“Los Archivos del Cardenal”: Segunda Temporada en TVN
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El año 2011 fue un año especial para los derechos humanos y la televisión. “Los Ochenta” lucía su cuarta temporada, con una historia que giraba en torno al romance entre Claudia (Loreto Aravena) y el frentista Gabriel (Mario Horton), mientras los malvados CNI los buscaban. Por otra parte, “Los Archivos del Cardenal” narraba los casos de la Vicaría de la Solidaridad a través de los ojos de Ramón Sarmiento (Benjamín Vicuña), un abogado cuico, pajarón y que no tenía idea de lo que pasaba en Chile, que se enamora de Laura (Daniela Ramírez), cuyas ideas de izquierda terminan compartiendo. Ambas series fueron elogiadas por la izquierda templada (Llamados despectivamente “amarillos” en la actualidad) y atacadas por la izquierda dura, acusándolas de lavar la imagen de los CNI. Tanto “Los Ochenta” como “Los Archivos del Cardenal” mostraban personajes de CNI arrepentidos que terminaban ayudando a sus enemigos, lo que sugiere una imagen poco realista del torturador promedio (Aunque consta que sí existieron casos así).
“Los Archivos del Cardenal”, a diferencia de “Los Ochenta”, terminó con un final cerrado, en un capítulo 12 emitido en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, que simulaba el Caso Degollados. Y se pensaba que ahí había quedado la historia. Pero este año 2014, año en el que La Nueva Mayoría vuelve luego de 4 años de un gobierno de derecha (Era que no), la controversial serie retorna a las pantallas de TVN, continuando la historia donde se quedó, alrededor de un año después, allá por el 86, 87, la época en la que vendrá el Papa a Chile.
Muchos de los personajes como Ramón, Laura, Manuel (Néstor Cantillana), Alicia Carvallo (Claudia Cabezas), el Troglo (Víctor Montero)y otros han vuelto, pero se han sumado nuevos personajes como el encarnado por Daniela Lhorente, cuyo rol es principalmente el de agregar una cuota de triángulo amoroso a la historia, o el de Erto Pantoja, quien es un comunista que se pasó al lado de los malulos.
La serie he tomado giros inesperados, como el hecho de que ahora Laura, producto del inhumano asesinato de su padre, ha optado por un camino que otrora criticó a su ex Manuel , participando en el frente Patriótico Manuel Rodríguez y optando por medios más violentos para combatir la Dictadura.
Aunque lleva apenas tres capítulos es difícil opinar sobre lo poco que se ha mostrado, sin embargo me atrevería a decir que la segunda temporada ha optado por lo que yo llamaría los lugares comunes del cine chileno del género de política: Mucho desnudo, mucho garabato, mucha violencia, mucha sordidez a cargo del nuevo antagonista, el Mayor Alarcón, personaje interpretado por Roberto Farías. Escenas de tortura sórdidas, oscuras y con mucho sufrimiento, con una música psicodélica y frenética, buscan transportarnos a un Chile represivo, desesperanzador y angustioso que dejamos atrás, como si el Gobierno actual quisiera recordarnos que no importa qué tan penca sean actualmente, lo que había antes era mucho peor, así que a conformarse.
Pero como dije, todas estas son especulaciones hechas solo habiendo visto los primeros tres capítulos. La dirección que tomará la historia, con los nuevos personajes y el conflicto que recién empieza a hilvanarse, merece que le demos el beneficio de la duda, por tratarse de una de las series de televisión que más huella han dejado en esta última década. Solo espero que los recursos emocionales no terminen desplazando a la historia en sí, porque sería una lástima. Tampoco me gustaría que se volviese repetitiva y se transformase en otra eterna lucha de los revolucionarios contra los milicos, ya que se han escrito cientos de historias así. No nos quedemos en repetir a cada rato la palabra “huevón” o “conchesumadre” para causar impacto en la audiencia. Por eso, los invito a ver la segunda temporada de “Los Archivos del Cardenal” y a cerrarme la boca si es que llegué a equivocarme (Algo que no suele ocurrir muy a menudo, modestia aparte).
© Por Felipe Tapia, el crítico que te hará un hermano y un sobrino dentro de poco.
2 Comments
Respecto de este artículo sobre la segunda temporada de Los Archivos del Cardenal, creo necesario precisar algunos puntos históricos para responder a las opiniones indicadas en el quinto párrafo ya habiendo visto cuatro capítulos de esta segunda parte.
Primero: Es importante recordar que tanto los personajes, como las historias de “Los archivos…” están basados en hechos reales, por ende la aparición de un sórdido malvado en esta temporada no es menos de lo que fue realmente Álvaro Corvalán en esos años (personaje en el que se basa el de Marcelo Alarcón), por otro lado dudo que algún torturador haya tratado a las víctimas con apelativos como: tonto, imbécil o papanatas, lo más probable es que el garabato haya sido el modo de relación mínimo durante el “diálogo”.
Segundo: en cuanto al tema del desnudo, quizás en el caso de la protagonista no se justifica mucho (tampoco tiene mucha carne que mostrar), pero en el caso de la vedette, es atingente a la historia, ya que es sabido que en esos años, Álvaro Corvalán era pareja de la Maripepa Nieto (una de las más célebres vedettes de los ochenta gracias a la aparición de su trasero en el programa Sabor Latino de TVN), esa parte de la trama muestra el perfil de Corvalán, un hombre que complementaba su sádico trabajo con el gusto y la cercanía con la farándula de aquella época.
Tercero: La musicalización de la serie, que creo que nuevamente la realiza Camilo Salinas (el mismo que hace la música de los ochenta) es la misma de la temporada anterior y refleja muy bien el escenario oscuro, frenético y con sentido de urgencia de la época, eso no ha cambiado y a mi parecer, es de los puntos altos de la serie.
En lo personal y como seguidora de la serie, creo que esta al debe en otros aspectos, en la temporada anterior se desarrollaban los casos por capítulo y la historia de los personajes era secundaria, ahora es justo al revés y eso puede que no sea tan atractivo desde el punto de vista de la memoria histórica.
De todas formas habrá que seguirla…saludos!!
Estimada María Laura:
Mi comentario no iba por el tono realista de la serie, sino comparativamente con la primera temporada, en la que estos recursos no se vieron tanto, sin embargo, eso no le restó realismo a la serie. Simplemente era más implícita en algunas cosas. Recordemos que el personaje de El Troglo está basado en uno real con el mismo apodo, que era famoso porque golpeaba y violaba a las niñas, pero en la serie no se le ha mostrado todavía violando.
Pienso que esta temporada busca causar un impacto visual, ya que en la primera temporada ya nos quedó bastante claro que se trataba de un régimen represivo, y seguir con los mismo habría sido innecesario. Estoy de acuerdo en que la propuesta ahora es y distinta, ya que antes los capítulos eran autoconclusivos (Pero con continuidad) y ahora la historia es una sola, por lo que es normal que algunos recursos cambien.
Saludos