Crítica de serie: “No nos quieren ver”

 Crítica de serie: “No nos quieren ver”

Las palabras “crudo” y “descarnado”, son utilizadas hasta el hastío para referirse a situaciones extremas que ocurren en distintos ámbitos de nuestra vida cotidiana, las que generalmente son violentas y que muchas veces logran despertar susceptibilidades o derechamente abrir los ojos de los más escépticos.

Y es que esta serie de ficción chilena, producida por el canal de televisión Mega y que fue emitida durante ocho días domingo consecutivos por la señal abierta del mismo canal durante el 2024, es una radiografía cruda y descarnada (es que es así) de lo que en realidad ocurre en el interior del llamado Servicio Nacional de Menores (Sename), donde habita y coexiste un variopinto de realidades sociales, como lo son los niños sin hogar, otros que a temprana edad ya han cometido delitos de distinta índole, y también aquellos que han sido separados de sus padres por las irresponsabilidades sociales y familiares de estos últimos (cárcel, tráfico de drogas, violencia intrafamiliar, otros).

La serie se centra en el fallecimiento de una interna llamada Catalina, una adolescente, pero aún menor de edad que fue separada de sus padres y llevada a vivir al hogar. Al ser todavía una niña inocente que poco de maldad sabía, comienza a hacer amistad con compañeros de ambos sexos que arrastran una gran variedad de malas costumbres y antivalores, por lo que comienza a normalizar estos hechos desconocidos hasta el momento por ella. Salidas y escaramuzas del centro, visitas a bares de dudosa reputación, y el consumo de alcohol y drogas son la guinda de la torta para destapar una olla a presión en la que se había convertido el internado y de la cual ya se comienzan a vislumbrar varios responsables y culpables, con el consabido desenlace y a la vez punto de partida como lo es la muerte de Catalina.

Su director, Guillermo Helo, ya nos había mostrado una película con cierto parecido a esta serie, “Niñas Araña” (2017), también retratando y emulando la historia real de tres niñas marginales que se especializan en los robos a departamentos, casi siempre accediendo por los balcones y entrando por las ventanas. En “No nos quieren ver”, Helo cuenta con un casting parecido al de los mejores repartos de otras connotadas series nacionales. Es así como Tamara Acosta, Paulina Urrutia, Francisca Lewin, Roberto Farías y Amparo Noguera lideran la gran ola de protagonistas que tiene la serie y que son el soporte para el resto de los personajes. Lo de Roberto Farías, como siempre, sigue siendo sobresaliente, esta vez, como tipo inspector de patio, por lo que tiene trato directo y constante con todos los adolescentes y niños del centro, por tanto, es seguro que muchas veces se pasa de roscas con los adolescentes y termina haciendo cosas que le conviene no acordarse al otro día. Paulina Urrutia y Tamara Acosta son otras de las actrices que sobresalen por sobre el resto.

También existen ciertas actuaciones de los más jóvenes y que hacen de internos que son realmente buenos, destacando lo que hace Germán Retamal. Mi reconocimiento.

Los interiores y exteriores fueron cuidadosamente grabados, como también el cómo se cuenta la historia, con trazos de situaciones pasadas que suceden conforme avanza la serie y sirven para que el espectador sepa exactamente lo que ocurrió en cual y tal situación. Estos saltos de temporalidad no confunden al espectador, es más, la narrativa no es compleja y es muy fácil de seguir.

Quedé con ganas de más con respecto a la musicalización de la serie. No es que sea mala o no funcione, pero hubiese esperado ese apoyo auditivo en momentos de real tensión o violencia, que es lo que más logra esta producción.

Con todo, “No nos quieren ver” es una serie de una gran factura técnica y visual. El audio, a veces, se pierde en más de un diálogo, pero he llegado a sospechar que puede ser responsabilidad de la compañía de streaming más que de la producción en sí. Muy recomendable para todo tipo de audiencias, los menores de edad ojalá acompañados de un adulto responsable para analizar la historia con altura de miras y de manera educativa, algo así como debe verse “El Reemplazante”. Un acierto la serie con toda la magra verdad que expone ante nuestros ojos.

Disponible en Prime Video.

Escrito por: ©Daniel Bernal
Sígueme en X: @DanielBernalY

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