Hoy comienza en Warner, la nueva temporada de “The big bang theory”

The Big bang Theory, o Sheldon Cooper y sus Amigos, estrena nueva temporada

Así debería haberse llamado esta serie. Suele pasar que en las sitcom gringas los personajes secundarios se roben la película gracias a su carisma, relegando al principal a un plano menor ¿De quién es la culpa? ¿De la calidad actoral de algunos, o del guionista que hizo un personaje más carismático? Difícil saberlo. Cuando se emitía Friends, todos la terminaron viendo por Chandler y Phoebe, más que Rachel y Ross. Otro tanto pasó con Seinfield, que llegó al extremo en el que a todo el mundo le caía mal el protagonista, y veía la serie por las payasadas de Kramer o la mala uva de George. Quizás por eso es que en las últimas temporadas no aparecía la rutina de Stand Up Comedy de Jerry. El caso de The Big Bang Theory es similar. La serie tiene muy buenos elementos, pero peca de un protagonista un poco plano, en contraste con su mejor amigo, el más reciente exitazo de Warner Channel y ganador del Emmy.

La serie narra las vivencias de un grupo de nerds que buscan adaptarse a un mundo poblado por mujeres, especie incomprensible para ellos. La vida de Leonard y Sheldon cambia cuando la hermosa Penny se cambia en su mismo edificio, lo que despierta el interés del primero y la malsana indiferencia del segundo. Además, deben soportar las visitas de Wolowitz y Koothraphali, dos nerds que hacen ver a Leonard como un auténtico “McDaddy”, como le dice Sheldon en el primer capítulo. Cada personaje tiene su particular forma de entenderse con el incomprensible pero adorable género femenino. Leonard busca ante todo la aprobación de Penny, su amor platónico, y su mayor temor es quedarse solo; Wolowitz hostiga incansablemente a cada mujer que ve, seguro de su supuesto atractivo, lo que le hace merecedor del desprecio de todas ellas; Koothraphali enmudece cada vez que ve a una mujer, y es incapaz de establecer cualquier tipo de comunicación con ellas a menos que esté ebrio; y a Sheldon el tema no le interesa en lo más mínimo. Quizás esta sea la razón por la que se haya convertido en el personaje más exitoso de la serie.

Ayudada por el contexto, esta serie no pudo ser lanzada al aire en un mejor momento: La Sociedad del Conocimiento, en la que el intelecto te vuelve cool, y la pericia computacional es sinónimo de inteligencia social (Antes, pasar más de una hora en el PC era causal indiscutible de ostracismo). La serie hace una mirada crítica al famoso estereotipo del nerd, y presenta a una atractiva actriz que se ha vuelto el sueño de todo ñoño: comprensiva, sensible, y no le importa pololear con nerds. Los personajes logran despertar empatía por cualquiera que haya perseguido alguna vez en su vida la aprobación de alguna mujer inalcanzable, los que no son pocos, díganme que no. La contienda entre inteligencia cognitiva e inteligencia emocional, tan popular en esta época, es uno de los temas más tocados en la serie. Los cuatro nerds son unos genios a la hora de calcular trayectorias espaciales o diseñar complejas maquinarias, pero a la hora de relacionarse con el sexo opuesto no pueden ser más subnormales.

 Otro de los motivos del éxito se debe a la actualización de la serie con los últimos adelantos tecnológicos de nuestra era. Memorable es un capítulo en el que Sheldon está preocupado porque la mujer con la que sale Leonard no ha puesto “Está en una relación” en su Facebook, e intenta convencer a su amigo para que lo haga antes que ella. O cuando Wolowitz graba una pelea de Sheldon y Leonard con su celular y la sube a Youtube con música de Los Tres Chiflados. Todo esto produce más identificación en la comunidad de ciudadanos virtuales de las que se compone la audiencia actual.

La dinámica de la serie se sustenta en un muy bien logrado contraste entre la ineptitud de los cuatro científicos (tres doctores y un menospreciado e insípido magíster) y la “normalidad” de Penny (Excesiva normalidad a veces), quien lleva a cabo una lucha constante para orientar y ayudar a sus cuatro amigos a adaptarse a la moderna y exigente vida social, donde lo más importante es el exitismo cultivado por los medios de comunicación. La misma Penny ha declarado varias veces que Leonard es demasiado inteligente para ella, y que tal vez los disímiles mundos a los que ambos pertenecen constituyan una barrera que vuelve imposible su relación.

Importantes también han sido las constantes referencias a la cultura ñoña, que involucra videojuegos, series de culto y principalmente cómics. La serie se ha nutrido de esta “Convergencia de medios” varias veces, incluso ha sido mencionada en varios cómics (Este fenómeno ha sido muy utilizado, sobran casos, como Lost).  Lo que sí, las referencias, si bien hacen la delicia de los ñoños, pueden dejar colgados a las personas normales que dejaron de leer a los quince, como todo tipo socialmente normal, las aventuras de gente que usa la ropa interior por fuera. Hay que estar actualizado y saber, por ejemplo, que hace un par de años Batman murió en la Final Crisis y luego se descubrió que estaba perdido en el tiempo. Es comprensible que la mayoría de las referencias de cómics estén más enfocadas a Dc, socio comercial del canal Warner, pero ello no ha impedido que sean mencionados personajes famosos, incluso que Koothrappali se haya vestido de Thor, o que hayamos contado con el privilegio de una aparición de Stan Lee en uno de los capítulos más memorables.  Y no podía dejar de mencionar la espectacular cortina de baño de la tabla periódica de los elementos, infalible parea llevarte a la cama a cualquier mujer. Si alguien sabe cómo conseguir una (cortina, no mujer), pago su peso en oro.

 Estos y otros elementos han cautivado a una audiencia que, si bien ha estado más pendiente de Sheldon Cooper, también ha seguido la borrascosa historia de amor de Penny y Leonard, quienes por fin comenzaron una relación en la tercera temporada, incluso Leonard tuvo el privilegio de “servirse” a la despampanante camarera de la fábrica de Cheese Cakes, y sin embargo, esta temporada no sabemos si la singular relación quedará en “veremos” como al final de la tercera, o seguirá avanzando.

Pese a que el personaje de Leonard se ha visto disminuido en comparación a sus tres amigos, en especial Sheldon, es indiscutible que él y la ingenua y normal Penny son la pareja protagonista, y que los principales acontecimientos tendrán que ver con ellos en la cuarta temporada. Por otra parte, el obsesivo, insensible, vanidoso y super genio científico con la inteligencia emocional de una empanada de pino, Sheldon Cooper, seguirá con su espléndido papel de la espina en el zapato de la relación- o proyecto de relación- de Penny y Leonard.

La próxima temporada se viene y promete más desventuras amorosas, fórmulas matemáticas, referencias ñoñas y fallidos intentos de los pobres y brillantes científios para seducir a las jovencitas que tengan la desdicha de cruzarse a cualquiera de los cuatro. Y por supuesto, el camino que tomará el noviazgo de la pareja protagonista. Porque a todos los fanáticos de la serie les interesa saber qué pasará con Sheldon. Perdón, con Leonard.

Por Felipe Tapia.