Comentario de TV: “House of cards”, quinta temporada
*Esta columna no contiene spoilers de la quinta temporada.
La quinta temporada de House of Cards comienza lenta, mutando para aburrida, pero logra algo parecido a la entretención en los cinco capítulos finales ¿Es eso suficiente? Probablemente lo será para los fans, sigue siendo un show interesante, pero es innegable que antes era una mejor serie.
Faltan solo dos semanas para la elección presidencial, el presidente Frank Underwood (Kevin Spacey) y la candidata a la vicepresidencia Claire (Robin Wright) siguen firmes en la línea trazada hacia el final de la temporada pasada, entiéndase campaña del terror “guerra inminente, ataque terrorista idem”, mientras el candidato opositor Will Conway (Joel Kinnaman) empieza a sentir el estrés de la campaña. Todo esto se alarga durante 8 semi frustrantes episodios; pasan cosas y algunas captan nuestra atención, pero a la larga son solo cortinas de humo, ruedas que giran, pero que no avanzan.
Frank y Claire Underwood siguen siendo dos animales interesantes, es probable que la dinámica entre ambos nunca nos deje de atraer. Frank es cada vez más corrupto y menos sutil, Claire más fría e intrigante, y a ratos todo se vuelve bastante inverosímil, pero no podemos apartar la vista. Los problemas llegan con el desfile interminable de personajes unidimensionales y los arcos argumentales cada vez más repetitivos. El mayor defecto de la serie es que solo los que llevan el apellido Underwood reciben la profundidad y dedicación de los escritores.
Si el año pasado Will Conway se mostraba como un adversario con potencial, en esta pasada queda reducido a una nota al pie, a un secundario con hartos momentos en pantalla, pero sin una pizca de sustancia. No es la primera vez que la serie traiciona y abandona a sus personajes secundarios, como olvidar a Jacqueline Sharp (Molly Parker) que, sin previo aviso, pasa de ser una mujer inteligente y compleja a una femme fatale con trajes ceñidos y diálogos de teleserie. Tema aparte es la larga lista de personajes de relleno de esta temporada, entre los que podemos contar a varios periodistas, un escritor/amante y a un hacker (al menos el de estas últimas temporadas no tiene un cuye como mascota).
Lo mismo pasa con el afán por desenterrar los pecados del pasado del Presidente. Entiendo la fidelidad del fan de la serie, pero es imposible fingir interés en la investigación periodística tras la muerte de Zoe Barnes cuando esa historia está más muerta que la propia Zoe (Que en paz descanse) o más aún cuando citan a personajes que tienes que buscar en IMDB para recién asociarlos con una cara y un nombre.
Veo las noticias, así que las referencias a fraudes electorales, protestas con carteles de “Is Not My President”, noticias falsas e injerencias del gobierno ruso me hicieron sonreír más de una vez, pero también llegué a decir en voz alta: “Me queda claro que los políticos son corruptos ¿Y ahora qué?”. Hace rato que sabemos quién es Frank Underwood y de qué es capaz, en las primeras temporadas cuando su agenda era más difícil de adivinar y actuaba diferente con cada uno de los personajes, según lo que quisiera conseguir, cada diálogo mirando a cámara resultaba sorprendente, valioso y cómplice, ahora Frank traiciona, grita y se molesta con todos por igual, lo que provoca que las intrigas sean cada vez menos elaboradas.
Como no todo puede ser malo, hay aristas que aún funcionan en la casa de naipes: Claire Underwood es una de ellas, porque a esta altura Robin Wright encarna al único personaje que puede sorprendernos de verdad. También el siempre malhumorado Doug Stamper (Michael Kelly) en su infinita, perturbadora y conmovedora lealtad y paradojalmente, sin importar cuán predecible y menos inspirado pueda volverse ese extraño placer llamado Frank Underwood, los monólogos a cámara de Kevin Spacey aún tienen la capacidad de mantenernos pegados al televisor.
La pregunta es ¿Hasta cuándo alargamos la historia? Ningún grupo de antihéroes puede ascender para siempre y quizás llegó el momento de empezar a pensar en cómo vamos a repartir la última partida de cartas.
*La Quinta Temporada de House Of Cards se estrenó el martes 30 de mayo en Netflix.
Por Ángela Díaz
En Twitter: @Negracesante