En qué estarían hoy los personajes de “Los 80”, en espera de su sexta temporada.
Para mí, el secreto del éxito de “Los Ochenta”, más allá de que explota nuestra devoción por lo nostálgico y el mensaje social inserto, es que articula historias de carácter humano con un contexto histórico bien documentado y que no es forzado. Lo que les pasa a los personajes y lo que pasa en Chile está totalmente relacionado y los elementos son interdependientes durante todas las temporadas. Eventos como El Terremoto, El Cometa Halley, el Atentado a Pinochet, la llegada del Papa, la elección de Cecilia Bolocco, no aparecen solo por salir, sino que constituyen una parte importante de la trama, cosa que no pasa en otras series. Por ejemplo, la telenovela “Estúpido Cupido” de los 90, ambientada en los 60, pudo haber ocurrido perfectamente en cualquier época, si se cambian las ropas, los lugares y la música. Cosa que en “Los 80” no podría hacerse. Y no solo por los eventos históricos. Las referencias culturales también han sido cuidadosamente colocadas dentro de la serie. Así, programas como “Marco” o “Angel Malo”, películas como “El Regreso del Jedi”, “ET” o “Tres Hombres y Un Bebé” sirven también para transportarnos de manera mucho más creíble al Chile de la controversial década. La música, las marcas de productos, son algo más que adornos.
La última temporada ha sido bastante criticada por la dirección fatalista que tomó y por el insípido e inverosímil final, en el que el pobre Juan Herrera, ícono del tonto bueno, dejó escapar por compasión al horrible antagonista que lo estafó. No se sabe qué pasará en esta sexta temporada, y si será la última o no, pero sin duda aprovechará la situación actual del país para desarrollar con profundidad el tema del Plebiscito del 88. Todos esperan que la columna vertebral de esta temporada sea aquel importante suceso, y cómo cambiará las vidas de la familia Herrera.
Para que se sientan más viejos aún, esta vez haremos un repaso de los personajes principales, e imaginaremos qué edad tendrían y en qué estarían actualmente:
Félix: La primera temporada trascurre el año 1982, y este personaje tiene 9 años. El año 2013 debería tener 40 añitos. Brunito debe andar por las mismas. Es probable que se haya casado, que en los 90 haya sido todo un grunge, que haya pasado de Los Prisioneros al punk más duro, y al formar una familia, haya mostrado la misma rectitud que su padre.
Martín: Parte con 16 años, por lo cual, en esta época debe rondar por los 47. Imagino que conoció a una mujer que lo valoró, que continuó su proceso de maduración, y quién sabe si continuó su carrera en el cine, pero me gustaría pensar que sí. Probablemente estudió una carrera relacionada con el área, y actualmente, gracias a los amigos progres hechos durante la Dictadura, ahora tiene santos en el gobierno concertacionista y trabaja en algún medio de tendencia pro gobierno, como TVN o La Nación.
Claudia: Tiene 19 años en la primera temporada, así que ahora debe ser una respetable señora de 50 añitos. Quizá logró superar la pena por Gabriel y se casó y formó una familia (¿Con Petita, quizá? Se lo merece). A lo mejor logró terminar una carrera ¿Medicina? ¿Pedagogía? Quién sabe. Lo que sí me atrevería especular, es que siguió metida en asuntos políticos, y la vuelta de la democracia también la hizo creer que las cosas iban a cambiar, como a todos. Debe ser totalmente anti Piñera, y aunque vieja, apoyó la Revolución Pingüina y El Movimiento Estudiantil.
Anita: Nace en la segunda temporada, el año 1984, así que ahora debería tener 29 añitos, más o menos. Debe llevar pocos años ejerciendo como profesional, probablemente no está casada, recuerden: los treintones de ahora son los veinteañeros de antes. Independiente, llena de proyectos, ya no la atormenta el fantasma de no tener hijos tan vieja, como antes pasaba. Bien por ella. Debe estar conviviendo con su pololo.
Vicente: Nace entre la cuarta y quinta temporada, por ahí por el 87, así que ahora debe tener unos 26 años. Imagino que debe estar terminando la universidad o empezando su vida laboral, y por la rectitud de su padre y abuelo, imagino que debe ser un tipo parecido, a menos que haya salido a la mamá. Claro, si es que no acabó sucumbiendo al nihilismo y la cultura de “No estar ni Ahí”, impulsada por el Chino Ríos en los 90. Pero quiero creer que ni el copete, la cultura basura ni las malas juntas corrompieron al otrora tierno bebé.
Ana: En la segunda temporada, el 84, se revela que tiene 40 años, por lo que ahora debe tener 69 añitos. Avejentada, cansada, ahora debe estar dedicada a sus nietos y a vivir sus últimos días disfrutando de la prosperidad que finalmente logró su esposo.
Juan: Nunca se ha dicho su edad, pero supuestamente es mayor que Ana, por lo que se ha mostrado un par de veces. Debe tener sobre 70, entonces ¿Seguirá con su mala cuea o le habrá sonreído la vida? Creo que a punta de porrazos, Juan Herrera se volvió a levantar, se reafirmó económicamente y logró pagar los estudios de sus hijos. Y como ahora todos son profesionales, han sabido devolverle con creces a su padre los sacrificios y cariño, y ahora lo ayudan económicamente. Así, los cuatro hijos de Juan Herrera se convirtieron en una excelente inversión económica, ya que la AFP no le alcanza para vivir dignamente en su vejez (Sí, todos despotrican contra las AFP, yo no voy a ser menos ¿No?). Imagino que deben estar desencantados con los 20 años de Concertación y los 4 años de Piñera, pero ellos ya están demasiado viejos como para dejarse amargar por cosas políticas a estas alturas.
Ezequiel y Nancy: Deben tener una edad parecida a la de Juan y Ana, y probablemente en la misma situación de vejez precaria. Pero no hay problema, Brunito era un tipo brillante, debe tener mucha plata en estos días, y les ayuda a su madre y padrastro, devolviendo todo el apoyo que ellos le brindaron.
Don Genaro: Lo siento muchachos, ahora Don Genaro debe estar Fiambre. La duda es continuó hasta el fin de sus días idolatrando al General, o como Lavín, al enterarse de todas las atrocidades, dijo que nunca lo habría apoyado de haberlo sabido. Quizá alcanzó a estar vivo cuando Pinochet se fue preso en Londres, pero estaba demasiado decrépito como para sumarse a las protestas con las viejas . Quizá, solo quizá, al enterarse de las torturas, la cuenta en el Banco Riggs y todas las cosas que sabemos, recapacitó en sus últimos años, y se reconcilió con los rabanitos. Si su local sobrevivió al voraz capitalismo de los supermercados, ahora es Petita quien lo administra, quien aprovechará la bonanza noventera para sacar adelante su negocio, eso sí, ahora con un control de calidad mucho más riguroso, y con toda la transparencia moral de la que adolecía su antecesor.
Todas estas especulaciones quizá se tornen falsas cuando veamos la sexta temporada de Los Ochenta ¿Será la última? ¿Harán una séptima para el 89? ¿Se convertirá en Los Noventa? Habrá que esperar a Octubre para saberlo.
© Por Felipe Tapia, cuyo espíritu permanece joven.
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