Crítica de cine: “Interestelar”

 Crítica de cine: “Interestelar”

La Tierra ya no es un lugar apto para la vida. Los cultivos están muriendo, no hay alimentos y el aire está saturado de polvo. En este mundo, lo que más se necesita es gente capaz de producir comida y es por eso que muchos se dedican a la agricultura. Entre ellos está Cooper, un ingeniero y piloto que trabajó varios años para la Nasa, hasta que las prioridades del país cambiaron y el programa se cerró. Ahora Cooper vive en una granja junto a su hijo mayor Tom, su hija Murph y su suegro, Donald.

Cooper no es feliz con lo que hace. Añora volar y se siente amarrado a su granja y a la angustia de no saber cuánto tiempo más podrán los humanos vivir así. Sin embargo, el destino le dará otra oportunidad ya que la Nasa tiene un nuevo programa secreto, con el cual pretende buscar nuevos planetas habitables para que el ser humano pueda sobrevivir. Cooper es el piloto más capacitado para la misión, pero el viaje puede ser sin retorno y para su hija no va a ser nada fácil ver partir a su padre.

Esta es la premisa con la que inicia “Interestelar”, la nueva cinta del director inglés Christopher Nolan, famoso especialmente por haber reinventado la saga de Batman, aún cuando entre su filmografía hay varias películas destacables, como “Memento” (2000) (su segundo largometraje y que lo lanzó a la fama), “Insomnia” (2002) y “El origen” (2010).

En esta cinta, Nolan nos lleva a un viaje muy distante en el tiempo y el espacio, en una película donde se nota el tremendo presupuesto invertido, no solo en la gran producción y efectos visuales, sino también en un elenco con tremendos actores. Aquí, Matthew McConaughey vuelve a demostrar que es un gran intérprete, así como Anne Hathaway es la compañera ideal para esta aventura, mientras que Michael Caine aparece una vez más en un rol que le calza a la perfección como el hombre sabio detrás de todo el proyecto. A todos ellos hay que sumar el papel que hace Jessica Chastain, una de las actrices más talentosas del momento.

En todo caso, hay que decir que algunos roles se sienten sobrantes, como el personaje de Wes Bentley, o que incomoda el poco partido que se le saca a Topher Grace y John Lithgow, ambos en papeles muy secundarios.

La película se sitúa dentro de lo que se denomina ciencia ficción dura, es decir, una fantasía futurista que se apega lo más posible a las teorías científicas conocidas. Esto le otorga un grado superior de realismo, similar a propuestas como “2001: Odisea del espacio” (1968) o a la más reciente “Gravedad” (2013), películas de las cuales “Interestelar” recoge varios elementos, e incluso varias citas evidentes. Lo curioso es que el filme pasa sin mayores sutilezas de lo realista a lo onírico y queda, al final, una mezcla que no siempre pega a la perfección. Del mismo modo, “Interestelar” se pasea sin reparos desde la acción vertiginosa a escenas con diálogos íntimos, con un ritmo que no todas las veces es el preciso.

Otra dificultad que presenta esta película es que apuesta a lo masivo, con ideas universales y profundamente humanas, mezclado en un contexto de ciencia ficción que, como sabemos, es el género que hoy más atrae espectadores en el mundo, pero las enmarca dentro de conceptos científicos que no son tan fáciles de comprender por un público que no tiene al menos, cierto interés por la física. Así, en las no pocas escenas donde se explican las teorías que sustentan la película, es posible que algunos se pierdan y simplemente tengan que aceptar que tal o cual hecho es posible.

Más allá de todas estas fluctuaciones que tiene la cinta, lo cierto es que “Interestelar” logra su objetivo principal de ser una película enorme en términos de producción y narrativa, siendo al mismo tiempo capaz de tocar la sensibilidad humana, pues en este marco gigantesco Nolan simplemente nos está hablando de lo que significa ser humano, de la fe, de la esperanza; de cosas que todos conocemos o al menos alguna vez hemos necesitado sentir. Esta es simplemente una historia sobre el amor, entre un padre y una hija, que traspasa las barreras del tiempo y del espacio y con esto, una vez más Nolan demuestra que se puede ser un autor dentro de los cánones de Hollywood.

Raya para la suma, “Interestelar” será reconocida como una gran película por muchos, incluyendo quien escribe este texto, pero igualmente será blanco de críticas hasta cierto punto justificadas. Sea como fuere, se trata de una cinta que dará mucho que hablar y que sin duda hay que ver.

© Juan Carlos Berner

En Twitter: @jcbernerl

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