Comentario de cine: “La visita”
Ayer se llamó Felipe, hoy es Elena.
En una zona rural de Chile vive una familia que lamenta la partida del marido de la ama de llaves de la casa, un uniformado que tendrá un velorio de tres días antes de su entierro. “Coya” (Rosa Ramírez, conocidísima por su papel protagónico en “La negra Ester”) es la viuda del occiso y es quien recibe una visita muy especial. Se trata de su hijo Felipe, pero que se presenta con el nombre de Elena (Daniela Vega), o sea, convertido en una mujer.
La trama no es muy compleja, los personajes son simples y Mauricio López Fernández, su director, nos retrata en ésta, su opera prima, cómo el tema de la discriminación no es propio de capitales mundiales ni de grandes metrópolis, sino que también ocurre en lugares lejanos, apartados y quietos, en donde la vida pasa más lento que lo normal, y en donde, quizás, más se note y se haga notar cualquier diferencia y más ganas existan de dejarlo de manifiesto.
No es una película violenta, no existe abuso ni burla en el tratamiento del tema homosexual. Solo el dolor de una madre que ve con disimulada y obligada resignación cómo, sin saberlo y quizás hace cuanto tiempo, perdió a su hijo varón llamado Felipe y debe comenzar a tratar con una nueva hija llamada Elena. Los demás personajes del hogar están compuestos por la dueña de casa Teresa (Claudia Cantero), Paulo Brunetti (Enrique) y Rita (Nathalia Galgani), la encargada de cuidar al pequeño Pedro.
Uno de los primeros puntos que llama la atención es como los personajes comienzan a ver a Elena mientras pasan los días. Desde miradas recelosas y hasta insinuaciones sexuales, los tres días en la casa de campo de esta nueva muchacha no son para nada fáciles. Sin embargo, el centro de esta película es mostrar ambas miradas: si bien Elena trata de actuar en forma normal hasta donde su apariencia se lo permite, inevitablemente tiene una lucha interna consigo misma para no alterar el ambiente de la casa, sobretodo cuando se está a punto de recibir las visitas de parientes lejanos que vendrán a estar presentes por última vez con su difunto padre y que la verán como una mujer. Esa transición es interesante de revisar y analizar porque ahonda en el sentir del transexual; estamos acostumbrados no solo a verlo de afuera, sino a recoger las impresiones de los discriminadores y muy pocas veces de los discriminados.
Por lo anterior, foco de atención importantísimo es como se muestra y desarrolla, con mucho decoro y asertividad, la postura de la sentida y descolocada madre que debe controlarse de no reaccionar por instinto frente a su hija y que debe actuar, frente a la familia que atiende, de la manera más indiferente posible, como si nada ocurriese. La vieja y cansada Coya debe sobrellevar, entonces, la reciente partida de su marido y la visita de su hijo convertido en mujer.
Interesante película chilena que cierra el año 2014 en cuanto a estrenos nacionales se trata.
Quiero destacar la dirección de la película, tiene imágenes y secuencias muy bien logradas, lo que podría augurar una auspiciosa carrera como director a Mauricio López Fernández.
Por ©Daniel Bernal
En Twitter: @BernalusTwit
Director: Mauricio López Fernández
País: Chile
Duración: 82 minutos
Elenco: Daniela Vega, Claudia Cantero, Rosa Ramírez, Paulo Brunetti, Nathalia Galgagni, Ignacio Salvo