Crítica de cine: “Insurgente”

Todo comenzó con “Un mundo feliz” (1932) la gran novela de Aldous Huxley, en la cual la humanidad había encontrado la paz pero a cambio había sacrificado cosas como la familia o el arte. Después vendría otro clásico,  “1984”, de George Orwell, cuya historia nos presenta un futuro distópico donde la sociedad  funcionaba, pero a costa de perder las libertades individuales y un control estatal total. El libro significó un precedente y hasta el día de hoy, más de medio siglo después de su publicación sigue planteando nuevos temas de discusión, que parecen incluso cada vez más vigentes. Luego, la cinta japonesa “Batalla real” (2000) nos presentaría por primera vez una propuesta, también en la línea de la distopía, pero esta vez con adolescentes como protagonistas, quienes debían luchar a muerte en una suerte de reality show.

De ahí en adelante vendrían una serie de películas, la mayoría basadas en exitosas novelas, que de alguna u otra forma se toman de los conceptos planteados en los clásicos ya mencionados. La gran diferencia, es que  estas nuevas series están pensadas en un público juvenil, pues los héroes en todas ellas son jóvenes que están dispuestos a luchar contra el sistema, mientras la historia es acompañada de la consecuente aventura del primer amor.

En esta misma línea de películas es que aparece “Divergente”, basada en la novela homónima de Verónica Roth. La película fue un éxito a nivel mundial, y es así como hoy llega su secuela, “Insurgente”. Esta nueva cinta comienza exactamente donde termina la anterior, con Tris y Cuatro, los jóvenes protagonistas huyendo de  Jeanine (Kate Winslet) quien ahora ejerce el poder como dictadora, y está buscando a un divergente para poder abrir una caja que contiene un secreto fundamental para su causa.

Así, Tris y Cuatro deberán buscar la forma de armar nuevas alianzas, en un mundo en el cual ninguna facción se muestra muy dispuesta ayudar a los fugitivos.

Lo primero que incomoda de “Insurgente”, es que la película está llena de vacíos argumentales y hay muchas cosas que no tienen mayor explicación, haciendo que el mundo presentado sea inverosímil en varios aspectos. Puede que en la novela se expliquen algunas de estas cosas (lo ignoro), pero al menos en la película no se sabe por ejemplo, por qué con toda la tecnología al alcance no existen aviones o drones para saber que hay más allá de los muros de la ciudad, o por qué al parecer el único medio de transporte es un tren que viaja sin rumbo, o qué es lo que hacen todo el día los de la facción Verdad. El problema de estos “baches” es que son distractivos, y a veces el espectador se sentirá un poco engañado tratando de armar un universo al que sencillamente le faltan piezas.

Lo segundo, es la falta de novedad en gran parte de su argumento. Es cierto, “1984” y “Un mundo feliz” son los referentes, pero a ratos da la sensación de que estamos viendo una mezcla de historias que ya conocemos bastante bien. Incluso hay algunas citas a “Matrix” que por ahí pueden ser del agrado de los amantes de la ciencia ficción.

El otro punto débil de la película es el uso excesivo del recurso de mezclar las alucinaciones de la protagonista con lo que sucede en la realidad, algo que ya se hizo en la cinta anterior. Probablemente intentar engañar al público una vez es efectivo y sorprendente, pero a la cuarta y quinta vez que se mezcla la alucinación con lo que sucede fuera, ya el espectador está preparado y la sorpresa se diluye en un efecto predecible.

A pesar de todo lo anterior, si el público es capaz de pasar por alto estos problemas y algunas falencias en la dirección, la verdad es que lo que tenemos en frente es una cinta bastante ágil y entretenida, y que a punta de una historia vertiginosa logra superar a su antecesora.

Lo que salva a “Insurgente” y su falta de originalidad, es el ritmo, la acción que no decae en ningún momento, y también la empatía que logra su pareja protagónica con el público. Incluso Cuatro, cuyo intérprete (Theo James) tiene las dotes actorales de un robot, logra ser convincente para este papel en particular. Además los personajes secundarios aportan algunas sorpresas a la trama, y es a través de ellos donde hay más giros inesperados y  la historia logra el sustento necesario para funcionar.

“Insurgente” se nos revela como una película livianita y para no darle muchas vueltas, pero que sin duda dejará conformes a los seguidores de la saga y a los que busquen un rato de entretención.

© Juan Carlos Berner

En Twitter: @jcbernerl

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