Crítica de cine: “Los Juegos del hambre, en llamas”
De menos a mucho, mucho más
En un futuro distópico, en el país de Panem, los vencedores de los 74tos «Juegos del hambre», Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) y Peeta Mellark (Josh Hutcherson), deben realizar la tradicional «Gira de la victoria» a través de cada uno de los 12 distritos. Pero las cosas parecen haber cambiado. La actitud de Katniss la ha convertido en un símbolo de esperanza para los oprimidos fuera del Capitolio. El presidente Snow (Donald Sutherland) lo sabe y por ello ha decidido eliminar cualquier atisbo de pensamiento revolucionario, cambiando las reglas de la competencia especial que se realiza cada cuarto de siglo llamado el «Vasallaje de los 25». Con el secreto objetivo de eliminar a Katniss y con la ayuda del nuevo director de los juegos, Plutarch Heavensbee (Philip Seymour Hoffman), Snow decide que esta vez los seleccionados serán escogidos de entre los antiguos vencedores sin importar su edad. Ahora la lucha por sobrevivir será aún más cruenta.
El filme es la adaptación de “En llamas”, la segunda novela de la trilogía de “Los juegos del hambre” de Suzane Collins. Cabe destacar que la novela fue elogiada por la revista Time como uno de los mejores best sellers de ficción de 2009.
Sucede que, al igual que el libro, es ahora cuando la historia de fondo empieza a mostrar toda su potencia. La primera película tenía éxito en insinuar el desorden político que se avecinaba, mas no explotaba en demasía dicho recurso en el resto de la narración. Ello comprimía la trama al punto de vista de sus personajes principales. En esta oportunidad, el innegable conflicto se desborda y se vuelve el motor de la historia en donde todos son retratados en mayor profundidad. Si la primera película fue una especie de prólogo o presentación de este universo, “Los juegos del hambre: En llamas” es el desarrollo exitoso de principio a fin de este conflicto, involucrando en forma destacada a la totalidad de sus personajes, sin excepción.
Pese a tener algunos bajones de ritmo durante la mitad del metraje, cada escena es importante, pues retrata diversos aspectos de la sociedad en cada escenario de Panem, sea en los distritos pobres, donde la tiranía lo ha transformado todo en un infierno opresivo, o en el Capitolio, donde los opulentos eventos sociales pueden asquear por sus contrastes hasta al más insensible de los espectadores. Lo interesante es que la repulsión que produce no es visual, sino sicológica, pues la decadencia moral es inherente a la atmósfera descrita pero, al mismo tiempo, hay una inconsciencia de ella por parte de los ciudadanos. El guión a cargo de Simon Beaufoy (“¿Quién quiere ser millonario?”, 2008) y Michael Arndt (“Toy Story 3”, 2010), consigue incluir esa maligna ingenuidad, dando como resultado una empatía que los espectadores pueden aprovechar selectivamente para atestiguar cómo parte de los habitantes del Capitolio intuye que algo no anda bien con su sistema, que igual tienen su corazoncito y que, en el fondo, no son más que víctimas de un sistema perverso consecuencia de un gobierno autoritario. El exponente clave de esta decadencia e incipiente arqueo colectivo es el personaje de Effie Trinket (Elizabeth Banks). Esa mezcla de aborrecimiento y pena que nos puede despertar es expresado sutilmente por Katniss y Haymitch (Woody Harrelson).
“Los juegos del hambre: En llamas” cuenta con el doble de presupuesto que su antecesora y se nota. Se percibe más grande, ambiciosa e inquisitiva, igual de larga que la anterior, pero más entretenida. Jennifer Lawrence amplía el registro y personifica a una Katniss más aguerrida y vulnerable. Lo mismo para el resto de los personajes, desde Peeta, Haymitch o Gale (Liam Hemsworth), hasta Cinna (Lenny Kravitz), Effie e incluso Primrose (Willow Shields).
Atrás queda ese aire adolescente a-la-“Crepúsculo”, dando pie a un tratamiento más adulto, aunque igual de comercial y masivo. Es decir, igual de pop, pero con más brío. El nivel de intriga aumenta, da giros inesperados (para quien no ha leído la novela) y permite que el trunco final tenga un significado potente. No es el mejor cliffhanger del mundo, pero una mirada de Katniss basta para entender que lo que se viene es poderoso.
El universo de Panem descrito en esta adaptación llena los vacíos de la película dirigida anteriormente por Gary Ross. El nuevo director, Francis Lawrence, responsable de las interesantes (pero poco audaces) “Soy leyenda” (2007) y “Agua para elefantes” (2011), se destaca esta vez ante las masas al esquivar los cabos sueltos e ir directo al grano.
La interesante estética futurista presentada el año pasado, más comparable a cintas como “La fuga de logan” (1976), logra expandirse en esta entrega, mostrando más elementos tecnológicos, añadiendo credibilidad y emoción. Asimismo, la estética fascista es aprovechada al máximo incluso en elementos extra-cinematográficos, como por ejemplo los afiches y fotografías promocionales de mercadeo que anuncian la “Gira de la victoria” y el “Vasallaje de los 25”, en posturas corporales que ya se las quisiera la virtuosísima e infame Leni Riefenstahl.
Las futuras películas de la saga contarán con la misma mano y se prevé un final espectacular. Mientras tanto deberemos esperar al menos dos años, pues la moda hollywoodense actual es dejar el final en dos partes, tal como las últimas “Harry Potter” y “Crepúsculo”.
Irónicamente, pese a ser más adulta, esta película rebaja la absurda calificación «mayores de 18» de la cinta original, a un mayores de 14. De cualquier modo, si la película antecesora parecía un entretenido Blockbuster de presupuesto ajustado, “Los juegos del hambre: En llamas” es una evolución a un entretenido Blockbuster de alto presupuesto que, además, es una buena película.
© Hugo Díaz
(The Hunger Games: Catching Fire)
Dirección: Francis Lawrence
Guión: Simon Beaufoy, Michael Arndt
Elenco: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Lenny Kravitz, Phillip Seymour Hoffman, Jeffrey Wright, Stanley Tucci, Donald Sutherland, Jena Malone, Amanda Plummer, Willow Shields
EE.UU., 146 minutos, mayores de 14 años.
1 Comment
Hoy fuí a verla al cine, y no sé… como que tengo que verla otra vez para opinar bien… me parece que caen en esta entrega más en el triángulo amoroso de lo que lo hacen en los libros… se distorsiona el personaje de Katniss, haciéndola aun más odiable que en las novelas. De todas formas, hay personajes que se hacen muy entrañables (Peeta ahora sí que me gustó)… ojalá, cuando vuelva a verla, tenga una opinión más completa y satisfactoria sobre la trama, porque hasta el momento, me quedo con la 1