7 películas que hacen llorar hasta a una piedra
Hay personas que no lloran con nada… hasta que ven una película de esas que, te calan tan profundo, que no pueden evitar convertirse en una cascada de emociones. No es mi caso; yo lloro fácilmente y más cuando las películas apelan a la sensibilidad de uno… porque, no sé ustedes, pero cuando muere la mamá de Bambi, uno empieza a pensar en qué pasaría si nos pasara a nosotros, y, ay… lágrimas por doquier. En esta lista, están esas películas con las que uno pensaría que no iba a llorar, pero llora igual. De esas que te derrumban sin aviso.
- En busca de la felicidad.
Hace harto tiempo que salió esta película y creo que le cambió la vida a mucha gente. Es la historia real de Chris Gardner, un tipo que de un día para otro, lo perdió todo: su trabajo, su mujer, su hogar. Lo único que tenía era una maleta con algunas cosas y a su hijo de 5 años, con el que tuvo que pasar las peores miserias antes de encontrar un trabajo en el que, finalmente, logró alcanzar el éxito. El llanto acá le sale a uno porque sabe lo que es estar cesante y sentir que el mundo se derrumba… llegar al final y que todo se arregle, después de haberlo pasado tan mal, es emocionante para cualquiera.
- Wall-E
Pixar tiene un especial talento para hacernos llorar. Si yo hiciera una lista de las 10 escenas más devastadoras para mi alma, creo que 4 serían de Pixar. En el caso de Wall-E, la película entera es como un dulce para el alma, porque Wall-E es un robot demasiado tierno y simpático, porque todos sabemos lo que es estar solo y añorar la compañía de otro. Cuando se encuentra con tantas formas de vida que lo quieren, que lo apoyan y le creen, es hermoso, pero verlo seguir luchando por volver y lograr su misión… ¡Ay! ¡Qué cosa tan linda!
3. Marley y yo.
Reconozco que no he visto esta película. Pero es por que sé que terminaré con el corazón roto y no puedo evitar llorar con las mascotas. “Marley y yo” es una película tramposa, porque uno piensa que es una comedia romántica y que te vas a reír toda la película, pero no. No es así. Les digo, yo lloro con el tráiler, porque no puedo con ella. Me pasó lo mismo con “La razón de estar contigo”: NO PUEDO con la pérdida de las mascotas. Punto.
4. Forrest Gump.
Debe ser una de las películas más vistas en la historia de la humanidad. No conozco a nadie que no la haya visto más de 1 vez, doblada, en inglés, sin sonido, como sea. Es de esas historias que son como jarabes para el alma y nos encanta escuchar a Forrest contarnos de su vida y dejar de hacerlo cuando está hablando de algo que le duele. “Es todo lo que puedo decir de eso” es la frase que dice cuando está contando cómo su amigo Bubba murió en sus brazos y cómo murió su mamá. Jenny nos parte el alma, porque tiene a Forrest en la friendzone, pero también sabemos que está muy rota para poder amarlo como él merece. Tiene un final agridulce, pero pucha que es linda.
5. Up.
¡Ay, esta película! Cuando les dije que Pixar tendría muchas escenas en mi lista de escenas devastadoras, incluiría la secuencia de inicio de Up, porque es preciosamente devastadora. Una vez la empecé a ver con mi hermana y mi papá, que se quedó a verla con nosotras porque no podía entender que estuviéramos llorando sin que la película empezara del todo (apareció el castillo de Disney y ya estábamos mal). Cuando terminó, se paró y nos dijo “Así es la vida… nada es como uno lo planea”. Eso es “Up”. Una película para niños que resulta ser una lección de vida para los adultos. Nunca sé si lloro de pena o de felicidad con ella, pero de que lloro, lloro.
6. La sociedad de los poetas muertos.
Robin Williams era bien payaso. Se caracterizaba por hacer comedias, pero todas sus comedias tenían un algo que nos hacía emocionar. “Patch Adams”, por ejemplo, nos hace reír y llorar al mismo tiempo. No es el caso de “La sociedad de los poetas muertos”; acá lloramos no más. Por que todos soñamos con ese profesor que iba a salvarnos de la monotonía del sistema escolar y nos mostrara una nueva forma de ver el camino hacia la adultez y hasta ahí es todo bonito, pero cuando la adultez de los otros lo arruinan todo y desarman ese espacio tan bonito que había armado el profesor John Keating, sólo por no entenderlo, nos rompe el corazón. En mil pedazos.
7. La lista de Schindler.
Supongo que el tema del holocausto es algo sensible; saber que tantas vidas se perdieron por razones tan tontas, nos toca a casi todas las sociedades que alguna vez tuvimos un periodo en la historia en que mucha gente perdió la vida por razones tontas. Y obvio que uno llora con la muerte y exterminación de los judíos y muchas otras razas que fueron consideradas inferiores por los nazis, pero lo que hace diferente esta película es que uno llora de emoción con ella. Aún cuando nos sabemos el final, porque sabemos que Oscar Schindler es un héroe para los judíos, nos emocionamos cuando al final las personas a las que salvó lo visitan en su tumba. Siempre es bonito ver una luz en medio de tanta, tanta oscuridad.
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