Por Vanessa Vidal Durán
Acreedores, dirigida por Alexis Moreno, nos presenta una premisa simple pero poderosa. Con tres actores en el elenco, una locación y numerosas emociones, sensaciones, recuerdos, se construye un relato propio que tiene su pulso, dentro de una construcción bastante compleja, donde vamos a cada segundo conociendo a fondo a los personajes y la trama misma.
Mario Horton (Adolfo) y Paloma Moreno (Tecla) son un matrimonio que va de vacaciones a un balneario lejano. Han tenido una gran discusión y ésta se ausenta por un periodo. Así, conocemos primero a Adolfo y a Francisco Reyes (Gustavo), quienes tienen una conversación tremendamente profunda, llena de vicisitudes, donde Horton deprimido, se hunde en pensamientos oscuros cada vez más y más, llegando a cuestionarse su vida entera.
Gustavo le advierte de las penumbras que rondan a su esposa, logrando así que el débil esposo se convenza que ella es una mala influencia, que ha apagado su luz y espíritu de forma irremediable y rotunda. Los cónyuges tienen una fuerte discusión, donde ambos se dirán muchas verdades pero por sobre todo enfrentarán sus fuerzas opuestas. Tecla, al conocer las verdaderas intenciones de Gustavo lo enfrentará, y conoceremos la real relación que todos tienen en esta especie de triángulo amoroso.
Existe una fuerte guerra psicológica en este montaje. Cada personaje de forma férrea defiende su postura, su moral, y se encuentra con energías muy distintas, opuestas, al otro.
Este texto de August Strindberg despliega las pasiones humanas, de forma tenebrosa, cruda, tratando temas contemporáneos -o que nunca pasarán de moda-. Se nos induce en una atmósfera sumamente oscura, donde seremos guiados por distintas situaciones dramáticas con un final trágico y por lo visto, inevitable.
La puesta en escena es sobria, una locación con una cama, una pequeña mesa, una silla y poca utilería. De fondo podemos ver unas ventanas que muestran árboles del balneario. Son los actores quienes entran y salen de escena; y lo más llamativo y bien trabajado para la historia y nuestro imaginario, es que nunca están los tres juntos, siempre en pares.
Con vestuarios blancos, negros, grises, privilegiando el silencio y los diálogos que constituyen esta obra, Acreedores es un montaje potente que no deja a nadie indiferente. Otro ítem a destacar es que, finalmente, cada uno, por los motivos señalados por los personajes, pueden ser o no -a juicio del espectador-, acreedores del otro.
Ficha técnica:
Del 20 de agosto al 6 de septiembre a las 19.30 horas
Funciones de miércoles a sábado
Lugar: Teatro Nacional Chileno
- Dirección: Alexis Moreno
- Elenco: Francisco Reyes, Paloma Moreno, Mario Horton
- Diseño escenografía y vestuario: Andrea Contreras
- Realización escenográfica: Francisco Sandoval
- Realización de vestuario: José Vergara
- Diseño iluminación y jefatura técnica: Francisco Herrera
- Fotos: Daniel Corvillón
- Asistente de Producción: Paula Galleguillos
- Producción general: Alessandra Massardo.

