Cine somnífero Vol. 1: “Hellhole” (El abismo del infierno)
A partir de ahora y en vista que todos hablan de las buenas películas, las de cine y las que rompen récords de taquilla, me voy a encargar personalmente de ensuciarme las manos y ver películas “no tan buenas” para ahorrarles el tiempo a los lectores y de plano, ¡para que no las vean!
Hoy en la primera entrega de Cine Somnífero les quiero hablar de una peli que me recomendó Netflix y cometí el error de aceptar la recomendación.
Una película de horror polaca del año 2022 que originalmente se llama Ostatnia wieczerza (la última cena) pero por fines de Marketing le cambian el nombre solamente porque sí.
Nos remontamos a los años 80 en un monasterio bien cliché a donde un policía llega de manera encubierta a investigar muertes que ocurrieron de forma misteriosa.
Previo a ello nos dan un prólogo de los años 50 donde (otra vez cliché) aparece un niño con la señal del demonio, un cura intentando sacrificarlo y todo eso.
Entre “dimes y diretes” se nos revela que el monasterio no es tal, sino un sanatorio para personas poseídas por el demonio. Hasta el momento todo iba bien pero llega un punto donde el ritmo de la película se estanca terriblemente y acuden a recursos visuales (sangre, moscas, lo clásico que sale en películas de posesiones) para medio animar la cosa.
Se vienen spoilers duros así les pido perdón de antemano.
Tras una tediosa hora donde no se sabe a dónde va a parar la película, aumenta la velocidad de forma increíble, sale el famoso plot twist donde “los buenos son los malos y los malos son los buenos”, pasan cosas raras, toda la fotografía se vuelve un video de black metal nórdico (increíblemente bueno eso sí), llega la reencarnación del mismísimo demonio a la tierra mientras abruptamente termina la película en pleno apocalipsis. No sé si acuden a ese final como para dejar a uno sorprendido o molesto esperando un mejor cierre (que nunca llega).
Probablemente esté siendo muy duro con la película y otra persona que la vea la encuentre buena. Tenía muy buena intención, buenos efectos y visualmente está muy bien trabajada. Muchos críticos le alaban los callbacks al cine de terror italiano de los 70, mucha inspiración en Lucio Fulci. Pero sin pretensiones le vi vuelta, la analicé a mil y la encontré mal ejecutada, con una trama que se estancó y de repente se apuró como si se acordaron que la película tenía que durar menos de dos horas.
Vayan a verla mientras sigue en Netflix, generen su propia opinión y discutámosla en la sección de comentarios.
¡Cambio y fuera lectores!
Iván Izquierdo.
