La importancia del reparto en las series de televisión

Columna de opinión del genial Felipe Tapia.

Es innegable que las series son piezas audiovisuales de tinte comercial, y la calidad está supeditada al éxito que estas tengan. Esto no es necesariamente algo malo, ya que suele haber una relación entre la calidad de una serie y el éxito que tenga. Una relación flexible, por supuesto, no todas las series exitosas son buenas, ejemplos sobran, y hay series buenísimas canceladas en su primera temporada, ejemplos sobran también. ¿Son los actores decisivos en la calidad de una serie? Hugh Laurie, el actor que interpreta al Doctor Gregory House, ha sido premiado varias veces por su actuación, a quien muchos deben el éxito de la serie. Pero está claro que un buen actor poco puede hacer en una historia floja. La serie debe su éxito también al argumento.

Uno de los factores con los que se debe lidiar es con la disponibilidad de los actores en el transcurso de las temporadas de series que cosechan un éxito más allá de la segunda o tercera. ¿Hasta qué punto los actores son imprescindibles o piezas intercambiables? Un escritor o director con la autoestima suficientemente alta puede llegar a pensar que una buena historia puede permanecer incluso si sacamos al actor principal. ¿Hasta qué punto esto es cierto?

Series como Lost y House MD han demostrado que la disponibilidad del actor repercute fuertemente en la trama, y un escritor que esté dispuesto a que su serie siga al aire tendrá que ser flexible con el reparto y el desarrollo de su historia original. ¿Cómo comprometer a un actor que quiere tomar decisiones con respecto a su carrera distintos a la trama de la serie? Es imposible. A menos que firme un contrato por 10 años. Es por esto que este fenómeno se da con menos frecuencia en las secuelas de Cine, más intermitentes que los capítulos de seis o siete temporadas de una serie. Un caso es la fallida secuela de los Cazafantasmas, donde un Bill Murray más maduro no se prestó para un género de cine del que lleva décadas alejado.

El problema es cuando uno va dándose cuenta de las salidas de los actores, en las últimas temporadas de las series ya mencionadas. Y cuando ello va en detrimento de la historia, como está pasando actualmente en House. La continuación de ciertas series aún está en terreno errático, como el caso de la serie inglesa Misfits, donde el actor que interpretaba a Nathan, Robert Sheehan, anunció su salida del reparto ¿Cómo seguir jugando sin tu mejor carta? Mejor es retirarte. Resulta difícil, al punto de ser un desafío, que esta serie vaya a tener su tercera temporada sin bajar en su calidad. 

Otro caso similar es House MD. Anteriormente el cambio de uno de los miembros del equipo de Gregory House no hacía la serie incontinuable, pero ahora que la actriz que interpreta a Lisa Cuddy, Lisa Edelstein,  no va a seguir, es la primera vez que la serie se queda sin una de las aristas más fuertes del conflicto, el motor que hace que el personaje principal evolucione –o involucione- durante cada temporada. Francamente no le veo mucho futuro, sobre todo considerando la baja de calidad de la séptima temporada.

Pero sin duda el caso más controversial de la actualidad, es el de Two and a Half Men. Sabido es ya el estilo de vida del actor Charlie Sheen, que por sus ataques verbales contra el director fue expulsado del reparto de actores. Lejos de renunciar a seguir emitiendo la exitosa serie, se optó por una apuesta más que jugada: Reemplazar al actor por Ashton Kutcher, mucho más joven y con una experiencia en sitcoms labrada en That 70’s Show.

El desbarajuste van a solucionarlo así: Charlie Harper  murió en un accidente de auto, a cuyo funeral van a asistir la mayoría de los personajes de la serie (Los que no han renunciado) y varias de sus ex conquistas. Alan y su hijo están desolados porque deberán dejar la casa en la que vivieron gratis tanto tiempo, pero el corazón del millonario interpretado por Kutcher se ablandará al ver la situación del padre y el hijo, y los dejará permanecer con él. La situación recuerda a aquel capítulo de Los Simpsons en el cual, para deshacerse del impopular personaje Poochie de la serie Itchy y Scratchy (Tomy y Daly), utilizan un montaje del personaje flotando hacia arriba, con una voz superpuesta que decía: “Vuelvo a mi planeta original.” De que es algo forzado, nadie puede negarlo. Pero tampoco puede negar que con esta serie, lo que ha mandado han sido siempre las lucas.

Una apuesta que puede convertirse en un gran fracaso, dependiendo de la calidad del guión, la actuación de Kutcher y la disposición de los seguidores de la serie a pasar por alto que cambian ya no a un actor secundario, sino principal. Recuerdo la broma de J.J.Abrahams diciendo “Incluso si matásemos a Jack, Lost seguiría” y para confirmarlo, mató a Jack. Pero al final de la serie, así no se vale. Mientras, Charlie Sheen le agradece a Kutcher por reemplazarlo, ya que así puede dirigir su carrera actoral en nortes distintos. Ya tiene vista la participación en la serie “Anger Management”, donde interpretará a un personaje que debe superar sus problemas de control de ira. Adecuado para el actor, dicen algunos. La duda que me planteo es ¿Habrá más que objetivos comerciales en la arriesgada propuesta? ¿Será por motivos personales? ¿Será esta la forma del director de decirle a Sheen “Yo te hice y puedo deshacerte y poner a otro en tu lugar y nadie lo va a notar, porque yo soy la causa del éxito de la serie y no tú”?

El rodaje de la nueva temporada de Two and a Half Men ya comenzó, y el 19 de septiembre se emitirá. Pronto averiguaremos si el éxito de esta se debía al carisma de Charlie Sheen, o a la calidad de una historia en la que no importa mucho quién la interprete. Kutcher será sinónimo de éxito o fracaso, dentro de pocos meses.

Por Felipe Tapia

 

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1 Comment

  • me gusto mucho el articulo

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