El complicado proceso por el que tuvo que pasar “Aladdin” antes de ver la luz
The Hollywood Reporter anunció hace unos días que que Disney haría una nueva versión de “Aladdin” para convertirlo en una cinta ‘live action’, siguiendo los pasos de “La Bella y la Bestia”, “Cenicienta” o “El rey León”. De todas formas aún queda mucho tiempo para ver este nuevo proyecto en pantalla, pero es buen momento para recordar el complicado proceso que tuvo que pasar la clásica cinta animada para ver la luz.
La historia nació en 1988, cuando el letrista Howard Ashman tuvo la idea de hacer un musical basándose en ‘Aladdin’, uno de los cuentos que contiene Las mil y una noches. Ashman escribió un tratamiento -una especie de escaleta- de 40 páginas que se mantenía fiel a la historia original, pero incluyendo nuevos elementos. Creación suya fue el Genio que pasaría a la historia con la voz de Robin Williams, aunque por aquél entonces no estaba tan definido -puedes leer más acerca del papel del famoso cómico en este link-. Sin embargo, Disney terminaría por sacarle del proyecto y meterían a Linda Woolverton para desarrollar la idea.
Esta última utilizó elementos de “El ladrón de Bagdad” para hacer la historia. De hecho, Jafar nació en esta etapa del guión, al igual que un ladrón retirado llamado Abu y una doncella para la princesa. Cuanto estuvo completado, el proyecto fue seleccionado por los productores John Musker y Ron Clements junto a una adaptación de “El lago de los cines” y “El rey de la selva” (que más tarde sería “El rey león”). Cuando llegó a manos del jefe del estudio, Jeffrey Katzenberg, en abril de 1991 este lo rechazó y pidió reescribir por completo el proyecto.
Los guionistas Ted Elliot y Terry Rossio trabajaron a fondo para tener la historia a tiempo. Decidieron no incluir a la madre de Aladdin, dieron más importancia a Jasmine y eliminaron gran parte de las canciones compuestas por Howard Ashman y Alan Menken, aunque mantuvieron la famosa ‘Príncipe Alí’. Además, Aladdin cambió de personalidad y se hizo un poco más rebelde. En octubre de 1991, el guion ya estaba terminado y aprobado por Katzenberg, por lo que pasó a la fase de diseño de personajes y animación.
Mientras daban forma a la película, los animadores tuvieron varias dificultades, ya que ambos vivían en los extremos de Estados Unidos. Glen Keane se encargaba de Aladdin y trabajaba desde California, mientras que Mark Henn, animador de Jasmine, estaba en Florida. Pasaron horas al teléfono y enviando los bocetos por fax (hoy con internet habría sido mucho más simple, pero imaginen el lío en esa época). Sin embargo, fue la alfombra mágica el mayor reto del equipo. Según Randy Cartwright, este fue el personaje más difícil de animar porque es, simplemente, un objeto rectangular, no tiene forma humana ni animal. Cartwright utilizó un trozo de tela para trabajar las distintas posiciones de la alfombra.
Todo ese esfuerzo valió la pena. Aladdin se convirtió en una de las películas más queridas de la compañía y recibió cinco nominaciones a los premios Oscar: Mejor Canción Original por ‘Un mundo ideal’, Mejor Canción Original por ‘Amigo fiel’, Mejor Banda Sonora, Mejor Sonido y Mejor Edición de Sonido, ganando las estatuillas por ‘Un mundo ideal’ y Mejor Banda Sonora.
Fuente: Sensacine.com