Crítica de cine: “Oculus”

 Crítica de cine: “Oculus”

Tim Russell es un joven de unos 20 años que ha estado varios años en prisión por haber asesinado a sus padres cuando niño.  Ahora, que acaba de salir de la cárcel, su hermana Kaylie lo lleva a su antigua casa para enseñarle que él no es culpable de los asesinatos, sino un antiguo espejo que estuvo allí; un espejo demoníaco que provocó la tragedia de su familia. Kaylie está decidida a demostrar su teoría y, con ello, que su hermano es inocente.

Luchar contra un objeto maldito es siempre un desafío mayor. No es lo mismo que enfrentarse a un demonio a través de un exorcismo, ceremonia en la cual existen ciertas reglas claras y experiencias previas de éxito, o eso es al menos lo que el mundo del cine nos ha transmitido como idea. Aquí no ocurre lo mismo. Kaylie ha investigado apasionadamente al espejo, pero solo tiene teorías y en el fondo no sabe cuán poderoso es aquel objeto al que se están enfrentando. Sin embargo, su deseo de justicia se ha transformado en obsesión y no parará hasta conseguirla.

Si bien la premisa de esta película no es original, pues ya conocíamos historias de fantasmas o demonios que habitan dentro de un espejo, lo cierto es que el relato de “Oculus” es bastante insólito en algunos aspectos, especialmente en la construcción del relato desde la edición.

La historia se cuenta a través de un montaje paralelo donde vamos viendo a Kaylie y a Tim en el tiempo presente y luego en el pasado, cuando eran niños, situación en la cual también conocemos a sus padres y cómo llegó el espejo maldito a la casa. Poco a poco los recuerdos (flashbacks) se van confundiendo con las alucinaciones que provoca el espejo, por lo que después el espectador no sabe si lo que el director Mike Flanagan nos está mostrando es el pasado o el presente. Un recurso muy interesante al inicio, que confundirá al público en la proporción necesaria como para mantenerlo intrigado. Sin embargo, es este mismo recurso el que al final cae en su propia trampa, pues el espectador más avezado irá sumando todos los elementos y se podrá adelantar a los hechos, quitándole parte de la sorpresa necesaria a la historia. Esta es la primera flaqueza de esta película.

A pesar de que sus protagonistas son jóvenes, la cinta no tiene ese aire a “película adolescente” que a veces se torna molesto. Me refiero a aquel cine donde se muestra a los jóvenes como seres no pensantes, interesados únicamente en pasarlo bien, y que de alguna manera eso merece un castigo. Al contrario, en “Oculus”, vemos a dos jóvenes inteligentes, serios, que además han sufrido un drama terrible y al que están dispuestos a enfrentar, precisamente con el intelecto. Ahora, ese mismo factor es la segunda flaqueza del filme, pues le quita un poco de fuerza al drama. Lo que ocurre, es que nuestra protagonista es obsesiva y meticulosa, pero no logra transmitir la angustia que sufre. En este sentido el guión es, por decirlo de alguna manera, “demasiado racional”, pues está bien construido desde las acciones de los personajes, pero no así desde la emoción que deberían transmitir al público. Kaylie está tan preocupada por vencer al espejo utilizando su lógica, que pierde parte de su humanidad hasta convertirse en una especie de autómata.

A pesar de estas debilidades, la película se sostiene bien dentro del género y tiene varias escenas muy buenas, en especial aquellas donde participa el personaje de la madre, interpretado por Katee Sackhoff (de la serie “Battlestar Galactica”), que es el mejor logrado en términos de actuación.

“Oculus” no es para nada una cinta gore, de hecho hay pocas escenas donde aparezca sangre (aunque la de la manzana está muy bien lograda). En esta ocasión la apuesta va directamente a crear tensión a través del suspenso, acercándose un poco a lo que nos presentara alguna vez “El aro” (2002) o más recientemente “Insidious” (2010).

Interesante propuesta, sólo que insuficiente para satisfacer a los fans más exigentes del terror.

© Juan Carlos Berner

En Twitter: @jcbernerl

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1 Comment

  • Pues tampoco se esperaría gore en esta película, eso es seguro. La premisa, como dices, no es nueva, pero esperemos que la sepan llevar adelante porque finalmente existe poca originalidad en las películas de hoy. Además, los remakes estadounidenses están aumentando cada vez más, ya sea de cintas clásicas o de cintas asiáticas, en donde encontramos variedad enorme de historias. Me desvié, lo se.
    Buena crítica, me quedo con esta como base para que cuando la vea, me haga una opinión. Si me gano la entrada, mejor (jaja). Un saludo!!

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