Crítica de cine: “Frozen, una aventura congelada”
La nueva película de Disney y Pixar nos lleva a un reino gobernado por dos buenos reyes, padres de la princesa Elsa y su hermana la pequeña Anna. Elsa posee un extraño poder que le permite crear hielo y nieve. Sin embargo, la joven princesa no es capaz de controlar su poder y los reyes deciden mantenerla aislada por miedo a que provoque un desastre. Al pasar los años, Elsa, en un ataque de ira, provoca una tormenta de hielo y nieve y desata el invierno eterno en su reino, por lo que decide autoexiliarse. Anna, entonces, sale en medio de la terrible tormenta a buscar a su hermana y pedirle que devuelva el verano.
En esta película ocurre algo interesante. Uno de los reclamos constantes que se escuchan tanto del público como de los críticos de cine, desde hace un buen tiempo, es la falta de originalidad en los guiones de Hollywood. El cine que nos llega desde Estados Unidos es en su mayoría remakes de cintas anteriores, segundas, terceras y hasta octavas partes, películas basadas en videojuegos, libros, cómics e incluso guiones que parecen copias de otras películas.
“Frozen” por su parte, es una vuelta a lo más clásico de Disney, a las historias de princesas, a los cuentos más antiguos, como “La cenicienta” (1950) o “Blancanieves” (1937). Sin embargo, contrario a lo que pudiera pensarse, este regreso al génesis no empeora la situación y en consecuencia se agradece, y mucho.
Así, como los antiguos clásicos se convirtieron en eso porque lograron emocionar al público, esta historia también lo hace, utilizando los recursos narrativos más antiguos, pero que son eternos. En “Frozen”, se combinan muy bien todos los elementos tradicionales de los cuentos: la magia, la princesa, el joven héroe y los animales como personajes importantes y queribles. Incluso hasta los personajes antagónicos son simpáticos para el público, pues tienen una personalidad muy bien construída y no son personajes planos.
Si bien la trama es más o menos predecible, si es que uno ha visto filmes de princesas anteriormente, la historia es lo suficientemente encantadora como para emocionar al público, y los personajes se harán entrañables, incluso para los adultos. Mención especial para el reno Sven y para el muñeco de nieve Olaf, los mejores personajes secundarios desde la ardilla de “La era del hielo” (2002).
“Frozen” además es un musical, pero no de aquellos donde toda la película es cantada, algo que no todos los espectadores son capaces de soportar. La mitad de la narración se hace a través de hermosas canciones, que recuerdan los mejores momentos de Disney, comparables a lo que sucedió alguna vez con “La sirenita” (1989) o “La bella y la bestia” (1991). Los temas son elegantes, y están puestos en los momentos que corresponden, en proporción adecuada respecto a las escenas con diálogos tradicionales.
De esta manera, aunque se trata de una película de princesas, y por lo tanto una cinta un poco más cargada hacia lo femenino (a las niñas les va a encantar), es un buen panorama para compartir con toda la familia en estas vacaciones. “Frozen: Una aventura congelada” es sin lugar a dudas el nacimiento de un nuevo clásico de Disney.
©Juan Carlos Berner.
“Frozen: Una aventura congelada”
(Frozen)
Dirección: Chris Buck, Jennifer Lee
EE.UU., 2013, 102 minutos
1 Comment
¡Muy agradable! En lo personal, me pareció que Frozen es una historia agradable, al principio no me convenció tanto que cantaran en cada escena pero la verdad es que la música es muy pegajosa y se disfruta mucho. ¡Vale la pena!