Crítica de Netflix: “Cielo de Medianoche”
El ganador del Oscar, George Clooney, dirige y protagoniza esta película futurista ambientada en el año 2046, localizada tanto en el Círculo Polar Ártico como en el espacio. Él es Augustine, un científico que decide quedarse en la base polar absolutamente solo, después que todas las personas que solían habitar el edificio y sus alrededores fueran evacuadas por fuerzas militares debido a una catástrofe mundial que no se logra explicar del todo. Para su sorpresa, y la nuestra también, él no está solo, ya que una niña de unos ocho años queda escondida en la base. Día a día, Augustine trata por todos los medios de comunicarse con una nave que viene viajando a La Tierra para advertirles de la tragedia y obligarlos a no aterrizar. Pero dada una ola de radiación que impacta al planeta y que aniquila a los seres vivos, es imposible establecer una comunicación. Dada la angustia de la situación, decide, junto a la niña, emprender un viaje en moto de nieve hasta una base cercana, donde, supone él, existe mejor comunicación por la situación geográfica con la que goza el lugar.
De aquí en más, la película cuenta dos historias, el largo camino de nuestro protagonista junto a la pequeña para llegar a la otra base, y los problemas que experimentan los tripulantes de la nave que va rumbo a La Tierra para poder llegar.
Uno de los problemas de la película (no tiene muchos, pero los tiene), es que en un principio nos acostumbramos a que la historia se centraría en Augustine, idea que cambia en el momento en que nos comenzamos a acostumbrar a la cantidad de minutos que se le dedica a la nave y a su tripulación, y recién entendemos que son dos historias que inevitablemente deberán terminar siendo una sola como ocurre en estos casos.
Si bien es un filme fácil de ver, tiene algunas secuencias extrañas que no cuadran a la simple lógica del espectador, lo que arrastra una sensación de desencanto hacia el final. También faltó agilidad en el ritmo de ella, es muy lenta en muchos tramos que podrían haberse filmado de distinta manera o incluso algunas quitarlas de la edición final.
Lo mejor logrado son los efectos especiales sobre todo en las secuencias de la nave, que en muchos aspectos (más de lo que creen) nos recuerdan a “Gravedad” (2013) de Alfonso Cuarón, en la cual también participa Clooney.
Está lejos de ser lo más representativo en la carrera de Georgey Clooney tanto en actuación como en dirección. Sí se nota que trata muy bien los detalles y por sobre todo la dirección de los actores, pero no es suficiente para las dos horas de metraje.
Véala si disfruta de las buenas escenas espaciales. Disponible en Netflix.
Escrito por ©Daniel Bernal
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