Crítica de cine: “El maestro luchador”
Lo primero que se me viene a la cabeza tras salir de la función del “Maestro Luchador” es que esta historia perfectamente podría haber sido un capitulo de “Los Simpson”. De hecho, si intercambiáramos a su protagonista, Kevin James, y en reemplazo pusiéramos a Homero, estoy casi seguro que nadie notaría la diferencia.
Y es que el torpe, insensato y bonachón profesor que protagoniza esta cinta, que además es holgazán, pasadito de peso y que coquetea con lo que se mueva, calza perfecto con la personalidad del amarillo personaje de Springfield. Lamentablemente hasta ahí llega el parecido, porque la ironía y el desparpajo que exuda la serie animada, no aparece ni de casualidad en la película dirigida por Frank Coraci.
La trama es bastante simple: un indiferente y perezoso profesor de biología (James) decide lanzarse a salvar el taller de música clásica de la escuela, que imparte un ya mayor, pero muy comprometido colega (Henry Winkler). El programa desaparecerá por falta de fondos y James siente que es su responsabilidad conseguir el dinero. Por eso se le ocurre la absurda idea (aunque en la película todos parecen encontrarle mucho sentido) de luchar en una pelea de la UFC (una especie de “Todo-Vale” donde pierde el primero en quedar inconsciente)
Entonces, como un Rocky con retención de líquidos, el profesor se lanza a entrenar y combatir en peleas de aficionados. Para continuar con lo inverosímil, pese a la brutalidad de las luchas, nuestro protagonista solo consigue un par de rasmillones y un hombro dislocado (al menos Homero terminaba con yeso) De todas formas esto es suficiente para atraer la atención de la mujer que por años lo ha ignorado debido a su falta de profesionalismo como profesor, la noble enfermera del colegio interpretada por Salma Hayek.
Sin duda todo está montado para que Kevin James se luzca. Este actor, conocido por su papel en la sitcom “The King of Queens”, es probablemente la “alternativa económica” a actores de comedia más prominentes como Adam Sandler o Ben Stiller. Sin embargo, a diferencia del festival de tics que ambos actores utilizan, James se vale de un carisma mucho más natural para generar real empatía hacía su improbable cruzada. Y ese es uno de los puntos rescatables de la película.
Así, pese a que la construcción de la historia es totalmente predecible y el guión no depara ninguna sorpresa, el ritmo de la película es veloz y no permite el aburrimiento. En este sentido, la historia funciona bien como un entretenimiento pasajero (mejor si es aderezado con cabritas o algún otra comida rápida) para estos calurosos días de verano.
Ahora si de “maestros que deben salvar su escuela” se trata, esta cinta está muy por debajo de “Escuela de Rock” que hace 10 años presentó los mismos ingredientes pero mucho mejor cocinados y con un resultado bastante más sabroso.
Por Aldo Vidal
En Twitter: @aldusvidal
3 Comments
Creo que es una gran película, habla sobre el desencanto que todos tenemos en algún momento con temas como el trabajo, los amigos o las parejas sin entrar en esos mensajes complejos entre lineas que muchas veces pasan inadvertidos, conozco alumnos con potenciales no explotados y personas pobres queriendo superarse que se encuentran con un sistema inoperante. En el fondo todos cuando encontramos motivación hacemos cosas que pensamos nunca haríamos, el mensaje es lindo.
En el cine me reí mucho y hasta lagrimas vi en mis vecinas de silla…lo de que se parece a los Simpson estuvo chistoso y es cierto que al actor lo ven como “alternativa económica” …deberían tomarlo en serio, es bueno.
Me guiaré por esta opinión e iré a ver la película. La crítica de Aldo Vial es ácida y no aporta elementos para tomar una decisión.
Lamentablemente tú no sabes disfrutar películas. Estás condenado a “criticar” y buscar perfección. Sea o no predecible el final de una película, lo que importa es la esencia de ese final y su resultado. El maestro luchador es una gran película