Genios en la TV: ¿Qué tienen en común?

¿Qué tienen en común Gregory House (House MD), Cal Lightman (Lie to me) y Patrick Jane (The mentalist)? Los tres son protagonistas de exitosas series de televisión norteamericanas, los tres tienen una personalidad fuera de lo común y los tres son considerados genios en sus respectivas áreas: intelectualmente superiores al común de los mortales. Después de algunos años viendo estas (y otras) series, no es difícil descubrir ciertos patrones, ciertas características que tienen en común que hacen tan atractivos a estos personajes, razón por la cual cada semana hay millones de seguidores viendo sus historias en el mundo entero. Tal vez eres un guionista o productor que está pensando crear una serie protagonizada por un genio con el ego por las nubes, y aún no logras dar con las características que quieres para tu personaje, o simplemente eres un fanático que quieres descubrir que es lo que los hace tan especiales En este artículo te lo diremos.    

 

Las principales características de estos genios de la TV son:

“Ver más allá de lo evidente”: estos tres hombres poseen un extraordinario sentido de la observación, cuando hablan con alguien se fijan en cada detalle, los gestos, la forma en que sus interlocutores se comunican; la forma de vestirse, el acento, los tics nerviosos. Esas cosas que para la mayoría de las personas pasan inadvertidas, son vitales a la hora de resolver un asesinato o diagnosticar una enfermedad. Lo mismo ocurre en una escena de un crimen o a la hora de analizar una zona de conflicto: a veces los más mínimos detalles esconden el secreto que develará el misterio final   

El gato a veces sí tiene cinco patas: la mayoría de las personas busca resolver los problemas en base a procesos lógicos. Sin embargo a veces la lógica nos lleva por caminos que nos son los más obvios, lo más evidentes. Una característica común en estos personajes es que son capaces de ver las cosas desde otra perspectiva, a  veces incluso descabellada o sinsentido a primera vista. Son capaces (y se atreven) de encontrarle al quinta pata al gato.   

Lo sentimos, la cosa no es tan fácil: No basta con ser inteligente. En esta vida para ser considerado genio además hay que estudiar mucho y constantemente. A House no le llegan las epifanías con las que resuelve los casos de la nada. Hace una extraordinaria deducción lógica basado en los conocimientos científicos que posee. El doctor House es infectólogo y nefrólogo, y pasa gran parte del día leyendo o navegando por Internet. Además es un pianista y guitarrista excepcional. Lightman es psicólogo y pasó gran parte de su vida estudiando las microexpresiones en algunas tribus perdidas, con lo cual descubrió que las emociones fundamentales son universales, no importando la cultura del sujeto. De la biografía de Jane no se sabe mucho, por lo tanto se ignora si tiene estudios formales o no, aunque está claro que sabe mucho de psicología e hipnosis. También es un destacado jugador de ajedrez.     

Tim Roth saltó exitosamente del Cine a la televisión para encarnar al genial psicólogo Cal Lightman

Un fuerte carácter: El ser considerado genio les da cierto grado de narcisismo. En el caso de House y Jane se suma además cierta inmadurez (son como niños a veces). Esto no sólo es importante a la hora de hacer personajes más interesantes desde el punto de vista televisivo (siempre es entretenido ver a alguien que trata a todo el mundo como si fuera idiota y que siempre tienen la razón), sino que es vital a la hora de defender lo que creen está bien.

El carácter es fundamental en estos personajes para resolver los casos en los que están envueltos; muchas veces House ha entrado en medio de una cirugía a interrumpir el procedimiento, o Lightman ha puesto su pecho en frente de una pistola cuando está seguro de hacer lo correcto. No basta entonces con tener el intelecto para resolver un enigma, a veces se requiere también de un carácter especial para gritarlo cuando nadie te quiere escuchar.    

A comer pasas se ha dicho: para llegar a las conclusiones finales con las que resuelven los enigmas, estos genios poseen además una extraordinaria memoria. Patrick Jane por ejemplo es un as jugando al Blackjack, juego que consiste básicamente en llegar a 21 puntos sumando los valores de las cartas. El secreto de Jane es que memoriza las cartas que están en juego (algo muy pero muy difícil de hacer, pero no imposible). En un capítulo partió jugando con 100 dólares en el casino y terminó con U$ 250.000. House por su parte ama repetir las conversaciones de sus colegas cuando quiere sacarles en cara algo que dijeron (y las repite textualmente) con lo cual puede burlarse de ellos despiadadamente.

El trauma: Como todos los seres humanos, los genios también tienen problemas. En el caso de ellos sin embargo, estos rollos o traumas son fuente de su obstinación, de su curiosidad, y de su particular relación con el mundo.  

Cal Lightman es un detector de mentiras humano prácticamente infalible, pero aún así no fue capaz de detectar que su madre se iba a suicidar, tema por el cual tiene un profundo remordimiento. Además debe llevar a cuestas un matrimonio fracasado y tratar de ser buen padre de una hija adolescente (los que tienen un hijo en esa edad saben a lo que me refiero).  

Patrick Jane en cambio lleva a cuestas el sufrimiento de haber perdido a su hija y esposa en manos de un psicópata, después de que Jane en un programa de TV se  atrevió a desafiar al hombre que lo dejaría esa misma noche sin familia. House por su parte es hijo de un padre con quien tenía una pésima relación (además descubre que no era su padre biológico) y el dolor que le da su pierna, operada en contra de su voluntad, y su adicción (de momento superada) al Vicodín.  Como vemos ser un genio no es garantía para ser feliz, generalmente incluso es al revés.   

¿Qué estará planeando esta semana el Dr. House?

Hijos de Conan Doyle: Para lo que no se necesita ser un genio es para darse cuenta que la mayoría, sino todas las características que tienen en común estos personajes, son las mismas que posee el mítico Sherlock Holmes, personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle a fines del siglo XIX. Probablemente el espíritu de este fantástico escritor inglés esté bastante satisfecho al ver que sus ideas permanecen vivas y potentes en nuestro inconciente a pesar del paso del tiempo (o se está revolcando en su tumba al sentirse infinitamente copiado, quien sabe).  

Finalmente, tal vez ser un genio no sea algo tan alejado a muchos de los lectores de este sitio, o tal vez, los verdaderos genios no son House, Lightman y Jane, sino los guionistas que están detrás de estas series, capaces de crear estas historias que nos cautivan; armar estos verdaderos rompecabezas de manera lógica, coherente y emotiva al mismo tiempo. Y por supuesto la buena interpretación de los actores (especialmente destacada la de Hugh Laurie, “House”) ya que son ellos los que le dan vida a esos personajes, que esperamos nos sigan emocionando por mucho tiempo más.

Por JC. Berner     

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