“Batman, under the red hood”: El murciélago vuelve en DVD y Blu-ray

¡Santas animaciones, Batman!

En la década de los 90, las grandes compañías de cómics lograron salvarse de la inminente bancarrota gracias, en parte, al apoyo económico del merchadising y las adaptaciones cinematográficas. Actualmente, el cine aporta más de la mitad de las ganancias a Marvel y Dc, cuyos cómics impresos están muy por debajo del total de la riqueza acumulada. El beneficio es mutuo: la industria hollywoodense, hallándose en plena crisis creativa, vio en los cómics una provechosa base de datos de guiones, con personajes conocidos que garantizaban éxito, al menos parcial.

Paralelamente con las adaptaciones Live Action, el género de los dibujitos ha ganado terreno este tiempo, intentando abrirse paso en un negocio como la animación, que se ha ido profesionalizando, trasladándose a un contexto más adulto en sus contenidos, y aspirando a competir con la precisión técnica y artística del popular género de Animé. Las animaciones han emulado el modelo que catapultó al éxito a su primo millonario, la adaptación Live Action: escoger un cómic que haya tenido fama, para asegurar de antemano un público, como el caso de Sin City, V de Vendetta, Watchmen, 300, Batman, Daredevil, Spiderman, etc. (Como comentario es algo bobo: ni modo que escojan cómics que no hayan tenido éxito). Dentro del cómic, el género de tipos que usan la ropa interior por fuera es sin duda el más popular en Estados Unidos.

La última película animada de Dc: Batman, Under The Red Hood, es todo lo anteriormente mencionado. Una historia más adulta, con calidad de animación bastante superior a sus antecesores, y que bebe de una historia ya clásica y a mi juicio una de las mejores de Batman en los años 90: Una Muerte en la Familia. Este año, es la más reciente estrenada, en julio del 2010.

Un poco de historia ñoña: Batman ha tenido en total tres Robins. El primero, Dick Grayson (O Ricardo Tapia, como se le llamó en la traducción mexicana), terminó independizándose de su oscuro protector para formar su propio grupo de superhéroes juveniles: Los Teen Titans, entre los que figuraban Wonder Girl, Kid Flash, y otros de ese estilo. Con el tiempo creció, y como un adulto de piernas peludas y voz ronca se vería mal vestido de Robin, cambió de identidad y de traje, llamándose Nightwing. El segundo Robin se llamaba Jason Todd, y era todo lo contrario a su predecesor: Era un delincuente juvenil que intentó robar el Batimobil (¡Válgame!), al que el Cruzado Oscuro quiso reformar. El problema es que este Robin no cayó bien, por ser rebelde, porfiado y llevarle la contra a Batman, en lugar de ser su medio pollo y exclamar ¡Santo…! cada cinco minutos. Como consecuencia, la editorial DC creó una historia llamada “Una Muerte en la Familia”, cuya conclusión era decidida por los lectores: Debían marcar un teléfono y decidir si al siguiente número Robin moría o vivía. Así, los lectores prácticamente dieron la orden al Joker de que matara al desafortunado Chico Maravilla II (Una de las pocas instancias en las que los lectores han tenido cierta participación con el medio del cómic). La historia tuvo las consecuencias esperadas: Un Batman que hasta la fecha se tortura por la culpabilidad de la muerte de su protegido, por haber enviado a un niño a hacer el trabajo de un hombre, y, era que no, la aparición de un tercer Robin (artículo rentable por donde se le mire), Tim Drake, que se volvería el Robin más estable, con beneficios que los dos anteriores no tuvieron: Una serie propia, un uniforme menos ridículo y una reputación heterosexual intachable. Pero sin duda la importancia de este arco argumental fue el mostrar a un Batman más humano, culposo y que a partir de entonces cuestionaría todas las decisiones que tomó, porque había probado el amargo sabor del error y la muerte, que le hizo recordar el trágico destino de sus padres, hecho que lo llevó a convertirse en héroe.

El Joker: Inmoral, delirante, absurdo, insensible y malévolo, como nunca

La decisión fue considerada por muchos directivos de DC como errónea, pues no se podían tomar decisiones como si un personaje vivía o moría en la historia, a partir de la popularidad que éste  tenía. Sería tan inverosímil como medir la calidad de un político basándose en encuestas de popularidad (¡Ouch!). Y más de una década después, Jason Todd vuelve: No estaba muerto, andaba de antihéroe, más adulto, más macho, más enchulado, curado de espanto y dispuesto a limpiar las calles de Gotham City de las escorias de la sociedad, esgrimiendo un concepto totalitario de justicia que Batman no compartía, alimentando así el clásico tópico del héroe anticuado e idealista versus el joven, práctico y desencantado. Y se hace llamar Red Hood, en alusión a una identidad que su asesino, el Joker, tuvo antes de volverse el príncipe payaso del crimen.

Este año este famoso cómic ha tenido su propia adaptación. La historia parte con una breve introducción que muestra la muerte de Jason, para luego dar un salto a la actualidad y contarnos su problemático regreso. El relato está bien contado, y los personajes están muy bien desarrollados, demostrando que los cómics no necesariamente son para niños. Hay mucha más violencia, muere gente, y el personaje mejor logrado a mi parecer es el Joker: malvado, impredecible y sicópata, logra lo que los anteriores Joker no pudieron. Si bien el interpretado por Ledger en The Dark Knight era atemorizante, no captaba el tono de ese personaje que lo pasa chancho siendo villano, pues era demasiado filosófico y reflexivo. Acá no solo es malvado, también es dicharachero, absurdo y frenético, justo como debió ser el Joker. Los otros malulos de esta película, mejor ni mencionarlos. Una vergüenza, considerando la magnífica galería del Batibobo.

Las escenas de acción son fantásticas, y ahí se nota mejor el trabajo. La animación es bastante superior, y es capaz de competir con producciones extranjeras.  Pero muchas veces la película se vuelve pura acrobacia y disparos, y peca del mal del cine gringo donde todo explota. Algunas escenas, como cuando Batman y el Ex Robin discuten, y durante la conversación Jason le lanza su casco a Batman y éste explota ¿Había necesidad de eso?

La historia, si bien es buena, tampoco ofrece nada nuevo. Como dije antes, es el tópico de héroe correcto vs. antihéroe. Idealismo vs. Pragmatismo. Vamos, se han contado mejores historias de Batman.  Jason Todd encarna e espíritu de los noventa, que se vio saturado de antihéroes, en una época donde ser idealista no era cool, y se superpobló al cómic de tipos duros, con mala actitud, una enorme pistola en cada mano y demasiada testosterona. Sin embargo, a pocas semanas de su estreno se ha ganado la reputación de ser la equivalente animada de The Dark Knight ¿Será para tanto? ¿Más que La Máscara del Fantasma? ¿No será que las anteriores  películas animadas del Batitipo eran más bien flojitas?

Como sea, ésta es la estrategia que están ocupando Marvel y Dc. Basar sus adaptaciones en historias clásicas que aseguran un éxito y ahorran el trabajo de crear un guión completamente nuevo. Tenemos Planet Hulk (Marvel), Hulk vs. Wolverine (Marvel), Crisis en las Dos Tierras (DC), The New Frontier (DC). Aplaudo la idea. De esa forma nos salvaremos de bodrios como las adaptaciones de Schumaher de Batman o la película de Fantastic Four. Pero hay mucho mejor material. Es verdad que la muerte de Robin fue una de las mejores historias noventeras, y que marcó a una generación mucho más que la insulsería mediática y comercial de La Muerte de Superman. Pero es porque los 90 fue por excelencia la década más mediocre del comic de superhéroes, y claro, la vara era muy baja. No es ni por asomo la mejor historia de Batman.  Si es por eso, le tenemos La Broma Asesina, Arkham Asylum, Leyendas, El Culto , y otras. Ya se han anunciado rumores de adaptaciones de comicazos como All Star Superman o Batman: Año Uno. Ojalá se pongan las pilas.

Sería maravilloso ver más aciertos como la excelente Relatos del Navío Negro, versión animada de una historia de Watchmen. Recordemos que el cómic y la animación llevan décadas conversando, y ha sido una forma muy eficiente de popularizar personajes. ¿Cuántas personas existen que conozcan la canción del Spiderman sesentero, o que conozcan a Batman, Alfred, Acertijo, Gatúbela, sin haber leído nunca un maldito cómic? Todo gracias al cine y los monitos.

La película está disponible en DVD en la mayoría de las tiendas especializadas, ubicadas en Paseo Las Palmas, Portal Lyon o cualquiera de esos sucuchos que son como templos para los fanáticos; los más lolitos, y los vejetes como uno, que leyó los clásicos y suspira nostálgico cuando algunas de estas historias son adaptadas.

En este enlace el sitio oficial y el trailer: http://warnervideo.com/batmanredhood/

Por Felipe Tapia. 

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