Crítica de cine: “Habeas corpus”
“A los poderosos se los enfrenta con poder, no se los enfrenta pidiendo permiso” dice uno de los abogados de la Vicaria de la Solidaridad al comienzo de “Habeas Corpus” el documental de Claudia Barril y Sebastián Moreno. La cinta en sus cerca de 90 minutos nos muestra efectivamente cómo esta agrupación nacida en el seno de la iglesia católica, logró convertirse en el único contrapeso a los aparatos de represión que tenía la dictadura de Pinochet, durante las casi dos décadas que duró su régimen.
Amparados en la figura del Cardenal Silva Henríquez, abogados, asistentes sociales y variados familiares de detenidos desaparecidos, conocidos en ese momento como “Comité Pro Paz”, comenzaron a golpear puertas para dejar constancia en los tribunales de las desapariciones y torturas que el régimen de Pinochet realizaba, luego del golpe de estado del ´73.
Disuelto el Congreso Nacional, la única institución que en algo podía velar por la seguridad de los chilenos era el Poder Judicial, sin embargo durante estos primeros años el silencio y la indiferencia fueron la tónica de parte de la mayoría de los jueces del país. Sin otra alternativa, la Vicaría se convierte en el único lugar capaz de contener la desesperación de los familiares de desaparecidos y canalizar sus dudas y testimonios.
El habeas corpus o recurso de amparo, comenzó a ser la piedra angular para la búsqueda y protección de las personas desaparecidas. Aunque durante los primeros años de la dictadura, el cien por ciento de ellos fue rechazado por los tribunales de justicia.
En este escenario la Vicaría se convierte en un verdadero centro de inteligencia donde a partir de descripciones y testimonios entregados por los sobrevivientes, se intenta descubrir qué fue lo que sucedió con aquellos que nunca volvieron a sus hogares.
Dentro de las muchas historias de esta agrupación, la forma en que descubren los cadáveres en los Hornos de Lonquén (la primera vez que públicamente se hablaba no de presuntos, sino efectivos detenidos desaparecidos) es al mismo tiempo impresionante, conmovedora y heroica.
“Habeas Corpus” recoge el testimonio de los protagonistas y fundadores de la Vicaría de la Solidaridad, construyendo un relato coral que sumado a las emocionantes imágenes de archivo, logra traer al presente el arrojado trabajo que estos profesionales tuvieron que enfrentar durante la etapa más cruenta de la dictadura.
En este sentido, uno de los aspectos más logrados, desde el punto de vista formal, es cómo se trabajó el tema de la tortura. A lo largo del documental despliegan una suerte de “recreaciones”, utilizando pequeñas figuritas que emulan a las personas involucradas en los hechos (soldados, victimas) generando una atmosfera de tensión, pero dejando al espectador la tarea de completar la situación.
Así “Habeas Corpus” logra aproximarse de manera sutil y elegante a dolorosos recuerdos colectivos y a la gesta épica que significaba resistir a un poder tan brutal como el ejercido en Chile durante la dictadura de Pinochet.
© Por Aldo Vidal
En Twitter: @aldusvidal