reboots de clásicos de Disney, que la verdad, todos los que aman estas películas saben que no les llegan ni a los talones en cuanto a calidad comparadas con las originales).

“Mi Amigo Robot” es obra de Pablo Verger. Su estilo visual sencillo y apariencia inocente provienen de la adaptación de una historieta creada por la artista estadounidense Sara Varon. Este film tiene una duración aproximada de una hora y media y presenta personajes que son animales antropomórficos. No hay diálogos presentes, pero el diseño de sonido es notable en múltiples aspectos. Lo que nos acompaña durante toda la experiencia son las expresiones de los personajes, la música que expresa cómo se sienten ellos y, por supuesto, el ‘acting’ de estos mismos.

Es una historia hermosa y triste que muestra de manera perfecta la soledad, las alegrías y los dolores cotidianos. Trata sobre un perro solitario que compra un robot para que lo acompañe y comienza a vivir la vida de la mejor manera posible: acompañado. Sin embargo, estos dos pronto se ven separados y ‘Dog’ tiene que aprender a llevar su soledad consigo, al igual que el robot. Habla del paso del tiempo, de las conexiones con otras personas y de cómo no está mal apreciar todo lo que nos sucede, incluso si ya está en el pasado, pues es de este mismo del que aprendemos de nuestros errores, agradecemos que las relaciones que tenemos hayan sucedido y es por eso que duele cuando terminan.

Por favor, no pierdan la oportunidad de disfrutar esta experiencia.

Escrito por Pedro Ascui, sígueme en Instagram como @Pit.lite