¿Qué es lo que nos asusta actualmente?
Esta temporada el terror parece haberse posicionado notablemente, tanto en el ámbito nacional como internacional ¿Cómo puede seguir sosteniéndose un género como este, en esta era que parece habernos quitado nuestra capacidad para sorprendernos y horrorizarnos? La globalización se encarga de comunicarnos inmediatamente de la ejecución de un periodista en Medio Oriente, el asesinato a sangre fría de un hombre a su mujer o un genocidio espantoso, y frente a eso los monstruos clásicos que aterrorizaban a las ingenuas generaciones pasadas, no tienen nada que hacer.
Incluso el terror más psicológico hitchcockiano parece haber sido sustituido por los pixeles y sustos repentinos amplificados con la tecnología de las nuevas salas de cine, que buscan matarnos de un infarto. Es el nuevo suspenso que nos ha tocado presenciar.
¿Cómo ha logrado sobrevivir el género a una época tan cínica y tecnologizada? Creo que se debe a que hay un patrón que se mantiene: la inseguridad, el no sentirse a salvo. Si antes le temíamos a fantasmas, hombres lobo y demonios, ahora nos atemoriza que a la vuelta de la esquina un tipo nos rebane la yugular para quitarnos el celular y las zapatillas. La sensación de desprotección puede manifestarse en un actor disfrazado, un monstruo digital o una metáfora abstracta. Mientras nos sintamos inseguros, existirá el género de terror.
La cultura contemporánea constantemente alimenta la inseguridad: miedo a estar solo, a llegar a viejo pobre, a engordar, a tener mal aliento, a no tener éxito, a la delincuencia, a los gérmenes, a los pesticidas, a la desigualdad, a la cesantía, al hambre, a los desastres naturales, a los extranjeros. La lista es terroríficamente infinita.
No es de extrañar que muchas de las producciones actuales han tomado al hombre como el monstruo más amenazante. “True Detective” recupera el género de cine negro y el relato policial más sórdido, sin disfrazar ni suavizar los defectos más vergonzosos de la raza humana. “American Horror Story”, cuya nueva temporada será estrenada prontamente, se ha caracterizado en cada una de sus historias en transportarnos a los rincones más oscuros del ser humano, mostrando sus defectos e imperfecciones como algo tan espantoso como los asesinos, fantasmas y monstruos que aparecen en cada una de sus temporadas. “The Walking Dead” y “Fear the Walking Dead” son una prueba de como el terror se ha ido adaptando a las inseguridades modernas. No es el zombie lo que asusta, a ese se le puede vencer con un cuchillo o una pistola. Es el miedo a que llegue un día en que los recursos no sean suficientes para todos. Es el miedo a que no se pueda salir de la casa o salir a campo abierto sin que te maten. Es el miedo a que esos famosísimos papelitos numerados por los que nos rompemos la espalda cada mes de un día para otro pierdan su valor. En una época en la que los vampiros y hombres lobos no tienen nada mejor que hacer que enamorar adolescentes, campando por sus respetos, el zombie se ha posicionado como el nuevo monstruo. No porque sea más peligroso que un vampiro, porque de ninguna manera lo es. Es por lo que acompaña su aparición.
Atrás han quedado los días de terror chistoso plasmado en películas como “Gremlins” o “Payasos asesinos del espacio exterior”. Ahora el terror se mete con temas sociales, como la Iglesia. Muchas de las películas actuales tocan el tema del exorcismo, como “Exorcismo en El Vaticano”, “Insidious 3”. En otras palabras, el cuestionamiento que se hace es si la Iglesia como institución tiene cabida en una era contemporánea que busca sus respuestas en teorías de cuerdas y agujeros negros ¿Está el Demonio condenado a formar parte del triste rincón de los monstruos obsoletos, junto a Nosferatu, la Momia y el Monstruo de la Laguna Negra, o es capaz de evolucionar adaptarse a nuestros tiempos? La serie chilena “La Poseída” cuestiona una sociedad elitista y patriarcal al tiempo que invierte los roles de género, haciendo que su protagonista evolucione de dama vulnerable a un ser voraz, peligroso y seductor.
Otras películas como “La Horca” y “La Casa del Demonio” desarrollan una idea vieja pero vigente debes cuidarte de jugar con fuerzas que no manejas, pues las consecuencias te pueden afectar para siempre. Quizá por eso la nueva “Poltergeist” no terminó de convencer a ninguna de las generaciones. No basta con adaptar la historia a los tiempos actuales. No basta con cambiar las marcas de los autos y televisores, sino que es necesario plantear ideas acordes a lo que tememos actualmente. La posesión en sí y los duendes traviesos ya no forman parte del imaginario terrorífico, sí lo son una Iglesia oscura y omnipotente, o una sociedad desigual que nos hace sentir inseguros. Quizá por eso el terror debe aliarse con otros géneros. Si no lo hace con el humor como antaño, puede hacerlo con el erotismo con en “Knock Knock”, película que Keanu Reeves grabó en Chilito, nuestro país.
Algunas propuestas son más modernas y arriesgadas: “Eliminar Amigo” plantea que el monstruo es la Internet, el anonimato de las redes sociales, que pasa a ser un mundo en el que ya no nos sentimos a salvo. En una era donde el miedo y la inseguridad están presentes a cada momento, Internet parece ser un buen refugio. En la red puedes insultar, ser antisistema y hasta un galán semental, sin temor a represalias. Por eso la propuesta de esta película, en la que la cuenta de chat de una joven muerta comienza a acechar a las personas, funciona mucho mejor que “Poltergeist”, porque alude a un miedo con el que la mayoría nos podemos identificar.
¿Qué pasará cuando estos nuevos miedos pierdan su intensidad? ¿Qué pasará cuando el temor a la tecnología, la escasez y la indefensión sigan los pasos de Jason y Freddy Krueger? ¿A qué nueva amenaza recurrirá el cine de terror para no morir? ¿Es posible que podamos convertirnos en una sociedad aún más indolente y apática que la actual, y que ni siquiera los terrores actuales funcionen? Es difícil saber a qué le tememos exactamente ahora, así que es casi imposible vaticinar de qué temáticas se nutrirá el cine de terror del futuro. De momento, el género parece seguir teniendo el suficiente potencial como para ofrecernos una cartelera sumamente variada estos meses que se vienen. Juzguen ustedes qué irá a pasar.
Por Felipe Tapia