Crítica de Cine: “Asesino por Naturaleza”

 Crítica de Cine: “Asesino por Naturaleza”

Como he mencionado anteriormente en otras críticas (y si no las he leído debería hacerlo), el perfil, la manera y la forma de hacer terror ha ido cambiando-evolucionando-mutando con el tiempo. Hoy vemos terror donde antes no se había investigado ni menos atrevido. Cosas cotidianas, mundanas, aprendimos a ver y sentir terror en cosas diferentes. Esta película nos devuelve de golpe al terror gore de los 80s, como un ensayo muy bien aprendido de cualquiera de las películas “Viernes 13” y su gran asesino serial Jason Voorhees.

En medio de un bosque en donde no hay más que un par de cabañas cerca que sirven de morada para jóvenes veraneantes, una extraña figura humana emerge literalmente desde la tierra para ir a buscar un recuerdo de infancia que le fue arrebatado, sin querer, por uno de los visitantes. Sin más preámbulo ni motivo adicional, comienza la cacería de este ser que se cierne contra todo ser humano que se cruce por su camino.

Esta película canadiense es curiosa por varios motivos. Es es la ópera prima del director Chris Nash, quien solo había dirigido segmentos y cortometrajes. No le quedó gigante la tarea, ya que, y este es otro de los puntos curiosos, la manera de filmar que más destaca es situarse tras el asesino y seguir cada uno de sus pasos, primero sin mostrar su rostro, para luego dejar al descubierto no solo eso, sino que propicia los mejores ángulos para que las atroces muertes puedan ser apreciadas en primerísimo plano. Y hablando de los asesinatos, ese es otro de los puntos “altos” de la película, abusar de las mutilaciones y muertes que, tal como la publicidad que acompañó al largometraje muy bien indica, son asesinatos nunca antes vistos (siendo que Art The Clown -“Terri|fier 2” del 2022- ya había dejado la vara alta, muy alta).

Ahora bien, ni la trama, ni la locación, ni el biotipo del asesino, ni las víctimas, tienen algo de original, parece un refrito de las películas más famosas de los años 80, incluso con sus falencias. Hasta algo de paranormal tiene que la hace cruzar la línea de lo fantástico, para el gusto o disgusto del espectador. Además, el afiche promocional nos hace recordar a “The Prowler” (1981) que a hispanoamérica llegó como “El Asesino de Rosemary”.

Carente casi absolutamente de música (de manera intencional), la banda sonora está compuesta por los sonidos del bosque, las voces de los jóvenes, y el metal del asesino. Y en eso el sonido a veces se cae, ya que técnicamente al ir la cámara caminando detrás del asesino, no puede existir doble sonido de pasos en el bosque, por lo que muchas veces se notó la sobreposición del audio. El filme gana en generosidad de sangre y vísceras, y de esa forma se ha vendido al público, por lo que sabemos exactamente qué iremos a ver.

Con todo, con una historia ya conocida, con actuaciones que no vamos a recordar, con asesinatos atroces y que difícilmente se hayan visto en otras películas, “Asesino por Naturaleza” cumple con lo que vino a mostrar y derrochar.

Recomendable para los fanáticos de la sangre y el horror.

Escrito por: ©Daniel Bernal

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