Michael Madsen: El obrero del cine
La onceava edición del Sanfic, ha demostrado continuidad en su oferta cultural, pero además, ha sido consistente en su trabajo de acercamiento de la audiencia santiaguina al séptimo arte. Como un as bajo la manga, la organización logró consolidar la visita de uno de los actores más reconocidos del cine contemporáneo. La invitación de Michael Soren Madsen, extendida en el contexto de complementar la presentación de una película que finalmente no pudo ser incluida en programación, no se vio frustrada. Su primera actividad en Santiago, una conferencia de prensa en el salón Elqui del Hotel Hyatt, permitió el contacto directo con la prensa nacional y el público chileno quienes mayoritariamente lo identificamos desde su participación como el personaje Mr. Blonde en la cinta de culto “Perros de la calle” (1992). Sencillo, amable, pero directo, afirma en tono de disculpa que, si bien es un hombre de cine, no siempre puede darse el lujo de ver películas debido a su apretada agenda. Tuvo la posibilidad de ser jurado del festival de Vladivostok en donde logró ver más de 20 películas. “Vi ‘Matar a un hombre’ y voté por ella para que fuera la mejor película”, recuerda de entrada, alabando la dirección de Alejandro Fernández a quien tuvo la oportunidad de conocer.
Imposible poner en duda su experiencia para hablar de cine. Su carrera habla por si misma. Podrá ser irregular en cuanto a la calidad de sus películas, pero la cantidad habla de variedad y audacia al momento de elegir sus roles. A sus 57 años tiene más de 150 películas, más de 20 series de TV, trabajos de voz en video juegos y apariciones en clips musicales. Nacido en Chicago, hermano de la talentosa Virginia Madsen, el actor es considerado un ícono gracias a su estrecha colaboración con el genial Quentin Tarantino.
“Obviamente a Quentin todo el mundo lo quiere y él en verdad creó mi carrera. No sé como logró sacar mi nombre de un sombrero. En verdad no tenía intención de interpretar a Mr. Blonde. Al principio me negué, aunque obviamente suene estúpido. Quería actual el rol de Mr. Pink. No me gustaba el nombre, pero era el mejor papel. Tenía más escenas con Harvey Keitel. Quiero mucho a Harvey, quería tener más tiempo de escena con él y Quentin me permitió audicionar como Mr. Pink, pero igual ya estaba contemplado en el otro rol. Me miró y al final dijo ‘No, no vas a hacerlo. Vas a ser Mr. Blonde’. Y tenía razón. Tiene un gran espíritu. Es un amigo muy leal. Creo que probablemente es uno de los más grandes directores de su generación. Sus películas tratan de muchos temas distintos de los que la gente piensa. No es solo de violencia. Es mucho más profundo que eso”.
Para Madsen la familia y sus cinco hijos son lo más importante, es por eso que cuando le preguntaron sobre cómo prefiere pasar el tiempo libre junto a ellos, soltó un par de lágrimas de emoción. Manifestó el orgullo que sintieron cuando comenzó su trabajo de voces para videojuegos, como “Grand Theft Auto” o “The Walking Dead”. Sin embargo, es reconocida su aversión a la violencia, algo contradictorio a la imagen que ha creado en torno a su carrera. “Mi hijo de 9 años no debiera estar jugando eso”, reconoce.
“Crecí viendo a Humphrey Bogart y Lee Marvin, todos esos actores eran de una época diferente, como Robert Mitchum. Había algo en ellos, una cierta dignidad, una cierta nobleza. Vi una película con Kirk Douglas, “Lonely Are The Brave” —“los valientes andan solos” 1962—cuando era chico y se me metió en la cabeza. Me di cuenta entonces que no se trataba tanto de la actuación, sino de un cierto misterio, algo en la personalidad del personaje más que en el pretender serlo, y amo contar historias. No hay otra forma de hacerlo mejor. Creo que las películas son tan importantes como la música o la pintura, o esculpir o cantar o cualquier cosa relacionada a lo artístico. Es un privilegio hacer películas y es más grande que yo. Pero creo que está cambiando mucho. Hay muchos jóvenes atractivos que se vuelven famosos muy rápido por una o dos películas que nadie va a recordar diez minutos después. Eso me preocupa un poco. Hay toda una nueva era que está sucediendo, orquestada por una máquina billonaria, y no necesariamente quiero ser parte de eso” (…) “No puedes ir por la calle pensando que eres una estrella de cine, es una idea peligrosa. Te olvidas de tus orígenes”. Madsen no desconoce su comienzo humilde: “amo las películas, sino fuera por ellas estaría probablemente en la cárcel. Me han dado una vida y tengo una familia hermosa gracias a eso”.
Más allá de las películas
La figura del gánster que tan bien le queda en el cine, ha sido aprovechada por la industria y prueba de ello han sido sus interpretaciones arquetípicas en los mencionados videojuegos, pero también en la industria de la promoción discográfica.
En 2001 participó en el videoclip de Michael Jackson “You Rock My World”, propuesta que en su momento le pareció sorprendente. “Hice el video de Michael Jackson, porque iba a ser el tipo malo, y dije ‘bueno, ok’ y Marlon Brando iba a estar ahí. Lo conocía de antes porque fui muy amigo de su hijo Christian. Por eso quise participar y también porque Michael era muy talentoso y era un honor colaborar con él. Y me sentí un poco mal por él, porque era muy frágil. Había mucha gente a su alrededor que se aprovechaba de su fragilidad. Pero lo pasé bien”.
Cuando una década después lo llamaron para aparecer en el video “As Long As You Love Me” de Justin Bieber (2012), al principio se negó, pues no se imaginaba en qué podrían relacionarlo con el ídolo pop. “¿Querían que me subiera a un trampolín con él? No soy cantante, no tenía idea qué querían que hiciera. Finalmente el director me envió un storyboard y me di cuenta que se trataba de una pequeña película. Era un papá y Bieber se quería quedar con mi hija y yo no quería tener nada que ver con eso. Estoy seguro que a mucha gente eso le va a agradar. Voy a tener un mundo de amigos y la otra mitad en contra. Pero fue muy divertido, es un chico muy amable, un poco disperso, pero fue bueno conmigo. A veces me llamaba un poco la atención su comportamiento, pero no era algo que me afectara. Pero estuvo bien (…) me sentí mal cuando tuve que pegarle. En internet, antes de que saliera el video, un titular decía ‘Michael Madsen le pega a Justin Bieber’ y mi hermana que vive en Wisconsin —su otra hermana, Cheryl Madsen— me llamó por teléfono asustada ‘Oh Dios mío, no puedo creerlo, estás destruyendo tu carrera, idiota. Le pegaste a ese pobre chico’. Le aclaré que era un video. Fue muy divertido”, comenta entre risas.
“The Hateful Eight”, lo nuevo de Tarantino
Michael Madsen no ha estado ajeno a la polémica. En enero de 2014 el último guión de Quentin Tarantino fue filtrado. La sospecha recayó en él luego que se conociera que era uno de los pocos cercanos al director que poseía el preciado borrador. Los otros dos actores mencionados eran Tim Roth y Bruce Dern.
“Cuando salió el rumor sobre el guión, estaba en Italia y mi agente me llamó. ‘Dios mío alguien filtró el guión. En internet se dice que solo se lo pasaron a tres personas y de seguro no fue Tim Roth ¿cierto?’ y pensé ‘¡entonces debo ser yo! ¡Dios, no!’ yo guardo el guión en el closet de mi casa, ni siquiera se lo muestro a mis hijos. Y lo llamé de vuelta, porque empecé a recibir correos con reproches y en Facebook frases del tipo ‘¡Cómo pudiste hacerlo!’ y yo respondía ‘¡Yo no fui!’. Quentin se lo tomó con mucho humor. Se reía y me decía ‘no te preocupes’. Después me dijeron que no iban a hacer la película, lo cual fue muy triste, pero después, gracias a Dios, cambió de opinión. Pero no tengo idea quien pudo hacerlo, creo que fue un agente de alguien. Pero les diré esto, Quentin de verdad volvió a escribir el guión. La parte del medio y el final es completamente distinto y se fregó a medio mundo porque nadie sabe de verdad lo que va a pasar. Y es muy diferente al que se filtró. En verdad, el primero es uno de los mejores guiones que he leído en mi vida, pero lo re-escrito y lo que filmamos, te vuela la cabeza. Creo que es el mejor rol que he tenido en mi vida. Lo pasé muy bien haciendo de cowboy. He hecho un par de westerns antes, pero un western de Tarantino con música de Morricone, creo que no podría ser mejor”.
Aunque se ve obligado a callar, confirma que la película ocurre después de la guerra civil norteamericana, con bandoleros entrenados, pero con temas muy cotidianos que podrían ocurrir en este siglo. “Es sobre hombres y mujeres que no dicen la verdad, sobre circunstancias que ocurren por consecuencia de actos previos. Una extraña mezcla entre venganza y redención, muy difícil de describir sin tener que contar detalles (…) Quentin lo escribió para mi y le creo. Me llamó de la nada y me pidió si podía ir a su casa y leer el guión, y fue fascinante. No hay nada sobre películas que él no sepa. Se sabe todas las películas que se han hecho, quien las hizo y en qué año. No sé qué pasa en su cerebro. No hay, literalmente, una pregunta que alguien le pueda hacer de cine de cualquier género de cualquier generación, que el no pueda responder. Es muy inteligente”.
Sobre su reencuentro con Tim Roth, con quien no ha coincidido desde “Perros de la calle”, reconoce que en ese entonces nunca entablaron una verdadera amistad. “El es un actor de actores. Su trabajo es más teatral y yo soy más bien orgánico”, confiesa. Sin embargo, asegura que en este último tiempo las cosas han cambiado.
“Ahora que hicimos ‘The Hateful Eight’ nos hicimos más amigos. No sé qué será. Estamos más viejos, más maduros. Creo que ahora estoy más abierto a hacer amigos que en la época de ‘Perros de la calle’. Ni siquiera quedamos en contacto desde esa fecha, para nada. Con el resto éramos más amigos. Pero ahora nos escribimos tres o cuatro veces por semana. Nos volvimos mucho más cercanos. Él es un poquito complicado. Muchos actores lo son. Yo estoy mucho más abierto, no soy el tipo que solía ser en ese entonces. Ahora soy más relajado. Solía ser bastante intenso. Me he calmado un poquito y eso es lo mejor para la amistad”.
Buscando el equilibrio
Guiados por su espontáneo comentario inicial sobre su aprecio por la película “Matar a un hombre”, en Cinetvymas nos preguntábamos si Madsen consideraría trabajar en Chile o en Sudamérica, lo que se relaciona a su vínculo personal con su trabajo como actor. Por eso le preguntamos si elije sus proyectos desde el corazón o si utiliza el filtro de la razón.
“Desearía ser lo suficientemente privilegiado de ser capaz de elegir las películas que me gustaría hacer. Desde cierto punto de vista no soy diferente a un obrero de la construcción, de quien hace casas. No soy diferente del tipo que recoge la basura. Tengo un trabajo y me contratan para hacerlo y, por Dios, lo voy a hacer. Pero voy a ser el mejor obrero, el mejor pintor de casas que haya existido. Esto es un trabajo y a menudo tengo que considerar a mi familia, tengo que pagar mis cuentas, poner comida en el refrigerador, alimentar a mis mascotas. Mis perritos, mis gatitos. Soy padre de cinco niños y quiero darle a mi familia una buena vida y, créanme, si le dices a tu familia que ‘nos vamos a mudar, que nos vamos a ir a vivir a un parque, y que voy a esperar a que llegue una película genial’, no me van a acompañar por mucho tiempo”.
“Vengo de un origen muy humilde. Mis padres se divorciaron cuando tenía once años y vengo de la nada, así es que sé como es. Créanme, no soy un éxito de la noche a la mañana, me ha tomado mucho tiempo y no tengo interés en retroceder. He hecho muchas películas que desearía no haber hecho. Pero algunas veces, como ya dije, es un trabajo. La gente se te acerca y muchas veces vienen con las mejores intenciones. No creo que nadie quiere venir a venderme una película de mierda. Cada persona cree que viene con la próxima ‘Lo que el viento se llevó, la mejor película, esta es la que va a cambiar tu vida’. ‘¿Guau, de verdad lo crees?’. Empieza así y termina siendo horrible y te quieres pegar un tiro. Si haces una película mala al final terminan culpando al actor. ‘¿Qué esta haciendo él en esa cosa? Michael Madsen en esa película terrible, ¡Dios!’. No todas pueden ser maravillosas, desearía que fuera así. Pero he sido afortunado de hacer varias buenas y eso genera un equilibrio”.
Homenaje del Sanfic
En la ceremonia de inauguración del festival, Michael Madsen recibió un homenaje de parte de la organización del Sanfic, en el contexto de su aporte a la cinematografía y del próximo estreno en diciembre de su nueva película “The Hateful Eight”, de Quentin Tarantino. “Hay tantas personas que agradecer, pero no se por donde empezar… Tengo una hermosa habitación en el Hyatt” fueron sus primeras palabras de agradecimiento.
“Me siento mal porque no puedo hablar su idioma de manera fluida. Y por más que me hubiese gustado aprenderlo, la verdad es por mi falta de educación. Dios me bendijo con el talento para la actuación, pero no la educación. Lo único que puedo decirles es enséñenle a sus hijos lo más que puedan”. Sus palabras fueron sinceras. Michael Madsen es un actor que ha sorprendido a los chilenos por su calidez, respeto, extrema humildad y franqueza ante la vida.
Aquí puedes ver parte de la Conferencia de prensa
© Hugo Díaz
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