Crítica de Amazon PRIME: Historias de miedo para contar en la oscuridad
Si pensabas que esta película consistiría en una colección de tres o cuatro historias de terror, al mejor estilo de “Cuentos de la Cripta”, “Historias Asombrosas” o alguna que otra producción parecida, estás muy equivocado. Este es un largometraje que trata acerca de varias historias… que se escriben solas.
Corría Halloween del año 1968 en Estados Unidos, y como todos los años tres amigos salen a divertirse: Stella, Auggie y Chuck. Sin embargo, esa diversión estaba pintada de venganza contra otros muchachos que el año pasado les habían hecho unas bromas muy crueles. Consumada la revancha y escapando rápidamente, los tres chicos llegan a un autocine y abordan, sin permiso, el vehículo de un muchacho que estaba solo disfrutando de la película. Haciéndose amigos a la fuerza y siendo amenazados de vuelta por los otros chicos que sufrieron la broma, salen de ahí y llegan a una casa abandonada que tenía una escalofriante historia acerca de la familia que allí vivía muchos años atrás. El gran secreto era que una de las hijas del matrimonio, Sarah, estaba escondida en el sótano por ser “distinta”, sufriendo torturas y terapias médicas por parte del hermano doctor de la familia. Ella, a través de las paredes, le contaba historias de miedo a los niños que merodeaban su hogar. Así se construyó el mito, en que ella escribía sus historias en un cuaderno ocupando su propia sangre. Stella y sus amigos no solo encontraron la habitación que ocupó Sarah para escribir sus historias, sino que también el cuaderno, el cual comienza a escribir historias por sí solo, historias que se cumplen al pie de la letra, escritas con sangre.
Uno de los mayores ganchos con los que contaba el largometraje era que el ganador del Oscar, Guillermo del Toro, es uno de los productores y habría participado en, al menos, el armado de la historia. Dirigida por André Øvredal (“La Autopsia de Jane Doe”), la película se sustenta en una historia que mezcla varios conceptos del cine norteamericano de los años 80. Tenemos a los amigos donde ella es la más lista, y en donde uno de ellos es el típico nerd -miedoso, errático, inmaduro- que en unos años más será el “gordo” del trío. Los muchachos de la otra pandilla tienen un poco más de edad y representan el estereotipo del chico malo de secundaria que no se saca la chaqueta de su colegio ni para Halloween. Estos últimos representan el sentimiento máximo del antagonismo en donde el espectador espera que sufran prontamente el dolor que el guionista les tiene preparado. La casa embrujada, por su parte, tiene secuencias muy oscuras que dificultan verla, y se transforma en un punto en contra ya que no se está intentando ocultar nada importante. Eso sí, juega con una crudeza explícita en varias de sus escenas que están muy bien logradas, una mutación de hombre a “algo” que está muy bien hecha, y algunos monstruos que seguramente fueron sacados del sótano de Del Toro para que tuvieran un lugar en el filme.
La verdad es que no hay mucho que rescatar, la película no es muy original, por momentos se hace lenta y, en general, tiene alguno que otro punto alto en suspenso, pero nada más. Inevitable recordar “Evil Dead” (1981) por el tema del cuaderno y sus escrituras, pero no tiene nada que poder comparar, de hecho, realizo la mención solo por el concepto. Queda de manifiesto que la mayoría de las tramas en terror ya están creadas, y cuesta mucho volver a asustar. Necesariamente se debe intentar con algo más original.
Escrito por: ©Daniel Bernal
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