Crítica: ¿Quién mató a Sara?

 Crítica: ¿Quién mató a Sara?

Antes de partir con la crítica, quiero hacer hincapié en una cosa: esta serie fue desarrollada y escrita por José Ignacio “Chascas” Valenzuela, un talentoso guionista chileno y que, como la mayoría de los guionistas, nunca recibe el honor por su trabajo. Es un gran logro haber logrado desarrollar una serie para Netflix en México, a pesar de que su trabajo en Chile fue bastante exitoso también. Así que, si necesita un gancho para ver esta serie, que sea apoyar al guionista que está triunfando en el extranjero. 

Dicho esto, les cuento: Alex acaba de salir de la cárcel después de 18 años tras las rejas, por un crimen que no cometió; el asesinato de su hermana Sara, quien murió en extrañísimas circunstancias. Él sabe que, tras su acusación injusta y la muerte de su hermana, está la poderosa familia Lazcano, encabezadas por el mafioso César. Vengarse y descubrir quién mató a Sara, son su motor de vida y, aunque pensó que sería más fácil, cada vez el asunto se complica más y más.  

Sinceramente, no sé por qué “¿Quién mató a Sara?” causó tanto revuelo.Está muy bien escrita, pero las intrigas de la trama son bastante familiares… para empezar, la trama del presidiario que sale a vengarse, está muy vista. El patriarca súper macho y tirano, también… la mafia de los casinos… la verdad, nada de lo que vi me sorprendió y hasta sentí algunas tramas amorosas un poco (bastante) forzadas. Supongo que en EE.UU no están tan acostumbrados a ver este tipo de historias, del tipo teleserie nocturna con harto cahuín y secretos familiares muy, muy oscuros. Esta serie tiene todos los giros dramáticos que hemos visto hartas veces en las teleseries latinoamericanas (no sólo las chilenas, las brasileñas y las mexicanas, harto tienen de este tipo de intriga y secretos escabrosos), en lo que sí gana puntos, es en que dura 10 episodios y no 100. Entonces, las intrigas están muy bien manejadas, con los tiempos bien justos (de hecho, hasta pienso que hartas cosas se apuraron para caber en estos diez episodios), nada está súper alargado ni súper repetido. En eso, le doy hartos puntos. 

A pesar de que me pareció bastante común, la pude terminar, algo que parece muy ridículo quizás, pero que le da puntos a su favor: aunque sabía perfectamente para dónde iba la historia y que tenía más o menos resuelto quién podría ser el verdadero asesino de Sara, nunca quise dejarla tirada. Igual estuve pegada a la pantalla y pendiente de los detalles. La intriga funciona. Más cuando, uno de los detalles que más me gustaron empezó a salir a la luz: la famosa Sara no era tan buena. Yo me esperaba todos los que finalmente resultaron ser malos, pero el giro de Sara de verdad está bien bueno. Otra cosa bien interesante, es que toca varios temas que, de nuevo, se han visto antes, pero acá parecen bastante más sinceros. Especialmente todo lo que se refiere a José María Lazcano. No les voy a contar los detalles, pero si ven la serie podrán estar de acuerdo (o no) conmigo. 

En resumen: no es nada del otro mundo, pero es entretenida. Tiene mucha intriga, secretos, escenas de sexo (innecesarias a mi gusto, pero soy una mojigata), harta acción, sangre, drogas… etc. Y bueno, creada por un chileno, yo encuentro que es buen impulso para verla, lo fue al menos para mí. 

“¿Quién mató a Sara?” Está disponible en Netflix y acá puedes revisar cuándo se estrena la segunda temporada. 

Escrito por Gaby Carreño Z.

Cine

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