El Final de “Breaking Bad”: Juguemos a especular.
Si no has visto el capítulo 8 de la quinta temporada de BB, no sigas leyendo.
Esta costumbre de dividir las temporadas por dos no es nueva, House o The Walking Dead ya habían experimentado con estas pausas que duraban no más de dos meses y servían para terminar las grabaciones o burocracias de esa índole. Lo malo es que estas pausas se están volviendo cada vez más largas y por lo general la división no es nada al azar, y cada vez más abundan los casos como Breaking Bad y Doctor Who, en los que la temporada dividida es solo un eufemismo de dos temporadas.
Como sea, el último capítulo de la primera tanda de la quinta temporada (Qué largo ¿Verdad?) de Breaking Bad dejó la apertura para lo que será la conclusión de la historia, y algo que todos estábamos esperando desde hace tiempo: Que Hank pille a Walt. Las consecuencias de todo eso, son un cargamento de dinamita que explotará en la cara de ambos, y los últimos capítulos prometen bastante. De lo único que tengo miedo, es que el final sea apurado y los cabos sueltos se aten apresuradamente. Ojalá que no. Porque hay mucha mierda acumulada, pero mucha.
En primer lugar, el personaje de Todd. Ya ha quedado demostrado lo turbio y desalmado que puede llegar a ser, y el que Walt lo haya aceptado como socio solo se debe a su trastornada e inestable mente, pero está claro que Todd tendrá un rol decisivo en los últimos episodios ¿Por qué es tan adulador, tan correcto, tan deseoso por aprender a cocinar sin importarle el dinero? ¿Qué es lo que hará cuando conozca la fórmula? ¿Existe un pez más gordo tirando de los hilos de esta marioneta? ¿Los que contrataron a Walt, por ejemplo?
También está el hecho de que Brock pareció reconocer en Walt al tipo que le dio a comer las bayas de la Flor del Lirio del Valle ¿Qué hará Jesse cuando averigüe que su profesor envenenó al niño? ¿Y cuando sepa que mató a Mike?
Tercero: La Ricina que guarda Walter. Parece que los candidatos para el mortal refrigerio son la neurótica y obsesiva Lidia, que solo respira porque Walt la considera útil, y Hank ¿Cruzará Walt la última barrera moral, asesinar a su cuñado, el hombre que lo ha apoyado tanto durante este tiempo? ¿El hombre a quien su hijo admira tanto? ¿Solo para salvar su pellejo?
Pero lo que probablemente todos esperan, es cuando Hank se dé cuenta de que todo esto fue causado originalmente por él mismo. Fue Hank, en el primer capítulo de la serie, que le propuso llevar a Walt a una redada para darle emoción a su vida, lo que ocasionó que este viera a Jesse, y luego, bueno, ustedes han visto la serie.
Y cuando Hank comience a atar cabos sueltos y repase cada situación irregular y las haga calzar, estaremos relamiéndonos cada sabroso segundo: El equipo desaparecido en el colegio en donde trabajaba Walt, la vez en la que iban a arrestar a Heisenberg con ayuda de Badger y Walt bloqueó la vista de la DEA para avisar a este que se sentara en el otro banco, cuando Hank le preguntó qué había en ese bolso y Walt le dijo en broma “Medio millón de dólares”, la ocasión en que Hank tenía atrapados a Walt y Jesse en la casa rodante y recibió una llamada para avisarle que su esposa Marie estaba en el hospital, cuando un ebrio Walt aseguró a Hank que ese tan Gale no era ningún genio, la vez en que les avisaron a la familia de Hank que el Cartel lo iba a matar y Walt se rehusó a permanecer en la casa con su familia, y luego Gus fue asesinado, las constantes peleas entre Walt y Skyler, y el fastuoso estilo de vida que han estado llevando, que involucra relojes y autos de primerísima calidad, por no hablar de haber pagado la rehabilitación de Hank. No, si esto se viene bueno bueno.
Lo único que deja cierto descontento, es la situación retratada en el último capítulo emitido: Una inexplicable escena de caricaturesca armonía familiar, como si no hubiese pasado nada, un Walt que renuncia repentinamente al negocio de la metanfetamina, pese a todo lo sacrificado y asesinado por este, y una Skyler que parece haber perdonado y olvidado todas las barrabasadas de su esposo. La situación es sencillamente inverosímil, y lo único que me empuja a creer que Walt de verdad se reformó es aquella escena en la que contempla el secador abollado del baño del hospital, el mismo que golpeó ese día en que se perdió el nacimiento de su hija por estar ocupado con la anfetamina. Quizá eso le recordó que por culpa de este millonario negocio, estaba quedándose sin familia.
Lo que nos conduce a otro de estos misterios ¿Qué significa esa escena de Walt haciéndose un scanner de chequeo? ¿Influyeron los resultados de ese examen en su decisión? ¿Habrá vuelto en cáncer, como Skyler deseaba, y es por eso que ella lo perdonó? Esa hipótesis invalidaría aquella primera escena de esta temporada, transcurrida un año más adelante, cuando Walt cumple 52 años y ya tiene pelo, y usa una falsa identidad. Es probable que haya usado el contacto de Saul para recibir una nueva vida y proteger a su familia.
El otro asunto de poca credibilidad es el hecho de que Walt, un tipo que no escatima dinero ni muertes para proteger su secreto y atar cabos sueltos, haya hecho algo tan descuidado y estúpido como dejar el libro que Gale le dedicó en el baño de su casa, a vista y paciencia de su cuñado de la DEA.
Ocho capítulos tendrá la conclusión de esta serie, que se ha mantenido firme en su decisión de durar solo cinco temporadas pese a su éxito, un ejemplo que todas las series deberían seguir para no alargarse innecesariamente ni chacrearse o rellenarse solo para vender más. Si tu historia tuvo éxito, magnífico, termínala y escribe otra. El final de Breaking Bad está pensado para este verano, y promete un clímax con bombos y platillos, que nos dejará nuevamente huérfanos de series a muchos.
Este será la etapa final del largo proceso que llevó a Walter White, un correcto profesor de química que no era capaz de matar a un traficante asesino que tenía encerrado en un sótano comiendo sándwiches preparados por él, a ser un despiadado sicópata que no duda en envenenar a un niño para poner de su lado a su socio, que silba un día después de que un niño murió por su culpa, o que elimina a diez hombres solo para que no hablen ni lo delaten. Jesse, por su parte, ha sufrido un proceso a la inversa: De ser un delincuente común y desenfadado, preocupado solo de sí mismo, a ser una persona que se preocupa por los otros, que piensa en el prójimo antes que en él y que busca una manera legal para ganarse la vida, sin complicaciones. Si me permiten la arriesgada comparación, podríamos pensar en Walt y Jesse como El Quijote y Sancho, personajes de la literatura que sufren una transformación similar, El Quijote se va volviendo más humano, más pragmático y de lenguaje más cotidiano, y Sancho más altruista, de lenguaje más refinado y más sabio. Si antes Walt era el correcto y Jesse era el turbio, ahora los roles están invertidos.
Soy de los que espera con ansias este verano. Y no por las olas, las mujeres en bikini y el carrete desenfrenado. Solo para ver la conclusión de esta historia, para ver a Walt recibir su merecido y para ver a su hijo Walter Jr., el personaje más desaprovechado, cómo reaccionará cuando sepa la verdad. Por eso es porque espero el verano. Lo cual es bien triste de mi parte.
©Por Felipe Tapia, el crítico que se autodestruirá diez segundos después de que leas esto.
3 Comments
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yo creo, que siguiendo la trilogia en que la serie está basada, em mi opinión claro, el padrino-el precio del poder-heat, walt moriría sin remisión, hank se colgaría las medallas, jesee escaparía de la quema pero sin dinero, skyler (dudas), el abogado se buscará la vida de alguna manera y saldrá ileso, y walter jr. se pondrá el sombrero de heisenberg…. no estaría mal verdad, pero hay tantas variantes como en una primitiva o más lo que si estamos seguros es que esta serie pasará a la historia como una de las mejores,,,