“The Time of The Doctor”: especial de Navidad

 “The Time of The Doctor”: especial de Navidad

Para los que seguimos la serie “Doctor Who”, se ha vuelto una tradición esperar el 25 de diciembre no por la llegada del Salvador, sino por el Especial de Aniversario. De este se esperaban grandes cosas por emitirse un mes después del excelente especial de aniversario 50, por ser el último protagonizado por Matt Smith y por introducir a Peter Capaldi, el duodécimo Doctor.

Hoy en día pienso que ver una serie se ha convertido en una conducta social. Si se han dado el gusto de ver una serie entera una semana, sabrán de lo que hablo. Sin duda es un placer cuando estamos de vacaciones y nos tiramos una temporada entera de una serie que queríamos ver hace mucho, sin necesidad de pasar por la tortura de esperar una semana cada capítulo. Sin embargo, creo que ver una serie a cuentagotas, como antaño, también tiene su encanto. El tiempo entre cada capítulo nos permite especular, esperanzarnos, comentar con amigos y, sobre todo, navegar por el espacio ciber social que es Internet y ver los memes, chistes y críticas estúpidas de tipos estúpidos como esto que leen ahora. Algunas series como “Lost” (2004-2010) supieron aprovechar este espacio tecnológico de la nueva era para poner pistas falsas, atraer fans y generar expectativas. “Doctor Who” es otra serie que, pese a datar de los años 60, ha sabido actualizarse como ninguna y aprovechar también Internet como una manera de alimentar y establecer una relación dialógica con sus espectadores, con recursos como webisodes y entrevistas a los creadores. Tal vez, lo ha hecho demasiado bien.

El especial de Navidad, “The Time of The Doctor”, tuvo muchos aciertos, combinó elementos nuevos con viejos, trajo a colación cabos sueltos como la Orden del silencio o la Grieta del tiempo, recuperó cosas de la serie vieja como el dispositivo de los Time Lords que el Doctor le quitó a The Master en “The Five Doctors” (1983) y, por supuesto, cerró el arco argumental que fue Trenzalore.

Sin embargo, el especial de “Doctor Who” de este año adolece de algo que podría en el futuro afectar a la serie entera. Lo peor que le podría pasar a una serie como “Doctor Who”, que se ha caracterizado por sorprendernos a cada rato, es volverse predecible. La especulación e Internet han colaborado para que poco a poco eso pase. El episodio “The Angels Take Manhattan” (2012) se había anunciado como el último en el que aparecerían Rory y Amy, y así fue. El argumento fue algo pobre y parecía que este había pasado a segundo plano, ya todos sabíamos lo que iba a pasar, que la singular pareja iba a estar solo cinco episodios y que luego habría cambio de compañero. Pienso que con “The Time of The Doctor” pasó algo similar. Se había anunciado con bombos y platillos que Matt Smith dejaría la serie y que aparecería Peter Capaldi para sustituirlo, y la trama se tornó más bien predecible, precisamente por el exceso de información que había circulado en la red. Ya se nos había dicho que el Doctor iba ya por su decimotercera regeneración y también sabíamos que los Time Lords habían vuelto, así que era bastante obvio el desenlace de la historia.

Todos sabíamos que el nombre del Doctor no iba a ser revelado, así que todo el tema de la gran pregunta fue un voleo de luces que no generó muchas expectativas, si esa fue la intención. “The Day of The Doctor” (2013) no tuvo este problema. Al contrario, supo inteligentemente construir una buena historia, nunca intentó sustentarse solo en el regreso de David Tennant o Billie Piper. A pesar de que existían innúmeras especulaciones en torno al rol de Jon Hurt o los Zygons, la trama nunca guateó.

¿Se imaginan si en “Lost” nos hubieran dicho que Charlie iba a estar sólo hasta la tercera temporada, o que en “Game of Thrones” hubiesen dicho en Internet que Sean Bean estaría solo durante la primera? Eso sí nos habría cagado la serie, pero en “Doctor Who” eso no parece molestarle a la gente ¿Por qué será?

En lugar de tanta cyber especulación me gustaría que retorne el sello inicial de la serie. Que Clara Oswald se afirme más como compañera, ya que a mi juicio llevaba muy poco tiempo con el Doctor (media temporada) como para construir un lazo afectivo muy fuerte como el que se mostró en el episodio de Navidad. Esa clase de vínculo me la espero de Rose o de Amy, no de Clara, aún.

No fue un mal episodio, fue emotivo ver envejecer a Matt Smith y verlo encontrar su lugar en el universo, el final fue demasiado apresurado y el conflicto se resolvió muy fácil para mi gusto (Clara le habla un segundo a los Time Lords y ¡Voilá!), pero en fin…

El elemento sorpresa debería volver a ser la columna vertebral de la serie. Recuerden lo que la palabra spoilers significa: Arruinadores. Hace falta una River Song que nos advierta de los spoilers para no arruinar más nuestras expectativas.

Por ©Felipe Tapia, lo más grandioso que hay en cuatro metros a la redonda.

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