Crítica de cine: “Un cuento chino”

Las súper producciones hollywoodenses no traen a menudo  guiones complejos e intrincados que mantienen en vilo al público hasta el último minuto. En filmes policiales o con temáticas conspirativas como “El código Da Vinci” este elemento se agradece, si el suspenso está bien manejado bajo la mano de un hábil director. Si no, se transforma en un elemento que agota. Sin embargo a veces olvidamos que una historia extraordinariamente simple también puede lograr emocionar al público y mantenerlo expectante durante dos horas. Porque, como he escrito anteriormente, el cine es esencialmente emoción. Y si algo sobra en “Un cuento chino” es emoción, con uno de los guiones más simples que se han visto en años.

Ricardo Darín es Roberto, un ferretero de barrio medio amargado, mal genio  y solitario que vive en la capital argentina. Un día, conoce en la calle a Jun, un chino que viene llegando de oriente buscando a un tío que vive en Buenos Aires. Roberto quiere ayudar a Jun a encontrar a su pariente, pero no habla nada de chino… ni el chino habla español. De esta forma el extranjero termina quedándose en casa de Roberto varios días, mientras el ferretero intenta por todos los medios deshacerse de su extraña visita, de la cual no sabe casi nada, pero a quien no se atreve a dejar botado en la calle. Lo único que tienen en común estos dos hombres es que sus vidas están marcadas por una vaca. Ahhh… no les puedo contar más.

“Un cuento chino” es una película que nos habla de las casualidades, que veces no son tales. También nos habla de la soledad del hombre del siglo 21, de la solidaridad que puede emerger de las situaciones más inverosímiles, y de la amistad que puede emerger entre dos personas que ni siquiera hablan el mismo idioma. Y de muchas cosas más. Con una historia sumamente sencilla, el filme lleva al espectador por un tobogán de emociones, de lecciones. Tal como dice el título del filme, la película es un cuento, una fábula moderna que apela a las emociones más simples del ser humano y es ahí donde está su grandeza.

“Un cuento chino”: la historia trágica de dos hombres tristes  contada magistralmente en tono de comedia.

¿Que más se puede decir de una película como esta? Sólo una cosa: Vaya a verla.

© Por Juan Carlos Berner

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1 Comment

  • Vi esta película el año pasado cuando Megaupload todavía estaba entre nosotros. Solamente me queda recomendarla, de todas maneras. Es una historia sencilla que enternece y, al mismo tiempo, muestra mucho humor. El personaje principal, Roberto, es notable: acostumbrado a la monotonía y amargura de pronto se ve con el chino, por lo que se ve obligado a entenderse con él. Concuerdo con Juan Carlos en que la película demuestra que las casualidades a veces no son tales, el sentido puede demorar en llegar, pero al final llega.

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