Crítica de cine: “Dallas Buyers Club: El club de los desahuciados”

 Crítica de cine: “Dallas Buyers Club: El club de los desahuciados”

Ambientada en 1985, “Dallas Buyers Club: El club de los desahuciados”, es un drama basado en la vida real de Ron Woodroof (Matthew McConaughey), un promiscuo electricista de Dallas, quien producto de un accidente laboral termina descubriendo que ha contraído VIH y que le queda poco tiempo de vida. Racista y homofóbico, sumido en su ignorancia, aislamiento social y desesperación, comienza a consumir de manera ilegal AZT, una droga aún experimental por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) que en esos años era administrada a unos pocos pacientes.

Los excesos diarios de alcohol y cocaína, más la AZT, llevan a nuestro personaje al borde de la muerte y es cuando decide probar la medicina “alternativa” como una salida a su problema de salud y, de paso, crear un sustento económico. Así inicia, en colaboración con Rayon —una paciente transgénero (Jared Leto)— y la doctora Eve Saks (Jennifer Garner), el “Dallas Buyers Club”, un centro que provee de tratamiento a los enfermos de SIDA que sean capaces de pagar una cuota y hacerse miembros. Al poco tiempo, el club logra masificarse y volverse conocido entre los afectados, lo que llama la atención de la FDA y la industria farmacéutica, quienes tratarán de masacrar el trabajo de Ron al ver que es competencia para su negocio.

Lo primero que llama la atención, es que los rasgos característicos que identifican al personaje principal son mostrados sin preámbulo. Lo vemos en la primera escena sumergido en un mar de sudor, alcohol, piel y gemidos con dos guapas mujeres, teniendo sexo alocado y desenfrenado en el contexto de una competencia de rodeo de toros, y a pesar de que McConaughey no tiene el semblante de galán de pornografía (tuvo que perder, de hecho, más de 20 kilos para realizar el papel de hombre en extremo delgado), es creíble como cowboy rudo, de malos modales, homofóbico, drogadicto y en exceso libidinoso. Su interpretación es impecable, su destape es sorprendente, sobre todo en comparación con personajes anteriores de perfiles más bajos.
Rayon, también es un excelente aporte, da toques de sensibilidad y humanismo mientras genera empatía y da vida al drama. Leto sin duda tiene una gracia y elegancia en su gestualidad que parece ser innata y se ajusta mucho a este tipo de papel. McConaughey y Leto logran que uno se haga parte de la historia, que la conexión entre el espectador y los personajes sea rápida y fluida, incluso cuando a momentos la trama se vuelve un poco lenta. Es notable presenciar el desarrollo de la unión de ambos, quienes tienen ideologías tan diferentes, pero que se ven enfrentados al mismo problema, y que no pueden evitar crear lazos de afecto que posteriormente detonarán en el espectador un profundo sentimiento de emoción (les recomiendo llevar pañuelo por si no logran contener el nudo que se les formará en la garganta).

Por otra parte, la banda sonora está muy bien elegida. Incluye varias canciones que les serán familiares a quienes hayan ido alguna vez a una disco gay y que a la vez son muy conocidas en la cultura popular, lo que sirve de vínculo para quienes no conocen de cerca ese aspecto de la cultura gay.

Por último y a diferencia de la película “Philadelphia” (1993), que toca el delicado tema del VIH desde un punto de vista más compasivo y sentimental, “Dallas Buyers Club” toma un camino que apunta más bien a dejar en evidencia a una sociedad ignorante, lo que se ve reflejado, específicamente, en los primeros comportamientos atarantados de Ron. Plantea que esta sociedad, temerosa de lo desconocido, se aferra inmediatamente a las opciones rápidas que se le presentan, sin tener en cuenta que el “remedio” puede resultar mucho más mortífero que la enfermedad, y que existen personas o entes inescrupulosos que lucran con el sufrimiento ajeno. Una crítica fuerte al mercado farmacéutico (que se viene maravilloso por estos días, sobre todo en nuestro país) que nos lleva a reflexionar cuánto es lo que pesa realmente nuestra opinión como individuos, ante las decisiones que afectan nuestras propias vidas.

Ganadora de tres premios Oscar: Mejor Actor Principal (Mathew McConaughey), Mejor Actor de Reparto (Jared Leto) y Mejor Maquillaje.

© Meribeth Caro V.

En twitter: @Meri__Beth

“Dallas Buyers Club: El club de los desahuciados”
Dirección: Jean-Marc Vallée.
Guión: Craig Borten, Melisa Wallack
Elenco: Matthew McConaughey, Jared Leto, Jennifer Garner y Steve Zahn.
Duración: 117 minutos

Related post

6 Comments

  • buenaaaaaaa criticaaaa!!!!!!!! le pusiste otra ves meri!

  • que bueno que al fin se estrena, algo vi en la entrega de los oscar. me tinka mas con tu comentario. hay que es perar el fin de semana no mas! 🙂

  • Te pasaste!
    Sin duda una critica exelente que incentiva a ver la peli.
    Seca

  • Solo queda ver la peli, muy buena crítica por cierto. Buen trabajo!

  • Dan ganas de verla… wena critica!

  • jajajaajaja lo q mas me gusta es esa picardia con que escribes que me da mucha risa. un gusto leerte siempre meri,soy fiel seguidor de lo q escribes ! el finde voy a verla a ver que tal 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *