Especial sicópatas y asesinos 3: Freddie, el coleccionista.

 Especial sicópatas y asesinos 3: Freddie, el coleccionista.

Freddie, el coleccionista de mariposas, es otro de los sicópatas que revisaremos en este especial. Interpretado por Terence Stamp, es el protagonista de una película de 1965, otros tiempos, cuando la industria era menos violenta y más propensa a sostenerse con relatos que por medio de crudos recursos visuales, a diferencia de la actual sociedad del espectáculo a quien ya nada parece sorprenderle.

Freddie no es un asesino violento y sórdido, no usa máscaras de payaso ni posee destreza física. Es educado, tímido y de pocos amigos. Es casi como una versión más encantadora y equilibrada de Norman Bates. Apasionado, estudioso y romántico, es el típico fulano del que uno esperaría cualquier cosa, menos que secuestrara a una mujer. Y sus intenciones una vez lo hace, no son sexuales ni frívolas, su único deseo es poseerla y admirarla, como hace con las mariposas que colecciona con interés científico y artístico.

Este taciturno coleccionista es un alma incomprendida y solitaria, de esos que acaban cayendo en la friendzone, si no lo sabré yo. El eterno candidato a “Me gustas como amigo”, “Te quiero como a un hermano” y “¿Me podrías presentar a tu amigo pintoso y canchero?”

Existen varias formas de amar: lujuriosamente, fraternalmente, de manera posesiva, liberadora, tortuosa, platónica, pero Freddie solo quiere a Miranda para que esté con ella, para profesarle una admiración religiosa y sublime, de manera inmaculada y devota, pero a la vez enfermiza y malvada. Porque a Freddie no le interesa que Miranda no quiera estar con él. Incluso ella le propone que sean amigos, y hasta intenta seducirlo para poder escapar, pero el joven idealista se encuentra por encima de esos deseos mundanos y corrientes.

Freddie es el arquetipo del desadaptado social, incomprendido pero extremadamente romántico. Es el eterno reprimido vuelto represor, tremendamente posesivo  e inepto socialmente. Es la respuesta al amor no correspondido: si no aceptas ser mía por las buenas, lo serás por las malas. Incluso prefiero mil veces que sea por las malas ¿Quién no ha deseado, en los rincones más sórdidos e inconfesables de su mente, que ese eterno objeto de deseo inalcanzable pueda ser nuestro, aún sin el consentimiento de este? ¿Puede que en todos nosotros resida un pedacito de Freddie, sepultado bajo toneladas de normas sociales y convenciones éticas y morales? ¿Son los callados efectivamente los más peligrosos, y los fanfarrones pura boca? Chicas, a partir de ahora dejen de preocuparse por el ruidoso acosador callejero que le grita piropos groseros, y ténganle más miedo al tímido joven que baja la mirada de puros nervios cuando ustedes lo miran para preguntarle la hora. Ese sí que es peligroso.

La película inglesa “El Coleccionista” fue dirigida por Wiliam Wyler, está basada en la novela de John Fowles  y es una joya de aquella época en que todo brillaba sin necesidad de efectos pomposos, primeros planos siniestros  ni sustos detrás de la puerta. Bastaba una buena historia y personajes complejos, nada de 4D ni babosadas por el estilo.

© Por Felipe Tapia, número uno en ventas el pasado fin de semana

Fuente: mikestakeonthemovies.com

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