“Violeta se fue a los cielos”: comentario de cine

Como todas las formas de arte, uno de los principales desafíos del cine es emocionar. Si ni lo logra, por lo general el espectador se va decepcionado a su casa, con la sensación de que gastó su dinero en una mala película. Esa es una de las mayores virtudes de “Violeta se fue a los cielos”, de Andrés Wood; un filme que emociona y encanta desde el comienzo.

Para lograr esta emoción, Wood se vale de un relato desapegado de los típico Biopics (películas biográficas) y se aleja de la tradicional narración lineal, donde hay un inicio, desarrollo, clímax y desenlace claros. En esta película, los autores se dan la licencia de viajar constantemente en el tiempo, para ver principalmente momentos claves en la vida emocional de nuestra gran Violeta Parra. Así, muchas veces la historia va al pasado y vuelve al presente, y se centra en mostrar una Violeta muy humana y en permanente conflicto consigo misma y con el entorno. A pesar de lo anterior, la historia es fácil de seguir, en parte gracias al gran trabajo de montaje realizado por la experimentada Andrea Cignoli.

Junto a esto, la extraordinaria interpretación de Francisca Gavilán en el rol protagónico, llevan al espectador a sumergirse de lleno en el corazón de esta compleja mujer de campo chilena, inteligente y culta, pero más importante aún, con un fuerte carácter, que hace que las relaciones con las personas que la rodean sea siempre difícil. Como todos los grandes genios y artistas, Violeta Parra fue una mujer que cambiaba constantemente de estados emocionales, y que muchas veces se frustraba al ver que sus grandes metas no siempre lograban terminar bien.

Por otra parte, es pertinente indicar que fue decisión del equipo de realizadores dejar fuera a otros grandes autores y artistas contemporáneos y amigos de Violeta. No aparecen en el filme Nicanor Parra (salvo de niño) ni Neruda, ni Margot Loyola, o Víctor Jara, y el propio Ángel Parra cumple un rol muy secundario. Sí en cambio gran parte del relato se centra en el frustrado amor de Violeta por al músico suizo Gilbert Favré, fuente inspiradora de muchas de las mejores canciones de la gran artista. Así, cada una de las escenas de “Violeta se fue a los cielos” es narrada a través de las canciones; la película es abundante en música y Francisca Gavilán se luce cantando, imitando muy bien la voz única de la gran Violeta.

“Violeta se fue a los cielos” es el filme que viene a consagrar la carrera de Andrés Wood como uno de los mejores cineastas chilenos de la historia. Wood, es una de los mejores lectores de la sociedad chilena, y es capaz de llevar esa lectura muy bien a la pantalla. El de esta película, al igual que “Machuca” o “La buena vida” (ganadora del Goya) es un relato simple e inteligente, emotivo y sobre todo muy bien interpretado, tanto por los artistas que trabajan detrás de cámara como por el elenco de actores. Un filme que todo chileno debiera ver.

Por Juan Carlos Berner

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1 Comment

  • Tengo muchas ganas de ver esta película, debe estar increíble y aun con todas las expectativas del mundo, estoy segura que sorprenderá, lástima no haber conocido el blog antes para ganas unas entradas, haha. Me suscribo al feed  Muy buen sitio. Saludos.

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