“Scream Queens” y “Scream”: ¡¡El grito, el grito!!

Con muy poca diferencia se estrenaron dos series que ocupan los sustos y a los adolescentes como materia prima. “Scream Queens” y “Scream” nos muestran la poca vida que le espera al género slasher en la pantalla pequeña.

De las dos series “Scream Queens” es probablemente la más “interesante” (siendo bastante generoso con ese concepto) La serie creada por el mismo autor de “Glee” y “Nip Tuck” es un mamarracho que no se avergüenza de sí mismo, y que disfruta siendo kitch y absurdo siendo esa es su principal virtud. Ryan Murphy (con la excepción de “American Horror Story” que co-escribe con Brad Falchuk)  siempre se ha caracterizado por el exceso y lo que parte prometedor termina infumable. Bien lo saben los cantantes y cirujanos plásticos de sus series anteriores.

Sin embargo, en este caso nadie podría acusarlo de engaño, la primera escena de “Scream Queens” nos muestra tal cual la moral de la serie. Unas adolescentes  se debaten entre socorrer  a una compañera que se desangra o ir a bailar la canción que han esperado toda la noche. “Tenemos que bailar esta canción, la ayudaremos cuando termine”.  La pobre no llega ni al coro del tema musical.

Con un inicio de este tipo no podemos esperar demasiada coherencia ni tampoco sutileza de ningún tipo. La serie continua varías décadas en el futuro cuando en el mismo lugar está instalada una fraternidad de féminas crueles y superficiales, comandadas por Chanel Oberlin (Emma Roberts) que se ve obligada a abrir sus elitistas puertas a nerds de la universidad que sueñan con ser parte del exclusivo club. En medio de eso aparece un asesino disfrazado de diablo que comienza a eliminarlas una a una.

“Scream Queens” es una extraña mezcla entre “Chicas Pesadas” y “Halloween” que no se detiene en su afán paródico. De hecho, cuenta con Jamie Lee Curtis, famosa por ser una de las primeras reinas del grito del cine de terror. Ella en su papel de decana, al igual que el resto de las jóvenes actrices, hace lo que puede por mantener a flote el tono irónico y negro del guión.

En este sentido dentro de su desenfreno, la serie acierta un par de veces en ridiculizar al género y los adolescentes actuales. Un momento notable es la muerte de la cantante adolescente Ariana Grande en el primer capítulo. Mientras es perseguida por el asesino empieza a chatear con él y antes de terminar acuchillada, actualiza su estado de Facebook para contar que se está muriendo. Un guiño muy meta a los adictos a postear todas sus actividades en las redes sociales. Algo parecido ocurre en el capítulo siguiente. En medio de un enfrentamiento entre el psicópata y la fraternidad de hombres, todo sucede al ritmo de una canción de Backstreet boys, lo que vuelve muy risible la secuencia.  En conclusión el desparpajo de la serie es su mejor y peor característica al mismo tiempo.

En cuanto a “Scream” es poco lo que se puede rescatar. La serie se inspira en la trilogía creada por Kevin Williamson y dirigida por Wes Craven, no es exactamente  la misma historia, pero sí muy parecida. Y lo primero que decepciona es la escena inicial.

En la saga cinematográfica cada película comienza con el asesinato de un personaje importante y en general era una de las escenas más esperadas y sorprendentes. En este caso sigue la misma lógica, pero el crimen es tan aburrido que hace preguntarse ¿si gastaron tan poco ingenio en una escena clave, qué quedará para después?

No mucho la verdad. La serie no está a la altura de la trilogía y más que interés produce nostalgia de lo que vimos en pantalla grande. Dentro de los cambios, tratando de buscar una personalidad propia, la serie apuesta por incluir a la madre de la protagonista. En las películas Sydney (la inolvidable Neve Campbell) debía enfrentar la misteriosa muerte de su progenitora y cómo eso se relacionaba con el asesino. En la serie, la madre está viva y su pasado también volverá para atormentarla y también perseguir a su hija Emma (Willa Fitzgerald).

Uno de los elementos más distintivos del  “Scream” cinematográfico era su tono autorefencial,  que es replicado en la serie. Hay un personaje cinéfilo que conoce de sobra las reglas del género del terror, y  se dedica a advertir a sus compañeros cómo enfrentar los crímenes que suceden en el colegio. Sin embargo, su primera intervención es una referencia poco alentadora para la propia producción. “El género slasher no está hecho para la tv, no funcionaría como serie,  es un género que se consume muy rápido. Desde la primera muerte  hay que esperar un baño de sangre hasta que salga el sol al día siguiente”.

Efectivamente el gran desafío de la serie es precisamente ese, mantener por una temporada completa la intriga que en la pantalla grande dura solo 90 minutos. Hasta ahora, y habiendo visto solo los dos primeros capítulos, la estrategia es presentar una serie más o menos convencional de colegio, con las populares y los renegados, los amores y las envidias a la vuelta de la esquina, la única diferencia es que en este caso pueden terminar literalmente con el corazón roto.

Te invito a leer también mi crítica de la cinta de terror “Te sigue” en este link.

Por Aldo Vidal

En Twitter: @aldusvidal