Silvio Caiozzi de la A a la Z: segunda parte y final.

Presentamos la segunda parte de la interesante conversación que tuvimos con el realizador chileno Silvio Caiozzi. Entre los temas que tocamos se cuentan, el proceso de grabación de “Fernando ha vuelto”; los problemas de la exhibición de cine chileno en la televisión, su paso por “La Asociación de Productores de Cine y Televisión” y del “Consejo Nacional de Televisión”. Finalmente, Silvio Caiozzi desmenuza la oscura maquinaria que se oculta tras la distribución de cine ¡imperdible!

Disfruten del texto y no se olviden de comentar.

En relación a su documental “Fernando ha vuelto” (1998) cómo fue el proceso de realizarlo, tomando en cuenta que UD conoce a Agave Díaz, mujer de Fernando Olivares.

S.C: Ha sido la experiencia más fuerte de mi vida, lejos. No fue algo planificado. Agave (esposa de Fernando) me pidió que registrara… le pidió primero al juez permiso para grabar las causas de la muerte que le iba a entregar el Instituto Médico Legal. Ella quería grabar en video esa explicación para guardarla y el juez acepto. Entonces me pide a mí, como favor, que lo grabe.

Tanto ella como yo pensamos que iba a aparecer un Sr. de blanco con un acta y que iba a decir: “Las causas del fallecimiento son…” Eso es lo que ella y yo pensamos.

Era bien lógico pensar eso

S.C: Claro, una cosa muy técnica y fría… yo llevé una segunda cámara por suerte, nada más que pensado: “puta y si falla mi cámara”. Cuando aparecen este par de mujeres, fue una cosa impresionante. Con el David, el otro camarógrafo, llevábamos trabajando un buen tiempo juntos, nos entendíamos a la perfección, comenzamos a filmar todo lo que tú ves en el documental. Después estas mujeres se paran y nos llevan… Todo lo que tú ves es algo que vamos viendo nosotros por primera vez. Recién cuando estoy frente a los huesos, grabando, comienzo a pensar; mientras todos lloraban, que esto debía ser un documental.

 

Es interesante ese efecto, UD como realizador va viendo lo mismo que nosotros por primera vez, todo se va descubriendo ahí mismo.

S.C: No hay ninguna planificación, todo pasa ahí, al mismo tiempo. En ese momento, mientras grabo, el cerebro me funciona a 1000 por hora. Primero, pienso en la estructura general: esto va primero, no voy a hablar de Fernando Olivares Mori, no me interesa Fernando Olivares Mori, es Fernando, todos los Fernandos, eso fue lo primero. Lo segundo, no me voy a meter en el tema de que estaba haciendo cuando lo detuvieron, ni por qué lo detuvieron, quién era, qué hacía. Era la historia de todos los detenidos desaparecidos. Esa decisión la tomo en ese momento. La estructura, el re-encuentro, la desaparición, incluso con letreros, finalmente el adiós. Y así seguí filmando los dos días siguientes. En ese tiempo estaba preproduciendo “Coronación”, se me olvidó “Coronación”, fue un paréntesis tremendo.

De ahí viene el momento en que decretan que los restos no corresponden a Fernando, entonces le digo a Gavi que me dijera su sensación en ese momento, ella estaba destruida. Entonces le pedí que me lo diga, pero que fuera ¡ahora! Dos días después no sirve, va a estar racionalizada… y se manda esa entrevista ¡increíble! Dice las cosas más notables que yo he visto, como si fuese una erudita política espectacular.

La entrevista es tan fuerte como el documental mismo, yo sabía que ahí iba a funcionar, un día después ya no, entonces capto esa emocionalidad.

Hace poco me llamó Gabi preguntándome si quería grabar el momento en que nuevamente entregaran el informe, le dije que no, porque para mí ya estaba cerrado el tema.

¿Qué quería que grabara?

Ahora venía el reconocimiento definitivo del ADN. El resultado, tal como lo sospechaba es que no es. Pero hay una trampa tan gigante, que no sale en ningún medio de comunicación, que es que el ADN lo obtienen de una pata y no de la cabeza, en el documental sale que todo el estudio que hacen antes es en base al cráneo. Todo eso lo desecharon, toman una tibia, que puede ser de otro; y hacen todo este show del ADN con una tibia… es asqueroso. Recién ahora, le dice el juez, que la parte de abajo puede ser de otro, entonces, ahora, van a hacer el examen al cráneo, parece hueveo ¿no?

Para UD ya es un capítulo cerrado.

S.C: Sí, la entrevista ya lo dice, todo este juego político nauseabundo… de todos unidos… ella lo denuncia. Ahora lo único que sigue es la comprobación de algo que ya denunció. Ahora le dan vuelta a la perdiz unos años más, hasta que ella se muera. Entonces así se dedican a pagar muchas indemnizaciones, somos todos amigos además, al final son toda una gran familia, ese es el resumen y mientras tanto las viudas sufren toda la vida, hasta que se mueren.

Es que el sólo hecho de decirle a la gente, sabe que todo lo que le dijeron no es cierto, que está mal hecho, que te digan: a UD que la habíamos declarado viuda ahora no es viuda, ahora tiene que volver a buscar los restos de su marido y mientras no los encuentre no es viuda.

 

A mí me parecería sano haber dicho: hay errores ¿Quiere que investiguemos? ¿Quieres tú como familia qué investiguemos? O ¿que no investiguemos? Eso me parece sano. Pero no es decisión de ellas, como yo veo las cosas. Los tipos están muertos, no es decisión de ellas que te estén hueviando toda la vida: “ahora es, ahora no”. Según lo que les convenga políticamente. Porque cuando les convenía políticamente de: ¡¡Qué los Muertos!! Entonces salía al aire… ¡¡Los detenidos desaparecidos!! Porque les convenía en ese momento políticamente, entonces venía el escándalo de los detenidos, el patio 29 y toda la cuestión. Pero cuando no les convenía se oculta… esa es la historia.

 

Es tanto así que “Fernando ha vuelto” jamás, durante los gobiernos de la concertación, se dio… lo pasaron muchos años después en CHV y más adelante en canal 7 porque al Góngora poco menos que… tú sabes que él acepto al aire, o sea pre-grabado, me invitó a uno de sus programas que exhibían como a la una de la mañana, fui y al final del programa no me aguanté y le dije: Perdona, pero antes de cerrar el programa quiero que me digas de verdad, yo me quedé con la idea clara, que canal 7 sencillamente no quiso dar “Fernando ha vuelto” porque fue a ti a quien te entregué en reiteradas oportunidades el video y estabas entusiasmado en mostrarlo, tanto así que me hizo una grabación anunciando el programa que nunca se dio. Fui al cementerio, fue una grabación muy linda. Salió al aire el anuncio y nunca se dio el programa.

Entonces se lo dije a Góngora y me dice: Tienes razón, hice todo lo posible pero la directiva del canal se opuso terminante en ese momento a exhibir el documental. Terminó el programa y lo felicité por su valentía de decirlo en cámara, y le comenté: “por supuesto esto va a ser editado” (risas) Góngora me aseguró que iba a salir así al aire, y salió, claro que a la una y media de la mañana.

 

Lo mismo que pasó en el estreno de “Fernando ha vuelto” en el festival de cine de Valdivia, cuando llamaron a todos los medios para hacer la conferencia de prensa y al final sólo llegaron 2 ó 3 medios.

S.C: Tal cual… se produjo en tres días la conferencia de prensa, había un interés brutal por el documental… era ponte tú un miércoles, el jueves corrimos para arrendar un telón, un equipo de proyección, sillas y hacer un coctelcito. Eran treinta y tantos confirmados y dos días después no llega nadie, en realidad como dos, entre ellos un tipo de San Bernardo despistado ¿Qué pasó ahí? Se movieron todos juntos y le dijeron a los periodistas: “esa huéa no va” Democracia y libertad. El gobierno hablando de libertad de expresión. Por algo me tienen en listas negras y por algo no me gano el fondo.

 

Cambiando radicalmente el tema ¿es verdad que UD no trabaja con storyboard?

S.C: Así es, nunca me gustó. Si hay algo que odiaba en la publicidad eran los storyboard. Le tengo terror a los storyboard porque te enmarca.

 

Pero cuándo filma sabe donde va poner la cámara, o ¿lo decide ahí?

S.C: A ver, al hacer el guión veo las escenas y ahí tengo la primera visión más o menos de cómo es el look de las tomas: son angulares, son teleobjetivos, en relación a la historia de los personajes… que siento yo, cual es el ritmo, cámara vertiginosa, no vertiginosa, estática, lenta… eso ya lo tengo súper claro, entonces cuando llego a ver las locaciones y elijo, empiezo a mirar los ángulos. La planificación previa la tengo en la cabeza y la preciso antes de filmar, apurado, decido si es un primer plano etc, etc Pero la imagen ya  tengo en la cabeza.

 

¿Cómo trabaja con los actores?

S.C: Evito ensayar, en el cine nunca lo he hecho, me aterra ensayar, me pasa lo mismo que con el storyboard. Con esto no quiero criticar a los directores que ensayan, de hecho, uno de mis directores preferidos es Ingmar Bergman que por lo que he leído ensayaba meses, hasta que tiene una especie de obra de teatro y ahí comienza a filmar, yo lo haría pésimo. No es que sean recetas, pero a mí eso no me calza, lo he notado, porque algunas veces le he comenzado a decir muchas cosas al actor y cada vez es peor. Lo que me funciona es no ensayar con el actor y pedirle que no memorice ninguna línea del guión, aunque los diálogos están escritos para decirlos fluidamente. Lo que me interesa es que el actor use sus propias palabras en ese contexto.

 

Caiozzi dando indicaciones a Mariana Loyola (Cachimba, 2004)

Hay bastante libertad

S.C: Sí, yo creo en que el actor agarre eso que está muy detallado y que lo lleve a su personalidad, a sus propias experiencias y a su propio lenguaje.

Me costó mucho con María Cánepa, era de una escuela en que le enseñaban a no cambiar una línea del guión, porque era como ofender al autor. Entonces me decía: “pero cómo te voy a cambiar el diálogo”. Me costó como dos semanas hacerla cambiar. María agarraba el guión y me decía: “es que aquí dice”, yo le quitaba el guión y lo tiraba (risas) hasta que se fuera liberando.

 

Helvio Soto decía “La mejor toma es siempre la primera”

S.C: Trato que la primera toma se filme, la primera toma que yo siento que el actor sabe donde tiene que llegar. Antes voy haciendo correcciones, les digo a los actores que no se metan absolutamente en el personaje, es una cosa más bien mecánica, fría.

Cuando el actor está lista tiro cámara, antes le digo lo que le está pasando, porque algunas veces la escena anterior no está filmada, les pido que asocien con experiencias personales la situación y cuando siento que el actor está metido tiro cámara y muchas veces esa toma es la mejor, la primera, las otras son de resguardo. La primera suele ser la mejor, porque por primera vez están dialogando de verdad, antes es muy mecánico. Es mágico, además, pasadas las 10 tomas es bastante desastroso.

Hay una anécdota con Marlon Brandon, que era un carajo Marlon Brandon; por contrato él decidía cual es la toma que queda ¿Saben por qué? Él era tan genial, era de los pocos actores que entre más tomas hacía mejoraba. Cuando tenía un protagonista que le hacía el peso pedía otra, otra y otra… y cuando el otro actor estaba hecho bolsa decía: “esa queda” (risas)

 

En Estados Unidos por contrato algunos actores exigen que no se les filme desde cierto ángulo o con un tipo de lente. Fue lo que le pasó a Alex de la Iglesia cuando filmó “Perdita Durango” el contrato de Rossi Pérez tenía un montón de exigencias de este tipo…

S.C: A Luis Puenzo le paso eso con “Old Gringo” (1989) la primera película que filmó en Estados Unidos, se volvió loco por esos problemas con Jane Fonda.

 

Ricky Martin pidió lo mismo cuando fue al canal 13, hubo que usar un cierto tipo de filtros en las cámaras para tapar las imperfecciones de su rostro…

 

S.C: Descubrí que ellos no necesariamente son los complicados, lo que pasa es que detrás hay gigantescas empresas, llegan a ser edificios de cuatro pisos. Este actor, que para mí es pésimo, el español famosísimo… Antonio Banderas. Yo lo vi en un festival en Estados Unidos, el tipo es muy simpático, buena gente, pero la empresa lo sacaba, son como pacos. Las fotos las toman ellos o las censuran, lo están mirando todo, de repente le dicen que se tiene que ir porque no le están dando la pelota necesaria.

 

Ud. fue Presidente de la Asociación de productores de cine y TV; miembro del Consejo Nacional de Televisión. ¿Por qué este interés, más allá de lo meramente artístico?

S.C: Me tocó, no fue un interés que tenga, de hecho no continué en ello… si sigo en esa línea en una de esas termino siendo un político… hubo un momento en que yo era una especie de bandera por los premios y la credibilidad, decía lo que pensaba. Algunos políticos me dijeron que me vaya por la política, pero no, nunca me ha gustado, de hecho lo odio.

Yo creo que es un mundo muy antagónico al cineasta, al artista en general.

 

Por eso lo preguntamos

S.C: Uno tiene que ser un ojo que mire y que observa. Que dice lo que uno siente y si hace eso otro tiene que estar al servicio de… y por lo tanto no. De ahí a llegar a hacer panfletos estas a un paso.

Me tocó, porque no había otra cosa, había que sacar una ley, había que crear un apoyo, ahora que había democracia las condiciones se daban para que se levantara el estandarte del cine chileno. Pero no fue algo que me gustara.

 

¿Qué debería suceder para que el cine chileno se transforme en industria, cree que es necesario que exista?

S.C: Yo creo que con el mercado chileno jamás habrá una industria, jamás. Podría Chile, si se cambiaran algunas cosas, y se empezará hacer un cine más cototudo, más relevante no sólo localmente, sino que internacionalmente, las dos cosas, sino no funciona. Creando nuevas legislaciones, que apoyen con más fuerza a hacer mercados comunes de cine, con la idea de expandir nuestro mercado, porque este mercado no existe. Que seamos unos productores coludidos en mercados comunes y eso sólo se puede hacer políticamente, no se puede hacer de otra forma… que sea a nivel iberoamericano.

Un sistema de co-producción…

S.C: Sistemas de coproducción de distribución, exhibición. Se han hecho intentos pero no se imaginan los bloqueos que hay, que vienen por supuesto de las distribuidoras Norteamericanas. Lo lógico es que haya legislaciones mutuas de Hispanoamérica de que el cine hispanoparlantes o iberoamericano se exhiba  con un mínimo de proporción. Pongamos que por ley el 35% del cine exhibido tenga que ser iberoamericano en toda Iberoamérica, esa sería una fórmula, hay otras. Pero mientras no se logre algo así, un sistema en el cual Chile pueda contar con un mercado de exhibición, olvídense de industria. Puede llegar a haber industria televisiva pero eso es otra cosa.

No hay mercado, si no recuperas tu plata en el mercado local, no tienes ninguna oportunidad de hacer una segunda película. Es lo que ha estado pasando, finalmente se vuelve un botín, todo se transformó en un botín, vivir un tiempito y la película no importa ¿se dan cuenta?

Hay que apuntar al mercado y a la difusión, a la publicidad a la promoción de ese cine. Porque incluso, aunque tengas un mercado y no tiene la posibilidad de promover la película en ese mercado, sonaste; no llega nadie a verla.

Es súper simple, si el día de mañana se estrena una película, y ves el letrero que dice: vea la gran película boliviana ganadora de no sé que premio con la gran actriz Juanita Pérez ¿Irían a verla?… no va nadie y podría ser una película monumental. Esto pasa todos los días. Sí tú estás meses antes en la televisión mostrando la sinopsis y cuentas que la actriz Juanita Pérez es talentosísima, bellísima y más aún, se acostó con fulano de tal… y está metida en un idilio con el presidente de no sé donde y van y siguen inventando hueas, estrenas la película y va todo el mundo a verla ¿sí o no?

 

Aunque la película sea mala…

S.C: A esa altura da lo mismo (risas) Aunque las malas duran poco. Se llenan las salas los primeros tres días y el cuarto están vacías. Por mucho marketing y publicidad pierden hasta la camisa. No basta con la publicidad, eso es una mentira. Es necesaria la publicidad para que la gente tenga ganas, pero después la película tiene que ser aceptada, querida por el público, recomendada por el público.

 

Es importante el tema de la publicidad…

S.C: Es tremendo, no es sólo un tema de mercado. Yo he dado ideas, cuando estaba en lo de la política fui a varios congresos representado a Chile, con los ministros de cultura de diferentes países, me acuerdo que levantaba el dedo y planteaba esto, que todos tenemos el mismo problema y le daba una idea, que es más simple que la cresta y no vale nada, es decirle a sus canales, que son los canales públicos, que le regalen al audiovisual iberoamericano 5 minutos diarios de noticias, que tienen que estar puestas en prime time en donde digan lo que está haciendo el audiovisual iberoamericano ¿es mucho pedir? Todos te dicen: No, y no lo hacen. Porque se ponen contra los gringos que les financian las campañas y además, eso a los gringos los mata, porque de esa manera creas un mercado de cine hispanoparlante en serio. Si tú estas todos los días en horario de televisión de las noticias, sólo 5 minutos diciendo: gran película mexicana con la actriz no se cuanto que se acostó con Juanito Pérez, los que le decía. Cuando la película se estrena la vas a ir a ver.  Eso es lo que hacen los gringos.

 

Pasa con algunos programas donde dan cine, como la Hora 25, lo fueron cambiando de horario y terminó súper tarde en la noche.

S.C: Ahí nadie los ve, y era un programa muy visto, sospechosamente lo van cambiando de horario, lo van tirando para atrás.

Porque de verdad hay una movida político empresarial, que son las dos cosas juntas, crear un monopolio de la distribución  y la publicidad en el cine. Eso es súper claro.

 

Hubo también ciclo de películas chilenas, pero las daban tarde también

S.C: Al principio, cuando partió bien el FONDART y había toda una mentalidad de los nuevos gobiernos de la concertación de hacer las cosas lo mejor posible, canal 7, compraba cine chileno a muy buen precio, exhibía las películas a las 22:00 hrs con muy buen ratings. No sé si sabían que el cine chileno durante muchos años tuvo de promedio 30 puntos, promedio, o sea hubo películas con 40 puntos y otras con 20, fue altísimo, era un exitazo gigantesco, hasta que políticamente decidieron que no, porque le pisaba los callos a los gringos. Los norteamericanos lo sintieron y me consta, no fue sólo en Chile, paso también con el cine Argentino que comenzó a ganar premios en todas partes, y el público argentino comenzó a ir a ver películas argentinas: “El hijo de la novia” por ejemplo dejaron la escoba. ¿Saben lo qué hicieron los gringos? Me tocó justo con el estreno de “Cachimba”, fui víctima de esto. Se pusieron de acuerdo y sencillamente le decían a los argentinos que no hay sala, porque venía un Blockbuster ¡siempre hay un Blockbuster! al final nos ponían en salitas chicas. Yo vi el borderó de las dos semanas en que estuvo en cartelera “Cachimba” de todos los cines de Buenos Aires. En esas semanas había una película gringa que estaba en 160 salas, el borderó de “Cachimba” en esas dos salitas era muy superior a esta súper película. Algo raro pasa, tenían la película gringa con ¡15 espectadores en todo el día! ¿Por qué la ponen en 160 salas? Esa manera de operar es tremendo paras las cinematografías más pequeñas como la nuestra.

 

Queremos agradecer su tiempo y esperamos tener noticias suyas pronto.

S.C: Muchas gracias por la entrevista, y los felicito ya que faltan espacio así, los felicito por la iniciativa.

(No olvides de revisar la primera parte de la entrevista en este link).

Por J.C Berner y J.M Ortega.

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1 Comment

  • Explosiones a cámara lenta…

    Entretenido! dejo un back a otro post similar :)…

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