El mundo según Gein
“¿Sabes lo que dijo Ed Gein de las mujeres? – Bueno, ¿qué dijo ese Ed?-pregunta Hamlin interesado.
-Dijo-empiezo yo-: Cuando veo a una chica guapa andando por la calle pienso en dos cosas. Una parte de mí quiere salir con ella y ser amable de verdad y tratarla como se debe. -Me interrumpo, terminando el J&B de un trago.
-¿Y qué pensaba su otra parte?-pregunta Hamlin, inseguro.
-En como quedaría su cabeza clavada en un palo-digo”.
Patrick Bateman – “American Psycho” de Brett Easton Ellis.
Ed Gein nace el 27 de agosto de 1906 en el seno de una familia disfuncional. Su madre: una templada y fanática religiosa (como Piper Laurie en Carrie) que despreciaba a su débil y borracho marido. Su padre: un alcohólico insaciable que disfrutaba pegándole a sus dos pequeños hijos cada vez que discutía con su esposa.
El pequeño Ed no tuvo contacto con otros niños en su infancia, ya que todo el mundo suponía, ante los ojos de su dominante madre, una amenaza para la pureza moral de su pequeño hijo. Así, durante treinta y nueve años, Ed Gein se convirtió en un hombre vulnerado por la estricta disciplina de su madre, quién lo “liberó” al morir tras un ataque al corazón, en 1945. Tras esos años de anomalía social la suerte de Gein ya estaba echada: la huella de su madre había convertido al granjero de ojos azules en un hombre dependiente, reprimido y solitario.
Gein principalmente se ganaba la vida haciendo toda clase de trabajos a los vecinos de Plainfield, Wisconsin. Fue su habilidad en este tipo de tareas, por la que este hombre de mediana edad, complexión débil, pelo rubio y ojos azules empezó a ser conocido entre la comunidad. Un buen trabajador, siempre al servicio de los demás, fiable pero extraño en demasía.
GEIN HACE DE LAS SUYAS
La historia oficial sobre los asesinatos cometidos por el granjero psicópata de Wisconsin, dicen más o menos así. En la tarde del 8 de diciembre de 1954 un granjero de Plainfield entró en “La taberna de los Hogan” a beber un trago, en una fría tarde de invierno. Su sorpresa fue mayúscula el encontrar un reguero de sangre que cubría las tablas de madera del suelo. Mary Hogan, propietaria del lugar había desaparecido.
Era la mañana de un sábado 16 de noviembre de 1957, cuando Ed Gein cometía otro de sus insanos actos. Esta vez se trataba de Bernice Worden. En esta oportunidad Gein, en un acto sin deliberación, había dado un certero balazo en la frente de la muchacha, con un rifle calibre 22. Al igual que en el asesinato anterior, Gein se llevaba los restos de la joven muchacha preparado para decantarse con sus perversiones. Esta vez “cometió un error”: su nombre había quedado registrado en la caja de la ferretera. No tardarían en casar al pobre Ed.
BIENVENIDOS A MI MATADERO HUMANO
Para el resto de los mortales, viles espectadores de un mundo que ni siquiera rozara un ápice al de Gein, el descubrimiento del matadero humano de Ed fue un impacto. Gein abría el telón de su “Grand Guignol” made in Wisconsin. En el centro de la casa las autoridades se toparon con el cuerpo de una mujer decapitada (Bernice Worden) con un profundo agujero en el estómago que colgaba del techo. El cadáver colgaba de un gancho por el tobillo y con un alambre le habían sujetado el otro pie a una polea. Habían rajado el cuerpo desde el pecho hasta la base del abdomen, y las tripas brillaban como si las hubiesen lavado y limpiado. Una obra de ingeniería macabra. Sólo era una muestra.
Una inspección posterior indicó que las sillas de la cocina estaban hechas con piel humana, así como las pantallas de las lámparas, las papeleras, las fundas de los cuchillos e incluso alguna prenda de vestir, como un chaleco o un cinturón formado con pezones humanos.
Entre los más atroces descubrimientos se encontraron unas cajas con los restos humanos pertenecientes a diferentes cuerpos sin identificar. El corazón y la cabeza amputada de Bernice Worden en una bolsa de plástico, una colección de nueve máscaras de piel humana con el pelo intacto, de las cuales, cuatro colgaban en la pared que rodeaba la cama de Gein y otros atuendos más insanos, que frecuentemente modelaba.
Desde que su madre muriera la habitación de ella había estado cerrada con clavos como un sepulcro (por supuesto con el cadáver incluido). Ed explicó a la policía después de su detención, que tras el fallecimiento su madre se mantuvo en contacto con él durante más de un año hablándole mientras se adormecía.
Tras confesar sus crímenes explicó que en los últimos años sentía de vez en cuando la necesidad de profanar tumbas, y que en algunas ocasiones, incluso conocía a las víctimas en vida y se enteraba de sus muertes leyendo los obituarios, para luego profanar sus tumbas. Tras conocerse los acontecimientos, el poblado arremetió contra “La granja de los horrores”, quemándola sin contemplaciones.
Gein murió por insuficiencia respiratoria el 26 de julio de 1984, tras décadas de reclusión en una unidad psiquiátrica, donde resultó ser un paciente modelo. En la actualidad, sus restos descansan en el cementerio de Plainfield, al lado de los de su madre…
LO QUE LA CINEMATOGRAFÍA ESCRIBIÓ DE GEIN
“PSYCHO”: GEIN EXTRAPOLADO EN NORMAN BATES
Los paralelismos de Psycho (Psicosis, 1960, Alfred Hitchcock) con la historia del Eddie eran fundamentales. Norman al igual que Gein había conservado el cadáver de su madre intacto desde el momento de su muerte. La afición por la taxidermia de Bates (expuesta más gráficamente en las secuelas del film), se inspiraba en el mismo encanto desarrollado por Gein. Sin embargo, la verdadera certeza en la analogía entre Ed y Norman, se establece en la relación anormal con su madre. Norman era un delgado y tartamudo chico reprimido, que había sido castigado por los abusos de una madre puritana. A pesar que estos recursos muchas veces fueron tratados de pueriles para el desarrollo del film, van en la línea de lo descubierto por los siquiatras con el verdadero Ed Gein: que se trataba de un caso de “Complejo de Edipo”. Enamorado de su madre y a raíz de su muerte, se obsesionó en buscar a alguien que la sustituyera, pues se encontraron extraordinarios parecidos entre sus víctimas y su progenitora.
TEXAS: LA HISTORIA DE UN MUCHACHOTE DE NOMBRE “LEATHERFACE”
“The Texas Chainsaw Massacre” guarda un paralelismo notable con la “vida y obra” del granjero de Wisconsin, esta vez encarnado en el sugerente Leatherface, algo así como “cara de cuero” – humano, por supuesto.
La historia de The Texas Chainsaw Massacre se centra en un grupo de cinco “hippies” quienes acuden a las calurosas tierras de Texas en busca de vacaciones, sexo y diversión en un antiguo caserón de un lejano familiar. Las vacaciones se violentan cuando dos chicos son brutalmente asesinados por nuestro héroe nacional, Leatherface. La misma suerte correría el resto de sus acompañantes, exceptuando a Sally Hardesty, quien de una forma muy particular es invitada a pasar una furibunda velada en la casa de los antagonistas: la familia del matadero.
Era un hecho: la estética “geiner” estaba impregnada en el film. Ejemplos sobran: el abuelo semimomificado que irrumpe finalmente para el rito de Sally, los cadáveres que acompañan a los matarifes en su “cena de bienvenida”, la motosierra blandida por Leatherface para “faenar” a Kirk, sobre la mesa (uno de los momentos más notables y que increíblemente deja todo a la imaginación), la máscara de Leatherface con trazos de mujer pintados (era un hecho que Gein era un trasvestido), y la comprensión que estamos ante una película realmente enferma-enfermante, hicieron de The Texas… un film imprescindible.
EN UN LUGAR DE WOODSIDE VIVIA EZRA COBB
Corría el año 1974 y la cinematografía entregaría otra obra inspirada en Gein: esta vez los directores Alan Ormsby y Jeff Gillen, desde las frías tierras canadienses, habían llegado más lejos: realizar una especie de “biopic” sobre el psicópata. Lo consiguieron con Deranged, el film más fiel sobre la historia de Ed Gein, esta vez llamado Ezra Cobb, “el carnicero de Woodside”.
Tras una peculiar introducción documentalizada, muy novedosa en ese entonces, con un periodista que lamentablemente nos recuerda al pedante de Carlos Pinto, quien explotó este recurso hasta casi atribuirse la autoría (véase el bodrio Mea Culpa y demás subproductos), comenzamos a averiguar la vida de Ezra Cobb, quien al igual que Gein, es un granjero psicópata, lastimado por la muerte de su madre y con la firme convicción que recolectar cadáveres, puede llenar el vacío que ésta dejó . Interpretado magistralmente por Robert Blossom nos encanta por su lastimosa ingenuidad-maldad. Ciertamente, a medida que transcurre el metraje, vamos sintiendo más compasión por su mente enferma.
Deranged tiene similitudes con la versión de Tobe Hooper que saltan a la vista: la cena familiar con cadáveres en la mesa, la invitada sorpresa, hechos casi inéditos en ambos films realizados el mismo año; los cadáveres en descomposición (fruto de la excelente muñeca de Tom Savini), el aura maligna que rodea el metraje (tal vez algunos se habrán preguntado “quien hizo esta película tan macabra”). A esto se suma la música minimalista, más grotesca en The Texas…, y en Deranged con un órgano de iglesia durante toda la película. En definitiva, todo un cóctel que la convirtió en la mejor adaptación de la vida de Edward a la pantalla grande.
En la cinematografía también han existido otros intentos por retratar la vida de Gein. Es el caso de Three on a Meathook (William Girdler,1973), un film sobre cuatro chicas de campamento, quienes debido a un problema con su automóvil deben acudir a la granja de Billy Townsend, un joven maníaco que las “ayuda”. Entre los tantos subproductos no podía faltar una comedia – sátira sobre Gein. El resultado para tan delirante idea es Ed and his Dead Mother (1993), con Steve Buscemi interpretando al granjero. Finalmente, la cinta Ed Gein (Chuck Parello, 2001) ha sido catalogada como la única y verdadera adaptación al cine del destripador de Wisconsin.
©Leonardo Díaz Bouquillard
4 Comments
uuuooorales me encanta este asesinoooooooooo es increible me sorprende todo lo k hizo aunk da lastima por todo lo k vivio sin embargo no entiendo por k mataba a las personas de esa forma y hacia mascaras y todo eso pero aun asi es fascinante
esta jenial el articulo ,es mas la ultima pelicula nila conocias ,excelente
En internet están los modelitos que fabricó con pieles y restos humanos,debo reconocer que hubiera sido un excelente diseñador ?
ed gein un hombre bueno ke sufrio mucho