Crítica de cine: “Protegiendo al enemigo”

Después de James Bond, el espía por excelencia, las películas estadounidenses de espionaje siguieron un estilo más o menos tradicional y conservador que generó un modo de hacer cine, y varias películas que parecían una copia tras otra.

Una serie que marcó un pequeño hito diferenciador en este sentido fue la “trilogía Bourne”, con Matt Damon, donde se utilizó un estilo cinematográfico más cercano al documental, con un trabajo de cámara en mano, siempre en movimiento, donde se ven lugares más bien sucios y con una fotografía siempre resaltando colores cálidos. También en términos de guión, aparece un personaje (Bourne) cuya mayor fortaleza son sus destrezas personales, su inteligencia y su deseo de sobrevivir, y no los artilugios tecnológicos sin los cuales el flemático Bond no sería el agente que es.

¿Qué pasó? Ahora esto se transformó en la norma y todas las películas de espías se parecen a esta.

Es el caso de “Protegiendo al enemigo”, filme protagonizado por un siempre sólido Denzel Washington y Ryan Reynolds, que recoge todos los elementos estéticos recién señalados y que con una muy buena dosis de acción se queda corta por su falta de originalidad.

Matt Weston (Reynolds) es un agente de la CIA encargado de una casa de seguridad de la Agencia, de esas donde llevan a los tipos peligrosos para que estén protegidos y puedan ser interrogados sin que nadie sepa. El nuevo huésped es Tobin Frost (Washington), un traidor de la CIA buscado hace años por vender información clasificada. Mientras es interrogado, la casa es atacada y todos los agente son asesinados. Así, Weston tendrá que llevarse a Tobin a una nueva casa, mientras es perseguido por una tropa de asesinos a lo largo de toda Sudáfrica, país donde transcurre toda la película. El problema, como en toda historia de espionaje es simple: ¿en quién se puede confiar?

El filme está lleno de acción que deja poco espacio para una trama muy compleja, muy alejado de las complicadas historias de Jack Ryan (el famoso personaje protagonista de “La caza del Octubre rojo”, “Juego de patriotas” y “La suma de todos los miedos”), así que a los amantes de las conspiraciones “Protegiendo al enemigo” los dejará con gusto a poco.

En cuanto a las actuaciones, el peso de la trama lo lleva absolutamente Denzel Washington, cuya interpretación llena cada espacio cuando aparece. El resto del filme son simplemente muchas escenas de persecución (bien logradas eso si), explosiones y tiroteos.

Aunque buena para pasar un rato y olvidarse del stress del día, dudo que “Protegiendo al enemigo” se convierta alguna vez en un clásico de las películas de espionaje.

Por Juan Carlos Berner

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