Los Magníficos (The A-Team)

El coronel Hannibal Smith (Liam Neeson–Schindler’s List) es el líder planificador; el sargento Mala Actitud Baracus (Quinton “Rampage” Jackson–Hell’s Chain) es el mecánico experto; el teniente Faz Peck (Bradley Cooper–The Hangover) es el agente seductor; y el capitán Loco Murdock (Sharlto Copley–District 9) es el piloto sicótico y camaleónico. Son cuatro militares altamente especializados, pertenecientes a la brigada “Alpha” del ejército de los Estados Unidos.

Después de que su última misión en Iraq es saboteada por enemigos ocultos, haciéndolos quedar como criminales, estos “magníficos” miembros de la brigada “A” son juzgados y condenados, convertidos en chivos expiatorios de un multimillonario robo.  Gracias a sus habilidades consiguen escapar y se proponen utilizar todos los recursos que estén a su alcance para dar con quienes maquinaron tamaña injusticia.

El agente Lynch de la CIA (Patrick Wilson – Watchmen) y la capitana de Justicia Militar ex-novia de “Faz” Charisa Sosa (Jessica Biel – El Ilusionista) serán fuerzas opuestas con el objetivo común de recapturar a los carismáticos fugitivos, quienes no descansarán hasta limpiar sus nombres y recuperar su honra.

La cinta está basada en la exitosa serie de TV de los años 80, creada por Frank Luppo y Stephen J. Cannell, la cual duró cinco temporadas y dejó una gran cantidad de seguidores. Si bien la historia televisiva relataba las correrías de los veteranos huyendo de la justicia mientras las hacían de Robin Hood, la versión cinematográfica se centra en sus orígenes.

La adaptación del director y guionista Joe Carnahan (Smokin’ Aces) no sólo explica en detalle ese “crimen que no cometieron” que se mencionaba insistentemente al inicio de cada capítulo de la serie, sino que retrocede aún más, al punto en que los cuatro personajes se conocieron, o mejor dicho, se encontraron. La lista de anécdotas trata de abarcar toda la mitología, incluyendo el origen de la aerofobia de “Mario” Baracus (con ese nombre se conocía al personaje en Latinoamérica, en vez de “Bosco”), así como las manías que Hannibal mantiene con la funcionalidad de sus planes, adornadas con el cigarro y su característica frase “me encanta cuando un plan funciona”.

Las relaciones de camaradería son comunes en ambas versiones pero los productores (entre los que se incluyen los hermanos Tony y Ridley Scott) decidieron aumentar la dosis de verosimilitud dramática. Esto se traduce en una seriedad más acorde con los tiempos que corren, no tan ingenuos como en la época del radio-cassette.

La jugada resultó audaz, pero con un pequeño porcentaje de infortunio.

En otras palabras, la película es un tanto irregular, ya que por momentos la espectacularidad seria del cine de acción y la familiaridad humorística propia de la serie chocan, y en mala. En todo caso hay que aclarar para no confundir: Los “Magníficos” es una película espectacular, explosiva, muy graciosa y entretenida, pero irregular en cuanto a la adaptación de su material original y el resultado cinematográfico.

La nostalgia de la tele

Las diferencias, como la guerra en donde trabajaron (Iraq en vez de Vietnam), no es de las que llaman la atención, esas se entienden y se aceptan sin problemas. Son las sustanciales las que confunden.

Según la leyenda, si tuviéramos un problema que no pudiéramos solucionar, podríamos llamar a gente diversa según nuestras necesidades. Si fuéramos víctimas de un espíritu chocarrero, los Cazafantasmas serían la mejor solución. Pero si no fuera lo paranormal lo que nos aquejara sino alguna simple injusticia y de verdad el problema nos superara, entonces las opciones aumentarían, porque podríamos llamar a los “Simuladores” o al “Chapulín Colorado” o a los “Magníficos”, y alguno de ellos de verdad se haría cargo.

En el caso de los “Magníficos-TV”, ellos solucionaban problemas complejos que afectaban, a veces, a personas comunes. En la versión-cine no llegan a esa instancia de vengadores a sueldo para el resto, sino mas bien para si mismos. Pero si se hubiera mostrado esa faceta, los clientes tendrían que haber sido multimillonarios, porque de lo contrario los veteranos habrían quedado sobre-calificados para la pega y fuera de lugar. Estos “Magníficos-cine” son demasiado mateos, computines, buenos para la pelea, tanto así, que hay momentos en los cuales el espectador fácilmente se puede perder y olvidar que está viendo una historia sobre los recordados personajes, y creer que se trata de cualquier otro tipo de héroes militares de acción. Entonces, de repente los guionistas se acuerdan de la serie y nos mandan el chiste oportuno (por lo general muy bueno) que nos recuerda de golpe que se trata de la brigada “A” con Hannibal Smith a la cabeza.

Por ejemplo, en la serie de TV pasaba de todo, pero nadie moría. Si les disparaban a los protagonistas, ninguna bala daba en el blanco. Si un jeep militar tenía la mala suerte de explotar, el chofer, por lo general salía chamuscado pidiendo una aspirina. Esta arbitrariedad ocurre pocas veces en la versión cine y sólo cuando a la historia le conviene. Algo parecido a lo que pasó con “Misión Imposible”, pero más notorio. Ahora bien, a diferencia de los personajes de esa otra serie de antaño, “Los Magníficos”, en sus caracterizaciones remozadas, gozan de extraordinaria buena salud.

Liam Neeson personifica a un respetable Hannibal. Un poco menos extravagante que el de George Peppard, pero igual de paternal. Bradley Cooper no sólo es tan guapo como el personaje Faz demanda, sino más demostrativo en cuanto a su sexualidad como recurso. El “Baracus” de Quinton Jackson conserva la iconografía clásica, pero sus recursos histriónicos son superiores al de Mr. T; y el loco Murdock de Sharlto Copley simplemente se roba la película.

La música aporta bastante y está a cargo del ya legendario Alan Silvestri (Volver al Futuro). Da gusto que hayan incluido el tema característico de la serie como una especie de cameo sonoro. El montaje, por el contrario, lo que aporta son más bien dolores de cabeza y en las escenas más pirotécnicas (que son muchas) no se sabe si Jim May (G.I. Joe: The rise of cobra) y Roger Barton (Transformers 2: Revenge of the fallen) usaron algún software de edición o simplemente una licuadora.

En todo caso las falencias son menos que las virtudes. Las escenas de acción tratan de superarse a si mismas al borde de la exageración, por lo que ya es posible afirmar que  existen referentes visuales de tanques voladores y derrumbe de containers.

Los originales

Así que ya saben: “Hace 10 años, un tribunal militar condenó a prisión a unos comandos por un crimen que no cometieron; esos hombres escaparon del presidio y se instalaron clandestinamente en Los Ángeles; hoy, aunque el gobierno los busca, si alguien tiene un problema, necesita ayuda y puede localizarlos, tal vez pueda contratar a… los Magníficos…”, pero no a estos, porque son muy caros. A estos hay que verlos con un balde extra-large de pop-corn (cabritas, palomitas, pochocho o como quiera que le digan).

20th Century Fox, 2010.

Dirigida por Joe Carnahan.

Elenco: Liam Neeson, Bradley Cooper, Sharlto Copley, Quinton “Rampage” Jackson, Jessica Biel y Patrick Wilson.

Música: Alan Silvestri. Tema Original “The A-Team”: Mike Post y Pete Carpenter.

Por Hugo Díaz.

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