Crítica de Cine: “Estación Zombie 2: Península”
El auge de las películas y series coreanas ha pegado fuerte en Latinoamérica. Al ya sabido doble Oscar obtenido por el director Bong Joon Ho por “Parásito” (2019), la compañía de streaming Netflix ha nutrido generosamente su parrilla con muchas de estas producciones orientales. Y es que el cine de Bong Joon Ho ya lo habíamos disfrutado en esta misma compañía con películas como “El Huésped” (2006), “Snowpiercer” (2013) de la cual hoy existe una serie que va en su segunda temporada, y “Okja” (2017).
La misma compañía acaba de publicar lo más visto en este 2020, y puedes ver el aumento de las visualizaciones de las producciones coreanas aquí.
Entremos en materia. En medio del cataclismo zombie, los humanos hacen cualquier esfuerzo para habitar en lugares lejos de los muertos vivientes. Un militar llamado Jung Seok lleva a su hermana y la familia de ésta en un barco militar rumbo a Japón, repleta de coreanos que desean escapar de la infección zombie. Ya en altamar, el barco es desviado nuevamente a Corea, desconociendo los motivos. Pero el problema recién comienza: uno de los pasajeros se convierte en zombie en la habitación en donde estaba la familia del militar junto a otra decena de personas.
Han pasado cuatro años desde los hechos mencionados, y nuestro protagonista (militar retirado) vive en Corea junto a su cuñado. Lejos de tener una gran vida, se une a una banda de delincuentes liderada por un norteamericano quien planea ir a la Península, lugar en donde se supone que ya no existen humanos y está plagada de zombies, para recoger una camioneta que está llena de dinero. Jung Seok acepta y emprende el rumbo junto a su cuñado y tres personas más.
Al llegar a la Península no tardan en toparse tanto con los molestosos zombies como con algunos humanos también. Ahí comienza una carrera por lograr cumplir la misión y no perder la vida en el intento.
Lamentablemente, la película no le llega ni a los talones a “Tren a Busán” (2016), película que sentó las nuevas bases zombies en donde la claustrofobia, el miedo y la adrenalina estaban aseguradas ya que todo ocurría dentro de un tren. De hecho, en esta nueva entrega la introducción era prometedora, ya que dio la sensación de que lo que ocurrió anteriormente en un tren, ahora ocurriría en un barco militar. Pero no fue así.
La cinta, dirigida por Sang-ho Yeon quien estuvo al frente de la original, esta vez no dio en el clavo, llenando la pantalla de malos efectos en que todo se ve muy falso y muy forzado. Si hasta la banda de delincuentes es como sacada de un videojuego. Tiene elementos ya vistos en otras películas del género y que acá terminan por arruinarse, como el hecho de armar un circo romano en que los humanos deben medirse frente a zombies (se cambia la arena por agua), ante el deleite de los sobrevivientes (todos varones, por cierto. Al parecer, el apocalipsis, en todas sus formas, es bastante machista).
“Estación Zombie 2: Península” tiene más desaciertos que aciertos. Apela a muchas emociones en un poco más de dos horas de metraje y ninguna logra funcionar tan bien como en los primeros 10 minutos de película. Incluso cuenta con una secuencia tipo Mad Max que, o era evitable, o podría haberse hecho mucho mejor.
Quedando muy al debe, tiene un ritmo que puede atrapar a los ávidos de películas de zombies y aquellos viudos de “Tren a Busán”. Puede verla adquiriendo su entrada a través de los sitios web de los cines https://www.cinemark.cl/cineonline. Puedes ver la película en el computador, celular, tableta o Smartv, ingresando el código recibido en https://www.cining.cl/.
Escrito por ©Daniel Bernal
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