Crítica de cine: “Cacería macabra”. El destructor de prejuicios

En una aislada localidad campestre de Misouri, un sicópata anda haciendo de las suyas. Sin saber de este peligro inminente, un adinerado matrimonio visita su casa de campo para celebrar su cena de aniversario, donde invitan a sus hijos con sus respetivas parejas lo que eventualmente destapa viejas rencillas familiares. En plena discusión de sobremesa, la familia es atacada inesperadamente por todo un grupo de asesinos enmascarados. Los integrantes de la familia están condenados a desaparecer uno por uno bajo el sadismo de los sicópatas. Sin embargo, cuando uno de ellos se empieza a defender, no sólo comienza a nivelar la desequilibrada situación, sino también saca a la luz el origen de estos asesinos y los ocultos motivos del ataque.

Si no habíamos sabido de esta producción durante los últimos dos años, es porque estaba de viaje, visitando festivales de cine. “Cacería macabra” es dirigida por Adam Wingard, un asiduo del terror, género que es quizás la llave de su exitosa carrera que posteriormente le permitió integrar antologías como “The ABC of Death” (cinta del 2012 que también incluye al chileno Ernesto Díaz) y “V.H.S” (“Las crónicas del miedo”, 2012). Su estreno comercial recién fue este año y considerando el resultado de esta producción, la espera valió la pena, pues sin duda se trata de una sorpresa inesperada.

Con una trama y un final predecible, la película se las arregla para entregar esas anticipadas secuencias de una manera única e inolvidable. Es decir, “Cacería macabra” vendría a ser una película poco original en su formato, pero altamente creativa en su ejecución. Si bien, por la segunda mitad y en algunos momentos asemejaría a una afiebrada versión gore de “Mi pobre angelito”, los giros dramáticos son tan interesantes que dan contenido a algo que, juzgando sólo por la apariencia, prometía ser solo un cascarón vacío.

 “Cacería macabra” (Cuya traducción del título es “Eres el que sigue”) cumple todo lo que promete e incluso entrega algo más. Esta película posee un valor que hay que tomarse el tiempo en descubrir, pues no todos aman este tipo de películas y es muy posible dejarse llevar por prejuicios que decenas de otros bodrios han terminado por cimentar en nuestras mentes.

A qué me refiero. Confundir los recursos narrativos con clichés de género es pisar el palito y caer en el facilismo. Es no hacer el ejercicio mental de apreciar por lo que es, en vez de lo que parece ser. Es pasar por alto. Uno como espectador escéptico tiende a mirar el reloj cuando actores desconocidos en una película barata recrean situaciones que ya se han visto decenas de veces. Sin embargo, cuando los lugares comunes establecen niveles de intriga que en definitiva develan una historia de fondo coherente y firme, estamos ante algo realmente inusual. Y eso es extraño porque es bueno.

El subgénero de las “casas asaltadas” ha sido recurrente en el último año. Es un ejercicio problemático pues la tensión se basa en el cansancio de la víctima por sobrevivir. Son muchísimas las películas que se basan enteramente o en parte de esta inestable base fundacional. Hace poco, “La noche de la expiación” sufría del descarrilamiento creativo, pues era una idea muy original echada a perder. En el caso de “Cacería macabra” ocurre todo lo opuesto, pues es lo mismo que otros han presentado, pero con un ángulo distinto y que entretiene por sus giros y sorpresas que pueden incluir los deseos más personales del espectador. Ya que “todo lo que uno quiere que pase, pasa” y eso es satisfactorio. Tanto como la secuencia que da cierre a la película. Un final redondito que justifica su título original.

©Hugo Díaz

“Cacería macabra”

“You’re Next”

Dirección: Adam Wingard

Guión: Simon Barrett

Elenco: Sharni Vinson, Nicholas Tucci, Wendy Glenn, AJ Bowen, Joe Swanberg, Rob Moran

EE.UU., 2011, 95 minutos, mayores de 18 años