Ahora todos a soñar con el fantasma de Wes Craven

 Ahora todos a soñar con el fantasma de Wes Craven

Cuando el terror no era todavía efectos digitales, un monstruo se alzó para instalarse para siempre en la cultura popular: Freddy Krueger. ¿Por qué funcionaba tan bien este monstruo, si se le veía tan poco? Era el Alien del cine de terror. La razón de su éxito es porque alude a un concepto que todos podemos asimilar: las pesadillas.

En las pesadillas no nos sentimos a salvo. Somos excesivamente vulnerables, y el concepto de que te ataquen en tus sueños, cuando no puedes defenderte, da miedo. Otro elemento que permitió que la fórmula fuese tan exitosa fueron los niños: Freddy Krueger ataca a los más desprotegidos, y los padres son impotentes ante esa amenaza. Lamentablemente la idea fue archi explotada hasta llegar a una séptima secuela y un remake que no le hicieron justicia a la creación de Wes.

Craven pavimentó la pista para el terror noventero. “La Serpiente y el Arcoiris” regresaba a los zombies a su concepto primitivo: el vudú. Nada de radiaciones ni epidemias, y fue ese minimalismo, tan diferente a los apocalipsis de Romero que han servido de base al mito del zombie moderno, lo que le dio una identidad. Me encantaría que nos sacaran un ratito del famoso y manoseado apocalipsis zombie para volver a las raíces con una historia como la de Wes. En serio.

“Shocker” era una de esas películas que uno arrendaba en el video club de barrio y que daba miedo, a pesar de lo tonto del concepto, pero recoge la esencia de lo que era el terror en esos años. Hay que reconocer algunas caídas del director, como la nefasta “Swamp Thing” basada en el comic de Alan Moore que en parte por el evidentemente escaso presupuesto y también por lo inmaduro de la trama, se convirtió en una película clase b entre las clase b. Pero Wes iba a seguir evolucionando hasta regalarnos otra saga emblemática: “Scream”, que modernizaba el concepto ochentero del slasher adolescente para adaptarlo a códigos más actuales, siendo fuente de parodias para películas como “Scary Movie”. Pero si tuviera que elegir mis favoritas, me quedo con “La Serpiente y el Arcoiris” y “Pesadilla en Elm Street”.

Junto a John Carpenter y David Cronemberg, creo que  constituye el referente definitivo del terror ochentero y noventero, y gran parte de las películas modernas le deben su existencia a estos directores. No les voy a dar la lata lloriqueando que el terror actual son puros pixeles y nada de susto porque lo he hecho incontables veces, y hoy estamos para rendirle homenaje a Wes, no para quejarnos.

¿Qué otras cosas del director son rescatables? Los episodios dirigidos para “The Twilight Zone” y el corto “París yo te amo” que homenajea a Oscar Wilde, son dignos de ser mencionados. Puedes ver el corto en este link:

Lamentablemente Wes Craven murió ayer de cáncer cerebral. Irónicamente, murió en su lecho, presa de un mal del que nadie pudo protegerlo. Indefenso, como los adolescentes de sus películas. Impotente, como las víctimas de Freddy. Gracias por darnos una razón para temer. Gracias por recordarnos que las pesadillas son el peor monstruo. Buen viaje, Wes, mándale saludos a Freddy, y si regresas en mis sueños, vas a tener que esforzarte, porque he soñado con que Álvaro Corbalán es mi jefe, así que no es fácil asustarme. Que el terror esté contigo.

Por Felipe Tapia, responsable del 76% de las pesadillas que tendrás de ahora en adelante.

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1 Comment

  • Solo acotar que “New Nightmare” sí es de Craven y que es bastante decente. Gracias Felipe por el artículo. Estamos todos de luto

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